Parte 9: Amante

264 16 0
                                    

9-Amante

**Soujun**

Es increíble que cuando rezas cada día porque el tiempo sea efímero a veces los dioses cumplen tus plegarias. Acabo de cumplir recientemente los 32 años, Starrk tiene 28 y nuestros hijos diez años respectivamente. Los hijos de Jushiro y Kyoraku Shunsui tienen ahora cinco años, lo que me hace ver el tiempo que ha pasado desde que Starrk perdió a su segundo consorte y desde el día que no ha vuelto a tocarme. A veces he sentido remordimientos y deseos impuros llegando a tocarme yo solo para aliviar mi soledad mientras a mi esposo le han seguido calentando la cama de vez en cuando sus amantes.

Los hijos de Jushiro se llaman Yylfordt y Jugram. No son nombres japoneses ni cristianos, más bien parecen judíos, pero a Starrk le gustaron. No quería que fueran tan "japoneses" como nuestros hijos, así que es un modo también de diferenciarles, aparte de que los hijos de Ukitake son rubios y los míos morenos.

Mi hijo Byakuya ha adquirido el porte frío de la familia Kuchiki. Apenas habla para ser tan pequeño aún y sigue las instrucciones de su padre a rajatabla aunque no tienen conversación "amena" salvo para dialogar sobre guerras y estrategias militares. Sen en cambio es todo corazón, amable, alegre y jovial con todos los que hablan con él. Se lleva muy bien con sus "hermanastros" o más bien sus primos aunque nadie lo sepa. Sin embargo para Byakuya son obstáculos y sé que está aterrorizado porque Starrk cambie de opinión en cuanto a su sucesor. Yhwach ahora parece prestar más atención a nuestro núcleo familiar, sobre todo a los pequeños de Jushiro, aunque Sasakibe no se aparta de ellos ni un instante para protegerlos.

En cuanto a Zangetsu.....sé que sigue vivo y confinado en esa maldita residencia, lejos de su verdadero hogar, de su hijo, de sus nietos, de mí...y no me han faltado ganas de escapar del castillo y volver a sus brazos, pero eso solo me llevaría a la horca. Starrk no soportaría de nuevo mi traición hacia él aunque él sí pueda hacer lo que le venga en gana. Es sexo...porque no se ha enamorado de nadie más. Ni siquiera sé si amaba a Jushiro pues apenas le ha llorado ni le nombra, así que en el fondo de mi corazón sigo teniendo ese atisbo de esperanza de que algún día reconozca que aún siente algo por mí.

Yo por mi parte sigo más encerrado en mí mismo, pero fuerte y seguro. Siempre voy con la cabeza bien alta a todos sitios y los cristianos han vuelto a respetarme. Todo lo hago por mis hijos, sin ellos....me habría vuelto a Japón, habría huido con Zangetsu o me habría suicidado, pero yo no merezco morir tan patéticamente. Tengo mi orgullo.

-Vaya, vaya, que reunión más agradable- mientras estamos comiendo con los cuatros niños, Yhwach entra en la estancia y se acerca a la chimenea para calentar sus manos enrojecidas por el frío. Mis hijos siguen comiendo en silencio y veo como el pequeño Jugram está fijo en lo que hace su bisabuelo.

-Ven Jugram, te enseñaré algo- Yhwach siempre reclama al rubito para todo, parece que le ha cogido cariño porque el otro hermano está más apegado a Sasakibe. Veo como el guardián frunce el ceño al ver como Jugram se pone al lado de Yhwach frente al fuego.

-El fuego es poderoso. Con ello puedes espantar a hombres y fieras, todos huirán. No lo olvides si alguna vez luchas en un campo de batalla. El fuego será tu aliado-

-¿Por eso tus ojos son rojos?-

-Jaja, eres muy listo, puede que incluso más que tú, Byakuya- mi hijo suelta sus cubiertos con rabia sobre la mesa y sale de la estancia bastante malhumorado. Starrk resopla mientras bebe de su copa y Sen mira hacia la puerta por donde se ha ido su hermano.

-Ve a por él, Soujun-

-Cuando está así es mejor dejarle tranquilo-

-No soporto que nadie se levante de la mesa sin terminar de comer, debemos educarles como merecen-

"Consorte"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora