El pasado llama a mi puerta. Como si nunca se hubiera ido. Con un cuchillo en la mano, maldita puntería la suya.
Acude a mi enseñándome lo que fui. Como si no me arrepintiera ya, como si no acudieran cada noche los recuerdos para no dejarme dormir. Como si yo, me pudiera olvidar de aquello.
Fotos hay; me recuerda tenazmente.
Pruebas existen de tu delito infame.
De tus pesadillas en el vacío más profundo que por muchas cosas que tirases en el no se llenaría. No puedes salir asúmelo. Sigues en el. Aunque creas que no.Soledad y tristeza te gano.
Siempre estar a ahí esa parte de mi. Esa huella que no podré borrar ni con lejía.
Pensé que huyendo cambiaría algo. Lo único que he cambiado a sido de agujero este lo veo más lleno de desperdicios y vacío de compañía.