Capítulo 5.

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Jason Peter Todd.


Siempre supo que todo acabaría ahí pero jamás imagino que terminarían sin ser algo, mordió su labio un poco queriendo calmar sus lágrimas, ¿por qué hacia eso?

—Jason, lo siento —se disculpó Tim.

El menor comenzó a limpiar sus lágrimas, su garganta le dolía demasiado como para poder hablar. Escucho un suspiró proveniente de Timothy, ¿y qué podía decir? ¿Qué él si lo amaba? ¿Eso? Jason lo abrazó, quería sentir sus cariño una vez más, quería que todo fuera una horrible pesadilla.

—No te creo —murmuró bajo mientras escuchaba los latidos de su corazón acelerarse.

—Es lo mejor.

—¿Para quien?

Timothy no le respondió sólo beso su frente mientras que Jason estaba temblando, no había ni siquiera alguna excusa o causa para eso, Gotham era su casa, sin hogar, todo de él, ¿por qué alejarlo?

—No nos hará para nada bien —agregó Jason alejándose un poco.

—Jay...

—Me prometiste que cuando cumpliera veinte años tendríamos nuestra boda —dijo Jason seguro de sus palabras—, ¿fue acaso una mentira?

—No.

Jason movió un poco sus manos para jugar con las de Timothy, nadie dijo nada después de varios munutos, Jason estaba seguro de que había algo más en toda esa sucia petición, algo que ni él mismo podría confirmar.

Cada momento que pasaron juntos parecía ser opacado por aquellas palabras, por eso. Jason recordó todas las veces que pudo hacer algo, Cada una de esas veces en que pudieron escapar juntos pero lo lo hicieron, no aprovecharon aquellas oportunidades. Todas las veces que durmieron juntos, que Jason lo abrazó e incluso proclamó suyo sin reclamo alguno. Recordó el porque estaba enamorado de él.

—Jason voy a cumplir mi promesa de eso no tengas dudas —comentó Tim seguro.

—¿Y cuanto tiempo puede llevar algo así? ¿Meses? ¿Cuándo podré verte?

—Jason no puedo decirte algo exacto porque realmente no tengo ni idea.

—Timothy, si lo nuestro no puede ser entonces dentro de cuatro años será real sólo si tu aún quieres hacerlo así.

Tim sonrió.

—No te cierres por mi, ama a otras personas, vive tu juventud como nadie más —pidió Tim.

—No lo haré, no podría hacerlo.

—Jason...

—¿Por qué no queda claro que no eres sólo un crush? —Le preguntó Jason y Timothy evitó su mirada—. No me quiero ir.

—Debes hacerlo.

—Dame una razón.

—Porque no —comenzó Timothy y se quedó callado varios momentos, quizás pensando mejor sus palabras—. No te amo.

Aquella última plática quedó como una simple promesa en medio de la oscuridad, no sabía si iba a ser salvado, no sabía que pasaba en su mente o que tenía que pasar, tenía miedo de regresar para un funeral pero estaba seguro que si algo así pasaba se ahogaria en dolor aún más del que su corazón ya sentía por aquellas palabras dichas, Jason no podía creer eso. Su trayecto a metrópolis no fue el mejor ya que Richard parecía estar ausente de todo, parecia querer huir y aunque no iban a estar juntos sabía bien cuando el menor le ocultaba cosas.

—¿Acaso todo el mundo me oculta algo? —Preguntó Jason mientras miraba la ciudad a lo lejos.

Richard no dijo nada y Alfred fue quien se dispuso a contestar su pregunta.

—Hay cosas que se deben mantener en secreto, joven Jason —respondió Alfred.

—¿Tú que dices Richard? —Le preguntó Jason.

Richard apenas pareció reaccionar y aquello sólo le dejó un mal sabor de boca a Jason, ¿qué se supone que sabía y él no? ¿Qué estaba pasando?

—Yo pienso que no debió mentirnos sobre nuestra tía —dijo Richard.

Alfred pareció quitarse un peso de encima al escuchar todo lo que Richard comenzó a contarle, Timothy no le ocultó ese detalle pues eso era parte de la conversación en la que habían entablado pero poco le había importado en esos momentos. Su tía Athanasia estaba viva y era la legítima Ra's Al Ghul o algo así, la cabeza del demonio además de ser la mujer más peligrosa de todas, aquello lo llenaría de orgullo sino fuera porque era una asesina. Richard no dudo en explicarle como Timothy le había hecho frente sin problema alguno, Alfred por su parte sólo se limitó a escuchar su conversación sin interrumpir absolutamente en ningún momento.

Jason estaba seguro que después de dejar a Richard en metrópolis ellos estarían en otra ciudad pero para sorpresa suya él se quería con Martha, la madre de Superman y junto con Conner Kent en Smaville, eso quería decir que en serio lo había sacado de sus labores aunque se le hizo extraño que dejarán que se llevará su traje de Robin. Como fuera el asunto no estaba tan acostumbrado a ese tipo de tareas. Bajo sus maletas rápidamente, y miro como Conner lo iba a recibir con un fuerte abrazo que no dudo en corresponder.

Superboy siempre fue aquel sol que lo salvaba de sus apuros pero en esta ocupación también lo sería para cuidarlo o al menos escaparse a hacer alguna que otra locura por Smaville o eso esperaba.

—Me alegra que estés aquí —dijo Conner.

—Yo también me alegro, han pasado muchas cosas extrañas —explicó Jason.

Conner lo ayudó a instalarse lo más rápido posible mientras que Martha preparaba la cena y evitaba que ellos ayudarán o sería un desastre.

—¿Qué tanto ha pasado? ¿Cómo vas con tu hermano mayor? —Le preguntó Conner.

—Bueno... No es mi hermano de sangre, además todo empeoró y quiere que me aleje de él, que tenga novias o novios sólo para que él compruebe que no siento nada por él y esas cosas —comentó Jason.

—¿Y no es así?

—¡No! Perdón. No es así, yo lo amo y sea cual sea el tiempo que pase no cambiará nada de lo que yo siento.

—Batman no me explico muy bien porque estas aquí.

—Conner creo que nos quieren dejar lejos de algo malo, algo muy malo y no me agrada esa idea —dijo Jason.

—¿Y qué planeas? —Cuestionó Conner.

Jason sonrió de una manera divertida.

—Averiguar que es lo que no es están escondiendo —declaró Jason.

—¿Por qué presiento que esto nos meterá en problemas?

—Oh, vamos Kon, Superboy y Red Robin en Gotham, investigando, derrotando el mal, y llevando una doble vida tranquila —comentó Jason.

Conner suspiró.

—Bien pero cualquier cosa es tu culpa, Jason.

Retroceso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora