•†• Memories & Dreams •†• || Sally Face Fanfic #SallyFaceAwards2020

•†• Sally Face 15 •†•

((IMPORTANTE: Lean la nota al final del capítulo, por favor... ♡))

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La noticia le cayó como un balde de agua fría encima. Después de haber hecho hasta lo imposible por traerlo de vuelta, Lisa solo inscribió a Larry a otra escuela. ¿De verdad tenían tanta mala suerte? Sally no pudo creérselo. Después de un agradable momento con el castaño, dejó caer esa bomba que no hizo más que estresarlo de nuevo.

—Tranquilo— Larry sacudió el cabello de Sal, sin mayores preocupaciones. Él parecía bastante relajado al tener al menor reposando sobre su torso—. Mamá me meterá de nuevo a la escuela en lo que nos reintegran a todos a la escuela.

—¿Y qué tal es?— preguntó Sally. Sintió una enorme curiosidad.

—Considerando que demoro una hora en bus en llegar, los profesores son estrictos, no pasa nada y solo he hecho una "amiga", podrías llamarlo una mierda— explicó Larry, tranquilo—. Como Nockfell, antes de que toda la mierda con los nuevos pasara.

—Entonces es mejor.

—Normal, creo— respondió Larry, acariciando las hebras azules del menor. Sally cerró ambos ojos, sintiendo aquella amable caricia sobre su cabello—. ¿Vas a dormirte?

—Fue un largo día— susurró Sally.

El mayor sonrió, pensando en lo adorable que se veía. Se mantuvo un rato acariciándolo durante un rato, esperando a que cayera dormido. Una vez se durmiera, bajaría a su hogar para prepararse para el día siguiente. Ahora quien tenía clases era él, mientras que Sally podía reposar tranquilamente en casa. Al menos estaría lejos de todo problema posible, por lo que se sintió aliviado. Si de nuevo le ocurría algo a Sally por su culpa, entonces no se lo perdonaría.

•†• Sally Face •†•

Era viernes, aunque afortunadamente ella no tenía escuela. Se levantó de manera perezosa a eso de las diez de la mañana, acercándose a la mesa, donde su madre tomaba desayuno mientras veía la televisión. La noche anterior tuvieron una larga conversación en la cual debatieron sobre su castigo. Básicamente, se la pasaría en la casa hasta nuevo aviso, y la única excepción sería para ir a trabajar los fines de semana.

Sin embargo, su madre no quería hablar sobre lo ocurrido con Travis. Pareciera como si el incidente la incomodara demasiado. A Noah no le causaba gracia, pero no podía pensar en que su hermano menor estuviera siendo abusado. No quería que le pasara lo mismo que a ella.

—Hay que comprar huevos para desayunar. Tú irás a comprarlos— dictaminó Rachel, mirando la televisión.

—Mamá, hablando de huevos— Noah miró a su madre—, ¿no crees que deberíamos hablar sobre la homosexualidad de Travis y el hecho de que papá probablemente lo está masacrando en casa?

—Sí, deberíamos— su madre suspiró—. Pero escuchaste a tu padre.

—Pero no a mi hermano— rebatió Noah. Luego, rodó los ojos—. Mamá, mira, no quiero ser pesimista, pero a Travis le pasa algo. Tú también lo sabes, ¿quién iba a hacerle ese chupetón que tenía en el cuello?

—Noelia- le llamó su madre—, tengo que pensar bien en qué hacer. Ayudar a tu hermano significaría un montón de cosas, y no dudaré en hacerlo, siempre y cuando él quiera recibir ayuda.

La menor pensó en ello, preocupada. Claro, lo había humillado, porque se lo merecía, pero esperaba que dijera toda la verdad, incluyendo al culpable de los abusos.