Después de CNCO ||Joerick|Chrisdiel|| Terminada

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—"Ahhh ahh Z-Zabdi detente el bebé —gemía el castaño al sentir la lengua del boricua en su agujero.

Zabdiel solo ignoraba el pedido de su esposo y seguía en lo suyo, quería a su bebé, pero en estos momento estaba muy caliente, pues no lo había cogido durante un mes y ahora que tenía la oportunidad de hacerlo suyo de nuevo no lo iba a desaprovechar.

Una vez que dejó la entrada del castaño suficientemente húmeda hundió tres dedos de una, recibiendo un chillido por parte de su esposo.

—Z-Zabdiel ahh t-tonto —se aferraba a la almohada.

—Voy a entrar bebé —dijo alineando su erección contra la pequeña y rosada entrada del castaño.

Cuando estuvo por entrar un llanto los saco de su zona de placer.

—El bebé —dijo agitado el castaño, empujó a Zabdiel y se fue a ver a su bebé llevándose consigo una sábana para cubrirse..

Zabdiel se había quedado en la habitación con una notable erección, tenía un presentimiento de que el pequeño bebé lo odiaba, siempre que se acerca a su esposo lloraba y hacia que Christopher se alejara de el, pero hoy no.... Hoy no le daría a su Chris.

Se levantó dispuesto a ir a reclamar lo que es suyo, no le importó estar desnudo y fue a buscarlo.

(•••)

—Ya amor no llores —decía meciendo a su bebé— papi Christopher ya está aquí.

El bebé se le quedó mirando para luego sonreír y alzar sus manitos en señal de que estaba alegre.

—Que hermoso eres bebé —sonríe agarrando con una mano una de sus manitas.

—Si hermoso -dijo Zabdiel entrando a la habitación.

—Zabdi q-que haces así —se sonrojo al verlo desnudo— ten algo de respeto que acá está tu hijo.

—Ese pequeño demonio ni me quiere —señalo al bebé que estaba riendo.

—Que cosas dices -tapo los ojos de su bebé.

—Digo que te haré mío ahora —dijo agarrando sus caderas.

—N-No -decía tratando de no gemir, su bebé era apenas un ser puro e inocente y no lo iba a malograr- Z-Zabdi t-te prometo que te d-daré lo que tu quieres pero... Ahhh.

Zabdiel le dio una nalgada.

Christopher aún con las sábanas en sus manos trataba de correrse para un lado, pero no podía.

—El bebé estará bien —dijo Zabdiel agarrando al bebe y poniéndolo en la cuna.

El bebé se levantó y empezó a llorar, Zabdiel agarro el peluche de panda y se lo dio.

—Nada de llorar, los hombres no lloran —dijo mirando a su pequeño que se encontraba mirándolo también con una expresión confundida.

—Es un bebé Zabdiel.

—Si pero es un hombre.

—Idiota.

—¿Entendiste pequeñín? —le froto su cabecita, recibiendo a cambio una risita de su parte— parece que ya entendió, vámonos Chris.

Christopher no pudo contestar.

—No sabes cuántas ganas tenía de tenerte en mis brazos —susurro cerca a su oído.

—Y-Yo también ahh.

—Disfrutemos entonces —dijo.

Le arrebató la sábana que llevaba puesta y empezó a besarlo con desesperación, ya sabía que estaba lubricado y se enterró en él.

—Ahhh! Zabdiel eres un b-bruto —gemía al sentir las embestidas de su esposo.

Zabdiel estaba hambriento de sexo, y no tener a su Christopher en la cama lo volvía loco.

—¿Qué te parece tener otro bebé?

—N-No, todavía no es el m-momento, a-además nuestro bebé e-esta p-pequeño ahhh.

—Si, pero otro lo hará compañía —siguió embistiéndolo con tal brusquedad.

Dejaba marcas por todo el cuerpo de castaño, amaba la piel del castaño, era frágil y fácil de marcar.

—Me c-correré.

—Yo también.

—D-Dentro n-no.

Christopher sabía que Zabdiel se correría dentro de él. Empezó a salir de poco a poco, pero el boricua lo jalo haciendo que se entierre más en el y se corriera dentro.

—¡Te dije que dentro no! —respiraba agitadamente.

—Lo hecho, hecho esta —sonríe.

—Ahora te aguantaras de 9 meses sin sexo, porque por tu idiotez seguro y salgo de nuevo embarazado —se sonrojó.

—Adoro verte con esa pancita —acariciaba su mejilla.

—Me siento gordo....

—Pero aún así te vez adorable —sonríe al recordar al castaño con la pancita— y hermoso amor...."

Fin Flash Back

—Y así es como llegue a tener a Luis... —hablaba Christopher meciendo a su bebé.

—A ellos no les cuesta llevar un bebé en su vientre.

—Si, pero todavía tengo que cuidar a Mario...está muy pequeño aún —dijo mirando a su pequeño con sus juguetes.

—Si.

—Y dime cómo es que tú también... Ya sabes.

—Joel es un caso perdido, le dije que nuestro bebé todavía estaba pequeño aún y que no quería tener otro ahora —suspiro.