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Habían dos meses desde aquel encuentro que tuvieron Mario y Dante en la enfermería.

Ambos chicos habían decidido escapar, mas por parte de Mario que de Dante.

Mario andaba trabajando a escondidas de sus padres, pues si llegaran a enterarse de lo que iba a hacer, lo regañarían y le prohibirían salir.

Por otro lado Dante, con el dinero que había ahorrado compraba ropa, siempre lo ocultaba cuando algunos de sus padres entraba a la habitación, su vientre ya se notaba, y aunque se agotaba rápido, no quería que Mario haga todo el trabajo el solo.

Mario: Mi amor, te dije que no hagas esfuerzos, estas lastimando a Benny

Dante: ¿Benny? -lo mira confundido-

Mario: Así se llamara nuestro hijo -sonríe-

Dante: ¿Piensas que será niño?

Mario: Obvio -sonríe-

Dante: Yo quiero que se niña -se cruza de brazos-

Mario: Te puedo hacer otro si quieres -lo mira pervertidamente-

Dante: ¡Pervertido! Será niña y se llamara Luana 

Mario: -niega con la cabeza-

•••

A Saraí se le había complicado su embarazo, no comía mucho, solo tomaba pura agua, cada día que pasaba se sentía mas débil.

Gwen: ¡Tienes que comer algo niña! ¡Al bebé le hará mal si no comes!

Saraí: No me importa, solo quiero dormir

Gwen: ¡Todo el día te la pasa durmiendo! Iré al super, y traeré alguna cosas para prepararte algo, quiero que comas y no lastimes a tus órganos

Gwen sale de la casa, no quiere que su hija se enferme, es lo único que le queda.

Saraí solo la observa por la ventana, quiere buscar a Mario y decirle toda la verdad, y aunque le duela, sabe que el nunca la amara como lo ama a él.

Saraí: -agarra su teléfono y marca- Quiero que me acompañes, es algo que tú sabes...

Después de CNCO ||Joerick|Chrisdiel|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora