Capítulo 11Scarlett logró convencer a Peter sobre continuar la misión ya que al fin y al cabo, si se negaba a seguir, ¿donde irían? No podían volver a sus respectivos orfanatos ya que no sabían donde se encontraba Nunca Jamás y tampoco tenían un medio de transporte que les facilitara y asegurara llegar a sanos y salvos; además, los únicos en los que confiaban (o al menos Scarlett), eran Tigrilla y Garfio y por lo que podían observar, no es que la situación fuera muy cómoda. Eso si, Peter dijo que seguiría solo si Scarlett revelaba donde se había metido todo este tiempo. Le acabo contando que había salido por la madrugada a caminar por el bosque y acabo escuchando a Smee revelar la existencia del reino de las hadas y que después de eso había sido capturada por Barba Negra. Lo que Peter no sabe, es que omitió la parte en la que lo siguió y escucho como extrañaba a Nibs y lo mucho que lo necesitaba. Para relajar el ambiente, le contó lo mucho que se aburría allí adentro y lo mal que olían algunos piratas, por no decir todos. También como Tigrilla logro dar con su paradero ya que cuando el apareció con los pájaros, a ella la estaban trasladando a otro lugar junto con otras personas, pero antes de entrar a lo que seria su futuro destino, ella lucho contra ellos; podia haberla ayudado si no fuera porque en ese instante estaba con las manos atadas.
Ahora mismo, estaban siendo arrastrados por la corriente del río mientras Tigrilla planeaba el siguiente movimiento.
- Barba Negra no dejara de buscar a Peter; solo hay un lugar en esta isla en el que no osaría mirar.
- ¿La laguna de las sirenas? -pregunto Garfio.
- ¿A los piratas les dan miedo las sirenas? -pregunto Scarlett mientras jugaba con el agua.
- No es por las sirenas, es por lo que hay que atravesar para llegar a ellas -hizo una pausa- cocodrilos -en ese instante, tanto Garfio como Scarlett, quitaron la mano del agua para luego mirarse entre si para después seguir a lo suyo.
El resto del tiempo Scarlett y Peter contemplaban el paisaje; nunca habían visto uno igual, era increíble. El sonido que emitían los insectos era embriagador puesto que en la zona en la que se encontraba su orfanato; debido a las fábricas industriales que se posaban detrás de ellos, prohibía el paso de estos animales; por otro lado, el color de las plantas y el de las colinas era hermoso ya que eran pintados de colores primaverales, y eso que solo llevaban un tramo, y el olor que se respiraba era demasiado puro. La noche había caído y lo único que podían hacer era contemplar el paisaje o dormir. Peter se acerco al borde para luego romper, en pequeños trozos, uno de los fragmentos de la poca carta que quedaba de su madre. Suspiro. Esta destrozado. Algo llamo su atención, a parte de la de los demás, una cantidad de pequeñas burbujas sumergieron de las profundidades para dar paso a un cocodrilo.
- Coger las antorchas, les da miedo la luz.
- ¿Lo hemos asustado? -preguntaron con temor.
Mientras agitaban las antorchas de extremo a extremo, debajo de ellos, a gran velocidad, apareció el cocodrilo encima de ellos, logrando observar toda parte de su ser.
- No me digas que también vuela.
Perdieron de vista al animal hasta que, por la gran cola que este tenia, logro tirar a Scarlett de la barca.
- ¡Scarlett! ¡dame la mano!
El cocodrilo había logrado agarrarle del pie, arrastrándola a las profundidades. Pensaba que su camino había finalizado pero un rayo de esperanza, apareció entre la oscuridad. Un grupo de sirenas la habían protegido puesto que con su cola, agredieron al cocodrilo, logrando que la soltaran para luego ayudarla a llegar a la superficie.
- ¿Estas bien? -pregunto Garfio- pero que demonios, ¿que es eso?
- Son sirenas, te van a encantar.
Al final, acabaron llegando a una cueva abierta gracias a la ayuda de las sirenas. Bajaron todos de la barca improvisada para después, las sirenas, irse ya que habían logrado su cometido. Garfio se había ido a explorar un barco que se encontraba a unos cuantos metros de su localización, dejando a Tigrilla y los niños solos.
- Siento habértelo ocultado -comenzó a disculparse ella- pero Barba Negra no te a contado toda la verdad; te lo mostraré. -dejaron el lugar en el que estaban para meterse en la laguna- Las sirenas llenaron estas aguas de recuerdos... respira hondo -ordeno para luego sumergirlo.
En la laguna, Peter pudo observar como estas empezaban a cobrar vida. Su madre estaba siendo mostrada, estaba huyendo de Barba Negra pero acabo siendo encontrada; lucho como una valiente guerrera, hasta sus últimos momentos ya que Barba Negra, carcomido por su ira, acabo con su vida.
- Era una gran guerrera, su sacrificio continua inspirándonos.
- ¿La conocías? -pregunto Scarlett.
- Ella me entreno al igual que tu madre -la miro.
- ¿Y si no puedo hacer lo que ella hizo? ¿y si no logro que se cumpla la profecía?
- Si no lo intentas, ¿que serías pues?
Peter se la había pasado todo el rato pensando en las palabras de Tigrilla hasta que Scarlett se le acerco.
- ¿Como estas?
- Me siento presionado, no se que esperan que llegue a ser, no podré hacerlo.
- Vamos Peter -le acarició la espalda- no estes así; se que es difícil y no se como te debes sentir ahora mismo pero intento hacer lo mejor que puedo así que no te rindas a la primera.
- Gracias -sonrío.
- No pasa nada, para eso estamos los amigos -sonrío Scarlett para luego ver como Peter cambiaba de parecer a uno triste.
- Esto... Scar ¿me dejarías intentar hacer algo? -pregunto dudoso.
- ¿El q- -Peter no la había dejado terminar la frase ya que junto sus labios con los de ella, convirtiéndose este en el primer beso de ambos. Scarlett se había quedado perpleja ante esta acción repentina que no sabia que hacer.
-Ejem -tosió Garfio interrumpiendo el momento- siento interrumpir, pero tenéis que ver esto.
Después de aquel inesperado acto y lo sonrojados que estaban los dos; se dirigieron al barco que anteriormente Garfio había inspeccionado.
- Bueno, el barco en si no esta mal, tengo que reparar unas cuantas cosas y estará en marcha.
- ¿Para que?
- Para regresar a casa, es obvio.
- Uno no es de donde es, sino de donde esta así que lo que quieres hacer es largarte como un cobarde -reprocho Tigrilla.
- No lo hubiera dicho con esos términos, pero si. Ahora, todos los que han estado con Barba Negra, están en la mina y no pienso volver.
- Si no encuentras ninguna razón para quedarte, vete y déjanos morir.
- No quiero que mueras, así que esa es tu decisión, no la mía.
Tigrilla, indignada por la actitud de Garfio, se fue del barco a la par que Scarlett ya que ella no tenia lugar donde volver y seguro que Ashley se encontraba bien. En cambio, Peter se quedo con el o al menos, eso pensaban ellas ya que cuando se marcharon el no le había seguido; así que por más que Peter la haya besado pensaba irse al ver que no podia hacer lo que querían que hiciera -pensó Scarlett.
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𝐸𝑠𝑡𝑜 𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑠𝑢𝑒𝑛̃𝑜.
FantasyLondres, Segunda Guerra Mundial. Cuatro amigos, dos de ellos viajan a otro mundo del cual desconocían que existía. ¿La protagonista se enamorara de nuestro querido Peter Pan? Lee esta Historia y descubre las entrañas que desemboca esta gran aventura...