Parte 10: Temor

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10-Temor

**Byakuya**

Me frustra no conseguir peinarme por los enredos que tengo de cabello. Cojo mi cepillo por última vez ya que he echado a una de las criadas por los tirones que me estaba dando y tiene suerte de que no la haya mandado azotar por ello. Tengo que conseguir estar radiante y altivo, como todo el mundo me ve en este castillo. Lo hago por él.

-¡Bya-nii!! – me giro brevemente al ver entrar a mi hermano Sen que se pone a mi lado y me sonríe ante el espejo. Somos como dos gotas de agua salvo por la diferencia de que yo tengo el ceño fruncido y él no.

-Sabes que a padre no le gusta que me llames hermano en japonés-

-Padre lleva cinco años fuera ¿Qué más da?- en efecto, nuestro padre, Starrk Coyote, sigue en las cruzadas generando riquezas y fama allá por donde va. Nos llegó una nota hace poco diciéndonos que volvería pronto y no sé cómo reaccionará al ver que a pesar de que tengamos ya quince años, somos dos hombrecitos físicamente idénticos a nuestra madre.

-Bya-nii, ¿Por qué quisiste dejar tu pelo tan largo como el mío? Incluso el flequillo...-

-Por nada. Me da pereza cortarlo-

-Pero si a ti no te gusta el pelo tan largo, dices que pareces una niña...-

-¿vas a seguir con tus absurdas preguntas?-

-Jaja no. Hoy estoy muy feliz porque voy a ir a conocer al abuelo-

-¿al abuelo? ¿Zangetsu?-

-¡Sí! Mamá me ha dado permiso solo porque se ha enterado de que está enfermo y él no puede ir a cuidarle ¡así que yo lo haré!-

-¿y por eso tanta emoción? Ni siquiera sabes cómo es-

-Pues como papá pero más viejo. Mamá me ha contado muchas cosas de él ¡y tengo muchas ganas de conocerle!!-

-Que te sea leve-

-¿y tú que harás?-

-Viene Abarai Seigen con su hijo a vernos. Al menos yo estaré para atenderles-

-¡Ay Renji! Se me había olvidado por completo-

-No sé cómo te olvidas de tu futuro esposo-

-¿Por qué siempre me lo recuerdas? ¡Yo no quiero casarme! Renji es muy mono y gracioso, pero no me gusta-

-No sabes lo que dices, Sen- aprieto furioso el cepillo mientras Sen se encoge de hombros y da vueltas por la habitación hasta que saca unos yukatas limpios para llevarse.

-Estaré en la residencia del abuelo unas semanas. Te escribiré para contarte como es ¿vale?-

En cuanto Sen se va, me aseguro de que nadie me vea al coger uno de sus kimonos y ponérmele enseguida. Me acicalo el pelo dejándomelo finalmente suelto y salgo al pasillo vigilando que nadie me vea. Oigo de fondo las voces de mi madre hablando con Seigen y veo que Renji está en el jardín esperando a Sen. En cuanto me ve aparecer, se le ilumina el rostro y yo trago saliva poniéndome tenso.

-¡Sen hola! Estás...muy guapo- Renji se ruboriza tímidamente mientras me ofrece su mano temblorosa para cogerla. ¿Cómo puede ser tan atrevido con solo doce años? Tsk! pues menudo amante han elegido para Sen.

-¿quieres que juguemos en el árbol de siempre?- me encojo de hombros con tal de hablar lo menos posible para que no note la diferencia. Renji me lleva de la mano en todo momento y siento como mi corazón me duele tanto de latir con fuerza. Renji es...todo para mí. Ya llamó mi atención cuando éramos más niños y al enterarme de que mi padre pensaba casarle con Sen porque mi hermano puede darle hijos, mi actitud hacia el pelirrojo cambió drásticamente. Le he tratado tan mal que hasta el propio Renji rehuía a venir a ver a Sen al castillo con tal de no enfrentarse a mi rabia. Al final me he dado cuenta de lo que sentía eran puros celos por mi hermano. El que de verdad ama a Renji soy yo, pero él no está destinado para ser mío. Yo sí puedo dejar en estado a mujeres, todo lo contrario de Sen. Le envidio solo por su privilegio hacia Renji.

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