Capítulo 1

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Como cada año desde que se formó CNCO, las vacaciones eran algo que sin duda todos disfrutábamos, era el momento perfecto para descansar, distraerse y pensar en otra cosa que no sea trabajo. Amo lo que hago y daría por hecho que los chicos también, pero necesitábamos días con nuestras familias para relajarnos un poco.

Las que más lamentaban nuestra ausencia eran las fans, apenas dimos comienzo a nuestras vacaciones ya estaban contando los días para que los cinco volvamos a estar juntos, sin duda son grandiosas, bueno, y grandiosos también, cada vez los hombres se van sumando más a esta hermosa familia.

¿Mi destino? Mi hermoso Ecuador, siempre era un agrado estar en mi país, en mi ciudad y sobre todo en mi casa, junto a mis dos mujeres y mi hermano.

Mis amigos no se quedaban atrás, en estas ocasiones aprovechaba para salir con ellos, ya sea para conversar o de plano irnos de fiesta.

Era increíble como cada cosa que hacía tanto yo como los chicos llegaban a manos del fandom, trataba de ser lo más cuidadoso pero siempre había una forma en la que se enteraban de todo, ninguno nos salvábamos.

Unos días antes de navidad me operé de mis ojos, debo admitir que estaba bastante nervioso pero a la vez contento ya que mis anteojos se iban a ir. Solía tener muchos problemas con los lentes, si no los olvidaba, se me caían o me dolía la cabeza con el simple hecho de no usarlos, era un lío, aún recuerdo cuando se me cayeron en Argentina, fue una llegada caótica.

Tuve que tener algunos cuidados, usar algunas gotas entre unos cuantos medicamentos, mis vistas estaban rojas pero de a poco fue pasando.

Pasé una navidad muy hermosa, estos momentos me llenaban de calor de hogar. Para año nuevo decidimos irnos a Manta, un lugar increíble. Disfrutamos y despedimos el año como se debía.

Me di el tiempo de felicitar a los chicos por el grupo de trabajo, aunque a Erick en especial lo saludé aparte, extrañaba sus locuras y todas las tonteras que se le ocurrían, de todos era el que más se desaparecía y eso en parte me molestaba ya que demoraba en responder mis mensajes, ¿el motivo? estaba claro cual era.

Para sus dieciocho años decidí llamarlo, no quería estar todo el día esperando una respuesta. Me comentó una que otra cosa que estuvo haciendo, se notaba emocionado por su mayoría de edad, él ya se juraba un adulto, pero seguía siendo el mismo niño loco que conocí.

Recuerdo que ese día mi instagram estaba lleno de notificaciones con comentarios diciendo que felicite a Erick, ya lo había felicitado solo que ellas no lo sabían ya que no podía publicar todo, algunas cosas eran bastante privadas y que solo sabíamos los dos. Subí una historia felicitándolo nuevamente pero al parecer estaban inconformes.

Todo tiene un fin, nuestras vacaciones por ejemplo, hoy volvería a ver a mis cuatro compañeros de trabajo, a mis amigos en realidad.

Como siempre las fanáticas se hicieron presente en el aeropuerto, estaba tan acostumbrado a viajar con los chicos que se me hacía raro hacerlo solo.

Al llegar hice lo necesario antes de juntarme con ellos hasta que pasaron por nosotros. Saludé uno por uno antes de subirme a la van, esperé hasta el último momento para saludar a Erick.

Chocamos nuestras manos para darnos un abrazo, estaba algo despeinado como de costumbre así que le acomodé un poco el cabello.

- ¿Cómo estás? Tantos días sin vernos - comencé la conversación con una gran sonrisa, verlo era bastante bueno.

- Bien, fueron días relajados.

- Bueno, ahora se vienes días movidos, así que prepárate, sabes a que me refiero - guiñé un ojo. Tosió mirando a un extremo, me giré a ver que los chicos estaban esperando a que subamos.

Le di la pasada a él primero antes de subir yo, así me aseguraba de ir sentado con él. Posiblemente hoy comenzarían nuevamente nuestras locuras, juntos.

Lo Nuestro Detrás De CNCO - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora