•†• Sally Face 2 •†•

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     —Entonces, ¿nos vamos ya?

La pregunta de Larry hizo que Sally temblara, indeciso. ¿Cómo le diría a Larry que no podía ir? Debía inventar algo rápido, pero Sal era el peor mentiroso del mundo.

     —Sobre eso, Larry... mi padre necesita unas cosas para la cena, y tengo que ir a— pensó un poco—.... tengo que ir a buscar un libro a la biblioteca, para poder reforzar los ejercicios de matemáticas.

Larry alzó una ceja.

     —¿Tu reforzando matemáticas? Eres el mejor en la materia- dijo Larry y entonces se encogió de hombros—. Vamos, si quieres tiempo a solas, yo lo entiendo. Pero no me mientas, no sabes hacerlo y te sale horrible.

Bueno, había sido mucho más fácil de lo que había pensado, pero aún así se sentía mal porque de alguna u otra forma, seguía mintiéndole a su mejor amigo, aquel que consideraba casi un hermano.

     —Gracias, Larry... de verdad necesito pensar un poco y no sabía cómo decírtelo— incluso decir eso lo hacía sentir mal.

     —Oye, puedes decirme lo que sea. Somos amigos.

"Estoy seguro de que si supieras la verdadera razón, no lo entenderías" pensó Sally.

     —De cualquier forma, suerte. Ve con cuidado, y si necesitas algo, cuenta conmigo— aseguró el mayor y le sonrió—. Hasta la vista, Sally Face.

     —Gracias, Larry Face— contestó el de cabello azul mientras veía al castaño alejarse camino a los apartamentos Addison.

Sacó de su bolsillo un papel.

"Nos vemos en el parque Nockfell..."

La escuela no estaba lejos de allí. Así que decidido a ayudar a Travis, caminó hacia el parque.

.

     El rubio estaba apoyado en uno de los árboles más grandes del parque. Ahora se cuestionaba si decirle a Sally Face que se vieran había sido buena idea, además de los nervios que le consumían de pies a cabeza.

Se vería a solas, con el chico que le gustaba. ¿Cómo iba a decirle todo? Quizás solo debía partir por lo básico.

"No quiero que hables con ése pobre diablo... ni siquiera puedo decir si es humano. Ése monstruo jamás será amado por Dios."

Si tan solo Sal Fisher supiera lo que el pastor, su padre, pensaba sobre él... no sería capaz de siquiera dirigirle la mirada. Hasta hacía un par de semanas, pensaba firmemente que su padre tenía razón, y había reprimido todo sentimiento hacia el de coletas. Se había limitado a escribir cartas que jamás serían correspondidas, ni siquiera leídas.

Solo eran un desperdicio de tiempo.

     —Lamento la tardanza, fui por algo y tardé más de lo que pensaba...— se disculpó Sally, quien había llegado a su lado. El de cabello azul le extendió una bolsa de papel con un sándwich adentro, y Travis -confundido- solo atinó a ver al de la prótesis.

     —¿Un sándwich?

     —No almorzaste, supuse que tendrías hambre— explicó el de chaleco negro, y luego apuntó el sándwich—. Además , es de mortadela. Sé lo mucho que te gustaba.

"Si no le gusta, entonces de verdad pensaré que es un alien... un alien caníbal" pensaba Sal, mientras el rubio guardaba el sándwich de vuelta.

     —No tengo hambre— el rugido de su estómago lo interrumpió. Sal contuvo una risa, y las mejillas del rubio se tiñeron de rosado—... olvídalo.

•†• Memories & Dreams •†• || Sally Face Fanfic  #SallyFaceAwards2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora