Capítulo 14

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Me levanté contenta hoy, no sé ni por qué razón pero me dieron unas ganas tremendas de correr a lo loco.
Rápidamente guardo las sábanas que estaba utilizando y veo unos ¿auriculares?. Me brillaron los ojos de la felicidad. Los agarro, contemplandolos y saco mi celular, aunque no me sirve mucho acá en la montaña por lo menos que me sirva para motivarme.
Lo prendo y veo que tiene suficiente batería para que pueda subir. Me los colocó y elijo 7 Rings, de Ariana Grande. Esa chica no puede ser tan diosa, pienso al escuchar su melodía. Ajusto mis correas de la mochila para que no vaya dando botes y comienzo la carrera.

7 horas después.

Respiro entrecortada, miro para abajo y sonrío. ¡Estoy en la cima! Ya comenzó a oscurecer por lo que corre un viento tremendo. Terminé mi entrenamiento al mismo tiempo que está a punto de terminar We are the champions de Queen.
Festejo mientras comienzo a bajar con cuidado ya que está en picada.
De pronto una maldita piedra que pise la cuál no estaba fija cae haciendo que yo resbalé. Pero antes de la gran caída que me iba a pegar, algo me sostiene de la mochila poniéndome de vuelta en mi sitio.
- ¿No te habías ido a tu casa?.- Escucho detrás de mí cuando me quito uno de los auriculares.- Te dejé una nota para que puedas salir del bosque.- Me giro al detectar esa voz. Y ahí está, con sudor corriendo por su frente y una musculosa azul marino pegada al cuerpo dejando a la vista sus perfectos brazos y abdominales.
¡Mierda este hombre tendría que ser considerado el octavo pecado capital!.

- ¿Sara?.- Pregunta acercándose haciendo que lo mire.
- ¿Sí?.
- ¿Por qué no volviste a casa?.- Dice desesperado.
- ¿A casa? ¿Por qué tendría que volver a casa?.- Pregunté sin quitar mi vista de sus enormes brazos.
- ¿Acaso no estabas perdida? Te dejé una nota para que vuelvas.- Frunzo el ceño al escuchar sus palabras. ¿Nota? Yo no vi ninguna nota.
- No estoy perdida.- Respondí simple.
- ¿Entonces qué haces aquí?.- Si que eres preguntón.
- Lo mismo que tú, entreno.- Deduzco que por el sudor y su mochila igual de gigante que la mía, estaba entrenando.- Mi misión era llegar a la cima del Monte Fuji.- Sonrío mirándolo.
- Bien.- ¿Eso es todo? Ni un ¿te encuentras bien, Sarita de mi vida?.
- ¿Estás bajando ya?- Que diga que sí.
- Sí, mañana me van a venir a buscar y no voy a bajar todo esto mañana.- Inteligente, justo lo que yo hacía. También lo vienen a buscar a él mañana, que gran coincidencia.
- A mí también me van a venir a buscar mañana por lo que iba bajando, ¿Vamos juntos? Y hacemos carrera.- Dije feliz.
Asiente y me emociono aún más.

3 horas después.
- ¡SI, TE GANÉ!.- Exclamé cansada al llegar hasta el punto que propusimos.
- Eres muy rápida.- Dice Shin apareciendo unos segundos después.- ¿Cuánto es tu tiempo de carrera?.- Toma un poco de agua.
- 3.20.- Dije tomando igualmente agua de mi termito. Abre los ojos sorprendido y se me acerca más, lo cuál hace que me ponga nerviosa.
-Eres la persona más rápida que conocí hasta ahora.- Simplemente me encogí de hombros dando la vuelta y acomodando mi mochila en un árbol.
Decidimos quedarnos en una parte del bosque cerca de la ruta, por las dudas de que nos levantemos tarde, lo cuál no creo.
- Es uno de los requisitos para jugar Hockey, ser rápido, para poder alcanzar la bocha quién siempre se traslada unos centímetros más adelante de la jugadora.- Me colocó un auricular al escuchar que está sonando. Me olvidé completamente de apagar la música.
Mi sonrisa de ensancha cuando escucho "Bésame" de Bhavi y Seven Kayne haciendo que me ponga los dos auriculares está vez.
Me giro nuevamente viendo a Shin acomodando sus cosas.

- Besa-bésame, mi amor.- Canto, al parecer a todo pulmón, ya que Shin se dió vuelta ¿asustado? Trago grueso, al pensar en lo que dije pero inmediatamente me relajo cuando recuerdo que él no habla español.-No sé cuánto tiempo me voy, aprovechemos el hoy porqué es hoy, porque es hoy.- Digo señalandolo haciendo que este me mire frunciendo el ceño. Cuando se viene la parte del rap comienzo a hacer unos amagues con la mano en forma de pistolita.
- ¿Sara, qué haces?.- Escucho que dice.- ¿Y que me dijiste?.- Paro la música y me saco los auriculares.
- Nada, nada.- Levanto una mano restándole importancia.
Este vuelve a lo que estaba haciendo antes. Y yo hago lo mismo. Sacó de mi mochila el sándwich que encontré ayer y lo parto con la mano tendiendole la mitad a Shin, el cuál se había sentado ya.
- Gracias, pero yo cuido mi alimentación.- Dice mirando para otro lado.
Levanto una ceja, ¿Quién en su sano juicio rechaza un sándwich hecho en casa?.
- ¡Oh vamos Shin!- Este dirige su atención hacia mí.- Una vez no te hará nada, come.- Moví el sándwich para que le parezca tentador. Lo cuál resultó ya que después de unos segundos lo agarró.
- Viste no era tan difícil.- Sonreí dándole un mordisco, maldición esto si que está bueno. Observo la fogata que hicimos, ya que hace muchísimo frío.
- ¿Sabes que tu hermano juega mañana?.- Escucho que dice Shin, sorprendiendome de que él rompiera el silencio.
Sólo me limito a negar.
- Juega contra Los Pistoleros De Seibu.- Agrega. Lo miro fijamente.
- ¿Son buenos?.- Pregunto mientras me acabo el sándwich, viendo que este ya se lo acabo.
Asiente y hago una mueca. Me recuerda que ya se está acercando el partido contra Las Vaqueras. Espero ver mis avances con el León Maldito en ese partido.
Al terminar mi comida voy hacia la mochila y saco las sábanas.
Camino hacia Shin tendiendole estás.
- Son tuyas, ¿Cierto?.- Este mira lo que le estoy entregando y asiente. - Gracias.- Se las dejo en su regazo y vuelvo a mi lugar inicial. Preparándome para dormir apoyada en un árbol.
- Espera.- Escucho a Shin. - Toma una.- Me entrega una sábana la cuál acepto.- ¿No trajiste cambio de ropa?.- Dice recorriemdome con la mirada.
- No, simplemente me dijieron que tenía que subir el Monte Fuji cuando ya estábamos acá.- Me encogí de hombros. No escuché respuesta de parte de Shin por lo que miré y estaba apoyado en otro árbol tapado. Con sus ojos cerrados.
Copié su acción y cerré los ojos para ya dormirme, lo cuál no fue difícil ya que estaba cerca de la fogata, muy calentita.

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