Eyeshield 21

Capítulo 16

Niego varias veces con la cabeza.
- ¿Por qué estaría con alguien?, nadie va al monte Fuji.- Dije obvia.
Esta asintió con una sonrisa pequeña.
- Bien, gracias Sara.- Se da la vuelta sin decir nada más lo cuál me hace fruncir el ceño. ¿Se habrá dado cuenta?. Espero que no porque es capaz de volverme a enviar al Monte y esta vez no quiero estar sola, me podría atacar otro Jabalí o peor aún, otro animal.
Suspiro y voy hacia mí habitación. Subo las escaleras y abro la puerta.
Esta todo tal y como lo dejé.

Tomo impulso y me tiró sobre la cama dando un suspiro del gusto. Ya la extrañaba.
Comienzo a quitarme la ropa con tierra y sudada para ir a darme una ducha la cuál necesito urgentemente.
Voy al baño y abro la canilla regulando el agua, metiéndome en ella en un santiamén.
Me coloco el shampoo y acondicionador en el pelo y me paso el jabón por todo mi cuerpo lleno de suciedad.

Al estar completamente limpia salgo del baño envuelta en una toalla secándome los sectores mojados.
De repente siento unas vibraciones incómodas provenientes de mi celular el cuál suena como loco al recibir Wi-fi.
Lo agarro viendo los mensajes entrantes.
Casi todos son de las chicas preguntando dónde estoy. Me encogo de hombros, dejándolas en visto ya que no hace falta responderles.
Mi dedo pasa ágilmente todos los mensajes hasta que uno me llama la atención, es de un número desconocido.
Inmediatamente lo abro leyendo su contenido.

Sara, soy Sena.
Si te preguntas como conseguí tu número no te preocupes, Luci, tu amiga me lo dió.
En fin, sólo quería invitarte a un partido de los Deimon. Si tú quieres claro.
Por las dudas el partido es a las 4:30...
Enviado a las  4:05.

Miro el reloj en mi mesita de luz dando este las 4:10. Hace poco fue enviado.

Presionó responder comenzando a escribir.

¡Claro que sí! Mándame la dirección y estoy .
- Sara

Mi celular vuelve a vibrar pero esta vez en mis manos.

¡Genial hermana! Aquí te espero. Ah y por cierto tus amigas también están invitadas.

-Sena

Supongo que se refiere a Luci y Maya.

Inmediatamente me llega otro mensaje con la dirección.

Bloqueo el teléfono tirandolo a mi lado. Me levanto buscando que ponerme ya que hace un frío horrible que te cala los huesos. Después de estar observando un rato mi ropero me decido por una remera mangas larga,  unos jeans negros, un suéter blanco y zapatillas del mismo color.
Tomo mi celular y una bufanda por las dudas saliendo de la habitación.
Bajo las escaleras y veo a las chicas viendo televisión.
- ¿A dónde vas?.- Pregunta Maya girandose.

- Mi hermano me invitó a un partido.- Respondo mientras camino hacia la nevera en busca de leche.- Por cierto ¿quieren venir?.- Abro el piquito y tomo de la boca mientras las observo.
Estás niegan y me señalan la televisión donde Sherlock Holmes aparece con su lupa.
Sonrío, Sherlock es la excusa perfecta.

Dejo la leche en donde estaba saliendo de la cancha haciendo una seña a Harold de que vamos.

Frenamos en frente de un estadio gigante en unos minutos. Me despido de Harold y me bajo empezando a buscar a Sena y a su equipo.
Paso por el gran tumulto de gente acumulada y voy hacia la entrada esperando verlos.

- Señorita, su ticket.- Detiene mi búsqueda un guardia, que parece gorila, tomándome del brazo fuertemente.
Me quedo muda mirándolo. La otra vez entre con la ayuda de Sena por que me invitó pero ahora no lo encuentro.
- Eh...y-yo.- Su agarre se intensifica.- Oiga suelteme.- Digo intentando safarme.
- Lo siento pero sin entrada no entra.- Dice sin expresión en el rostro.
- Usted no entiende, Deimon me invitó. ¿Sabe quiénes son?.- Me apresuro al hablar, Sena debe de estar buscándome.
- En serio cree que soy tan iluso.- Lo miro frunciendo el ceño. No entiendo a qué se refiere.- Muchas personas dijieron eso para no comprar la entrada. Son muy estúpidos igual que usted.
- Soy la hermana de uno de los integrantes.- El guardia, que sigue con su mano en mi brazo, se ríe a carcajadas.
- No me diga, adivino ¿De Eyeshield 21?.- Levanto mis cejas sorprendida. No sabía que conocía a mi hermano.
Asiento y este bufa arrastrándome con él fuera del estadio. Cuando estamos lo suficientemente alejados de la gente, el guardia repentinamente con su otra mano me agarra de la cintura.