Capítulo 8

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"Chicas, iré a buscar información de Sena. No se preocupen Intentaré volver temprano."  Termino de redactar la nota y la pego en la heladera.
Me levanté a las 8 de la mañana e imprimí unas imágenes con el rostro de mi hermano  y mi celular debajo.

Salgo y le hago una seña a Harold, quién me va a llevar hasta la ciudad ya que al no haber pasar ni un sólo taxi no tengo transporte y queda demasiado lejos para ir corriendo. 
Harold es un hombre regordete, algo anciano y de muy pocas palabras, pero simpático.

Subo al autobús luego de Harold y después de 30 minutos llegamos a la ciudad.
- ¿A qué hora te paso a buscar, Sara?- pregunta el chófer.
Niego.- No te quiero causar más molestias, iré en taxi.- dije a punto de bajarme.
- Ni lo pienses señorita, usted me manda un mensaje por el whansapo y punto.- Dice orgulloso de ya saber utilizar un teléfono.
Sonrío, él es como un padre para mí.
- Bien gracias, ah y por cierto es WhatsApp, Harold.- grité ya en la acera.

Escucho como ríe y arranca el bus.
Miro las imágenes que se encuentran en mi mochila, esperando tener suerte.
Sacó algunas y el pegamento, comenzando a desplazarme por las calles de Japón,
preguntando  si vieron a mi hermano y pegando en las paredes los "Se busca".

Unas horas más tarde.
Me duele la cabeza, estoy sudada y para colmo le pregunté cómo a la mitad de la población de Japón y todos me dieron un No, un maldito no. "Lo siento pero no Vi a tu hermano", "Niña que haces", ' Ve a la escuela".

-¡Sara!- Escucho detrás de mí. Me volteo y veo a Luci corriendo hasta donde yo estoy.
Viene con el ceño fruncido y me mira con cara de reprobación.

-¿Luci? ¿Qué haces aquí?- digo totalmente confundida.  Esta para en frente mío.

- ¡Pensamos que te había pasado algo!.- Grita. ¿Pasado algo? ¿Acaso no vieron mi nota?. - Y si vimos tu nota.-Al parecer leyó mi mente. - sólo... ¿NO VISTE LA HORA QUÉ ES?.- Me sobresalto y Veo mi reloj de mano, son exactamente las... ¿TRES DE LA TARDE? Abro mis ojos con sorpresa, parecían nomás unos minutos.
Ahora tengo una explicación para mi estómago que no deja de gruñir.

- Perdón Luci, no fui conciente de la hora.- dije totalmente apenada y bajando la mirada hacia mis pies.

- Entiendo que quieras buscar a tu hermano, Sara, pero nos pudiste haber mandado un mensaje.- colocó su mano en mi hombro.
Asiento rápidamente aceptando mi equivocación.

Suspira y saca unas ¿Hojas?.
- Es por eso que te ayudaré a encontrarlo.- dijo feliz mostrándome una imagen de mi hermano de chiquito que seguro tenía Maya.
Me lanzo dándole un fuerte abrazo.
- Gracias amiga, muchas gracias.- exclamé.

Rompimos el abrazo.
- Sara ve por ese lugar - propuso Luci mientras me señalaba  una calle- Y yo iré por este.- Señaló otra calle.
- Cuando se nos terminen los carteles venimos acá a reencontrarnos- dije segura.
Asiente y nos separamos  yendo a cada calle.
Me propongo a acomodar mis pensamientos mientras que comienzo a correr pegando las imágenes con mucha velocidad.
Por un lado está la posibilidad que no encuentre a Sena y que se  olvidé para siempre de mí. Dejándome atrás con esos malos recuerdos de su infancia.
Y por otro lado está la leve posibilidad de encontrarlo. Pero guarda, si me ve hay dos caminos; el que me odie por dejarlo abandonado y asustado o el que me perdone  dejándome ser la hermana que nunca fui.
Paso mi mano por toda mi cara con evidente  frustración ¿Quién dijo que esto iba a ser fácil?.
Miro mi mano y sorprendentemente sólo queda una sola imagen, la miro con tristeza y se me escapan unas lágrimas.
Hermanito cómo quisiera que estuvieras aquí, conmigo. Pienso tristemente.

Colocó la última imagen en una esquina y sin más dobló por dónde vine.

-¡Cuidado!- oí, cuando estaba por volver. Prestó atención hacia la dueña de la voz y veo una chica de cabellera azul con unos grandes patines que se dirigen hacia mí.
Pero es tarde cuando ya la estoy por esquivar. Caemos las dos por el impacto, ella al lado mío y yo a su lado.

Eyeshield 21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora