Parte 19: Verdad

360 30 12
                                    

19-Verdad

**Starrk**

Desde que tuve uso de razón, supe que era el "otro". El gemelo escondido, repudiado y amenazado que jamás podría vivir en el seno de su propia familia. Mi pobre madre Lisa, hacía las veces de madre y padre para criarme e intenté por ello no darle problemas. Pasamos muchos años yendo de pueblo en pueblo, refugiándonos y huyendo cada vez que algún campesino me reconocía como el hijo del rey Zangetsu hasta que al cumplir los quince años, decidí volver.

Mi madre usó todos sus medios para colarme en la corte de mi padre sin que nadie lo supiera. Tuve que aprender a llevar una pesada armadura oscura que incluso a veces me impedía respirar. Pasé duras pruebas para entrar a formar parte del ejército de mi padre y cuando él se acercó a los nuevos reclutas para elegir a sus hombres de confianza, yo llamé su atención por haber derrotado sin problemas a todos los guerreros jóvenes de mi grupo. No olvidaré la sonrisa de satisfacción que se le dibujó a mi padre en la cara y cuando posó su enorme mano sobre mi casco. Fue entonces cuando le conocí a él, mi hermano gemelo, el otro Starrk. Mi hermano ya por aquel entonces era algo soberbio, incrédulo respecto a temas de magia y arrogante gracias a la influencia de la crianza de nuestro abuelo Yhwach, el cual seguía resentido con nuestro padre por haberle obligado a abdicar como rey.

Todas las noches me asomaba a la sala donde mi abuelo le contaba historias fantásticas a mi hermano sobre seres mitológicos, andróginos y otras criaturas de fantasía. Cuando le habló de que existían hombres con el don de reproducirse, me quedé anonadado y encantado con el descubrimiento, todo lo contrario de mi gemelo que se mostraba asqueado y receloso ante esa locura.

Al poco tiempo Soujun entró a formar parte de nuestras vidas. Tanto mi hermano como yo nos quedamos prendados de él nada más verle y pude notar como incluso mi gemelo se empalmaba en su presencia. Yo podía disimularlo mejor con la armadura, aunque era claro que la conexión de gemelos era tan íntima que ambos teníamos los mismos sentimientos hacia Soujun. O al menos al principio fue así.

Mi hermano fue el que vio por primera vez a nuestro padre y a Soujun follando en su noche de bodas, pero al día siguiente, el que descubrió a Soujun en la cocina....fui yo. Mi gemelo, conmocionado por lo que vio, se retiró a dormir hasta el atardecer del día siguiente, por lo que yo, agotado de llevar la armadura, decidí quitármela un rato y descansar. Justo entonces encontré a Soujun en la cocina y me presenté como mi hermano Starrk. Le pregunté sobre su don y recibí su primera caricia en la mejilla. Desde aquel momento supe que me había enamorado de él, aunque fuera totalmente inalcanzable para mí.

Los encuentros posteriores a esa primera vez, siempre fueron entre Soujun y mi hermano. Yo no quería arriesgarme a ser descubierto de nuevo, ya que a medida que pasaba el tiempo, aunque fuésemos gemelos, teníamos rasgos que nos distinguían perfectamente el uno del otro. Mi gemelo apenas tenía vello en el rostro y yo sí. Me afeitaba ya desde los trece años, así que siempre me crecía mucha barba.

Cuando estuvieron a punto de matar a Soujun, casi me volví loco al no saber qué hacer. No podía descubrirme ni tenía la autoridad para salvarle, así que recurrí a mi gemelo, el cual le hizo su consorte en ese mismo momento, algo que no me esperaba y me destrozó por dentro. Pero seguí al lado de Soujun, pese a ver como mi gemelo se le follaba y cada vez sus celos se hacían más enfermizos por la memoria de nuestro padre. Después el regreso de éste último y su destierro, transformaron totalmente a mi hermano. Ya no era el gemelo que yo conocía desde las sombras, incluso mi madre estaba asustada por su cambio. Siempre se dice que hay un gemelo malo y otro bueno, aunque yo no me consideraba bueno, porque siempre que mi hermano se emborrachaba o ausentaba del castillo, yo tomaba sus ropas y porte para estar con Soujun. Él jamás sospechó del cambio, aunque solo nos limitábamos a hablar largo y tendido por las noches o a pasear sin llegar a tocarnos, simplemente un roce de manos como mucho.

"Consorte"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora