Después de CNCO ||Joerick|Chrisdiel|| Terminada

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Policía: ¿Eso es todo?

Saraí: Si, muchas gracias -sonríe-

El policía se retira y cuando abre la puerta encuentra a Gwen.

Gwen: Buenas tardes -sonríe- ¿se le ofrece algo?

Policía: No gracias, yo ya me retiraba -sale de la habitación-

Gwen: ¿Qué hacia aquí?

Saraí: Solo quería que dejaran a André libre -sonríe-

Gwen solo sonríe, quita la almohada de la cabecera de su hija y la mira con una sonrisa que a Saraí le causa escalofríos.

Saraí: M-Mami 

Gwen: Si tanto dices que intente matarte, haré realidad tu sueño -presiona la almohada contra la cara de su hija-

Saraí luchaba por respirar, su propia madre, el ser que lo vio nacer la esta matando. Poco a poco su respiración va bajando, hasta que sus manos caen completamente, en la máquina ya no se escucha los latidos, ahora todo el lineal.

Gwen había matado a su hija.

Gwen: H-Hija -quita la almohada al ver que no respira- ¡enfermera! ¡enfermera! 

Los doctores rápidamente entraron y trataron de volverla a la vida, pero ya era tarde.

•••

Chris: ¿Por qué no me dijiste?

Erick: Sobre Dante, ¿verdad?

Chris: Si

Erick: Joel no quería 

Chris: Joel es un imbécil, él no puede alejar a Mario de su hijo

Erick: ¿Y Saraí?

Chris: Gwen la utilizo, obligo a su hija a embarazarse, para que así ella finga que su bebé es hijo de Mario

Erick: Gwen esta loca

Chris: Lo se, pensé que había superado a Zabdiel, pero ahora veo que no

Erick: Y quien te dijo todo eso

Chris: La misma Saraí, enfrentó a su madre

Erick: Eso no me lo esperaba

Chris: Créeme que yo tampoco, pero ahora se que Mario nunca se acostó con Sarai, todo fue plan de Gwen

•••

André se encontraba durmiendo, pero parecía que estuviera teniendo pesadillas.

En su sueño

—André...

—¿Saraí? —dije— ¿Qué haces vestida así?

Ella llevaba un traje de blanco, solo me sonría.

—Eres el único amigo que tuve, y eso te lo estaré agradecida siempre.

¿Por qué hablaba como si estuviera despidiéndose?

—Pronto saldrás de aquí —me sonríe

—Eso espero, ya deseo verte

—No —niega con la cabeza— te quiero mucho

—Saraí, ¿Qué pasa? ¿Por qué hablas como si estuvieras despidiéndose?

—No dejare que nada malo te pase —poco a poco se alejaba, corrí para alcanzarla, logre tomarla del brazo, solo me sonríe y desaparece.

Fin del sueño

Me levante agitado y sudado.

—Que raro sueño —suspira— no te preocupes Saraí, pronto estaremos juntos —sonríe.