Desconocido

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Actualizado
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Nunca pedí esto, nadie nace queriendo tenerlo todo
sin pedir ni luchando por ello, nadie nace con aires de grandeza ni con una misión que cumplir
Odio crecer y tener que dejar de ser un niño, antes podía soñar con ser normal y poder disfrutar la vida, salir de aquí y ir a explorar el mundo
Pero ahora tengo una misión que cumplir, un destino que los dioses me encomendaron pero yo no lo pedí
No quise esto.
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-Joven Hipo, ¿Puede bajar a desayunar?
-Claro Hilde voi en un momento
-Joven Hipo su padre quiere desayunar con usted
-Dígale que voi en un momento

Hipo bajó rápidamente las escaleras del palacio donde vivía,vio a lo lejos en el comedor a su padre el gran rey Estoico quien comía finamente su carne de res recién cocinada

-Hola hijo,¿Que quieres desayunar?
-Lo que sea padre, no tengo mucho apetito
-¿Hijo podemos hablar de lo que te mencioné el otro día?
-Papá te pedí que me dieras tiempo para pensarlo
-Hijo tienes casi 19 años, ya estás en la mayoría de edad, tienes que cumplir con tu deber como príncipe
-Padre como quieres encargarme un pueblo si todo lo que conozco es este palacio, nunca eh salido no entiendo como esperas que los dirija si no me conocen
-Hijo ellos te conocen
-No cuenta el día de mi presentación, tan solo tenia 1 año-Interrumpió Hipo
-Pues no esta a discusión Hijo,Aras lo que te digo porque aparte de tu padre soy tu rey-Dijo enojado Estoico
-Bien.
-Cuando acabes de comer quiero que vallas a tus lecciones,¿Esta bien?
-Esta bien padre-Dijo indiferente

Hipo termino de comer lo que parecía ser lomo de cerdo pero no estaba muy seguro y decidió salir pronto de ahí, pues el aire era tenso, su padre estuvo por días recalcándole que tenía que hacer sus deberes como príncipe, llegó la hora en la que tenía que salir al mundo casarse con alguna princesa y unir los pueblos  pero Hipo no estaba tan seguro de querer eso.
Hipo se dirigió a la parte sur del castillo donde entrenaba todos los días espada con el mejor amigo de su padre y su mentor Bocón

-Llegas tarde muchacho-aventó la espada de madera a Hipo

-Perdon Bocón, mi padre está agobiándome

-Sabes hipo no eres muy diferente a el

-Ah no? No seré diferente a el, el quiere que sea un príncipe y en cambio yo quiero ver el mundo,
Eso en que nos hace iguales bocón!?

-En lo obstinado iba a decir, verás Hipo cuando seas príncipe podrás recorrer el mundo, claro con escoltas y todo eso, el punto es que  tu padre quiere lo mejor para ti

-No creo  que enviarme a dirigir  el pueblo sea lo indicado sabes?,yo quiero recorrer el mundo como alguien normal sin mil guardias siguiéndome,No estoy preparado

-piénsalo es algo que el también hizo, tu deber es con el pueblo tu debes de ver por ellos

-Hipo se quedó pensativo con las palabras de Bocón-Esta Bien bocón lo pensaré

Hipo y Bocón se pusieron a entrenar como normalmente lo hacían
Bocón estaba preparando a Hipo para la vida real  pero Hipo aun no quería hacerlo él no estaba listo,
Su padre estaba convencido que había llegado la hora de que Estoico pudiera unirlo con alguien en matrimonio pero hipo quería conocer el pueblo el quería saber que era estar afuera del castillo.

Hipo volvió a su habitación sudoroso de un largo entrenamiento pero no sin antes pasar por los establos donde estaba lo que es creía que era lo único bueno del castillo
Chimuelo
Su caballo arabe que su padre le había traído de uno de sus viajes cuando era niño, era un hermoso caballo de manto negro

-Hola amigo, cómo estás?, ya comiste?-Dijo Hipo mientras acariciaba a su caballo-Sabes? Hoy Bocón me dejo pensando, ¿Que pasaría si nos fuéramos?, ya sabes solo tu y yo escapamos sería divertido no?

Su caballo solo relinchó ante las palabras de su amo a lo que Hipo percibió como un si departe de él, el ya llevaba tiempo pensando en que sería si saliera del castillo aunque sea solo una vez, como sería el mundo, el solo había salido un par de veces en carruaje cerrado con su padre y muchos escoltas en realidad no había conocido nada, esa noche estuvo pensando en si decidir en salir aunque sea una noche.

-••(••••••••••••••••••••••••.........•••••••••••••••••••••••
Mi vida era más que normal, se podría decir que extremadamente normal mi día se consumía en ayudar a mi padre en las labores de la tienda todo el día y aveces ir a pasear con mi yegua, los fines de semana salía con mis amigas
Yo anelaba entrenar demostrar mis habilidades, mi madre fue una gran guerrera yo quería poder portar una espada con honor pero mi padre después de lo qué pasó a mi madre nunca me dejaría salir y buscar mi verdadero propósito.

-Astrid cariño puedes ayudarme?-Grito desde la cocina

-Claro papá voi en un momento-Gritó Astrid mientras bajaba corriendo de su cuarto

-Gracias Hija

-Papá no has pensado lo que te dije?

-Hija sabes que no podemos pagarlo, muy a penas puedo mantenernos a nosotros

-Papa pero si llegó a entrar ala guardia real podré traer más dinero ala casa

-Hija no esta a discusión no puedo pagarlo lo siento y aunque pudiera pagarlo no te dejaría ir nunca, aun eres mi bebé 

-Ya no soy una niña papá, algún día tendrás que dejarme ir-Grito Astrid

-Ese día no será hoy -Grito su padre

-Saldre a despejar mi mente

-A ver si esa yegua te aclara la mente hija, tienes que entender que no somos ricos

- y tú tienes que entender que ya estoy grande papá y quiero hacer más cosas como los demás

-No somos como los demás!

Astrid salió llorando de su casa a buscar a su fiel llegua una baya con manto café claro con la cual pudiera escapar de la realidad, salió y rápidamente ensillo a la yegua y salió a toda velocidad por el campo hasta llegar a lo alto de la colina
Desde esa altura podía observar todas las estrellas
Perfectamente y así poder pensar mejor
No lograba aclarar su mente no pensaba en algo más que no fuera cambiar su vida
Irse de ahí poder conseguir más dinero
Pero no podía
No tenía el corazón para dejar a su padre

-Tormenta que crees que deja hacer?, podría irme eso es claro pero mi padre, el nunca querrá dejar esa tienda estoy harta de vivir así
Quisiera cambiar todo, ser una gran guerrera darle más dinero y que entienda que eso es lo que me gusta

Astrid estaba hablando tranquilamente con su yegua cuando escuchó algo entre los árboles que la hizo saltar de un susto...

Te necesito|HiccstridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora