-¿Sara? ¿Estás ahí?.- Escucho que dicen a lo lejos.
Frunzo el ceño y me acerco más a la almohada calentita.
- ¿Sara? Ya estamos a punto de llegar para buscarte. ¿Estás preparada?.- Escucho nuevamente. Me saco el pelo de la cara cayendo mi mano sobre¿Cuadraditos?. Y es ahí cuando caigo en cuenta que las almohadas no respiran.
Abro los ojos, reicorporandome rápidamente para salir disparada pero lo que veo me hace sonreír de ternura.
Shin está dormido tan pacíficamente, con su mano derecha aparentando fuertemente mi cintura.
Recuerdo todo lo que sucedió anoche.
Respiro hondo, necesitaba hablar con alguien. Aunque debo admitir que nunca pensé que ese "alguien" podría ser del sexo masculino.- MALDITA MOCOSA ¿¡DÓNDE ESTÁS!?.- La voz de Maya hace eco en el bosque.
Trago grueso, si me ven con Shin van a pensar que no hice nada en estos cuatro días y tendré castigo.Busco mi mochila con la mirada dando con ella en el instante. Me muevo como lagartija para intentar salir del agarre de Shin.
- ¿Por qué te mueves tanto?.- ¡Mierda! Con esa maldita voz ronca creo que ya me vine.
- Me buscan.- Me mordí el labio inferior.
- ¿Ya? Pero si es temprano.- Dice volviendo a caer en el sueño.
- ¿Temprano? Shin son como las tres de la tarde.- Abre los ojos como platos antes de levantarse rápido, haciendo que yo me caiga bruscamente a la tierra cubrida por la sábana.
- ¡Maldición!.- Gruñe por lo bajo.
Corre por su mochila y se la coloca.
- Muy bien vete.- Dije levantando el pulgar hacia él en signo de que está todo bien.
Dirige mi vista hacia mí y se acerca dándome la mano.
- Perdóname.- Dice.- No estoy acostumbrado a levantarme tarde.- Levanto un ceja. ¿Qué dijo? Yo cuando no tengo entrenamiento soy capaz de dormirme hasta las cinco de la tarde.Nos quedamos parados uno frente al otro, mirándonos fijamente.
Sonrío de lado.- No pasa nada, con todos los hombres con los que dormí ya es costumbre salir tarde pero muy tarde de la cama.- Dije juguetona. De repente Shin me suelta la mano y se da vuelta deprisa.
- Adiós.- Escucho que dice secamente. Y sin más se mezcla con la naturaleza.
Frunzo mi ceño y a este que le pasa.
Sólo era un juego. No me acosté con ningún chico después de lo que pasó.
Sujeto las sábanas que Shin se olvidó de recoger y las guardo en mi mochila.Ya teniendo todo listo parto hacia la entrada del bosque corriendo con mucha velocidad.
Llego y no veo a nadie.
Observo a mi alrededor y veo el gigantesco bus en una esquina con todo el equipo abajo.
Corro hasta ellas y grito.
- ¿A QUIÉN ESPERAN CON TANTAS ANSIAS?.- Sonrío y me miran pero no con felicidad como yo esperaba sino con preocupación. Diviso a Lucía con el celular en el oído pero al verme cortó.
Corren hacia mí y se lanzan encima mío haciendo que me caiga y estás cayendo encima mío.
- Nos tenías muy preocupadas.- Dice una defensora.
La miré confundida al mismo tiempo que nos paramos .
- Estábamos llamando a la policía para que inicie una búsqueda.- Responde otra defensora. Abro los ojos como platos, lo único que hice fue despertar en unos fuertes brazos calentitos.
- Perdonen chicas, es que me quede dormida.- Dije avergonzada.
Estás asintieron y subieron al bus, quedando Luci y yo.
Quién me abrazó con fuerza.
- Pensé que te había pasado algo.- Dice y nos separamos del abrazo.
-No me pasó nada sólo me quedé dormida, estaba cansada.- Pensé en contarle a Luci lo de Shin pero más tarde, ahora no es momento ni lugar.
- ¡Arriba equipo!.- Dice Harold desde el autobús. Subo las escaleras y este me sonríe.- Me alegra verte de nuevo Sara.- Le devuelvo la sonrisa y camino a uno de los asientos seguida por Luci.20 minutos después.
Llegamos a la cancha y corro para ir a mi habitación pero Maya se interpone.
- ¿Como estuvo tu entrenamiento?.- Dice mirándome.
- Bien, fue rápido.
- Las chicas me acaban de llamar diciendo que te habías perdido, por lo que tuve que gritar en el teléfono.- Sonrío, esas chicas.
- Me quedé dormida, eso es todo, tus gritos a través del teléfono me despertaron.- Esta asiente achinando los ojos intentando descubrir un secreto.
- ¿Estuviste con alguien, Sara?.- Exclama y mis manos comenzaron a sudar.

ESTÁS LEYENDO
Eyeshield 21
RomansaSara Kobayakawa tiene su próximo partido en Japón, dónde se encuentra con su hermano, Sena Kobayakawa. Piensa que es una gran oportunidad de verlo otra vez después de 5 años. Pero se llevará una sorpresa, su tímido y reservado hermano, quién sufría...