¿Mamá?

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¿Para qué la dormiste con un genjutsu? Sabes que en un par de días no despertará. -Se quejó Hidan dándole un sermón a Itachi.-

Ya han pasado tres días. En poco despertará. -Dijo seriamente.-

-Yo me encontraba escuchándolos, empezando a despertarme de un largo sueño. ¿En serio había dormido tres días? Madre mía. Sonreí leve, mientras me levantaba, mi pierna estaba completamente curada. Fui hacia donde ellos estaban, llevándose una gran sorpresa por mi intromisión.- H-Hola.

-Deidara me abrazó, emocionado, comportándose como un niño pequeño. Correspondí, acariciando la cabeza de éste.- Ya, ya jaja.

Te he echado tanto de menos. -Susurró mientras miraba de reojo a Itachi.-

Y yo a ti. -Dije algo cortante, separándome de él para ir en dirección al portador del Sharingan.- Me gustaría hablar contigo en privado.

-Itachi asintió. Salimos ambos al bosque, y cuando ya estábamos solos me puse enfrente de él, cruzando me de brazos.- Te agradezco que alejaras a Dei de mí, pero eso no te da derecho a dormirme con tu Sharingan. -Me quejé.-

Estabas cansada de la pelea que tuviste con Tobi y tenías heridas además de una torcedura de tobillo. Debías descansar. -Se excusó Itachi, dejando me sin saber qué decir.-

-De repente oímos un llanto detrás de unos arbustos, estaba oscuro y no había nadie merodeando por ahí. ¿Quién lloraba? Itachi y yo nos acercamos, observando de dónde provenía. Vimos una silueta que parecía estar de cuclillas, agarrando sus rodillas, temblando de miedo. Era una niña de apenas unos 8 años. Nos miró, comenzando a aumentar su llanto mientras corría hacia mí. Me abrazó por la cadera, agarrando fuertemente mi camiseta.- Tranquilizate, pequeña. -Dije acariciando su cabello, cogiéndola en mis brazos, mientras la consolaba.- Cuenta me lo que te pasa.

Snif... M-Me persiguen... A-Ayudenme... -Al finalizar aparecieron tres ninjas, lanzándome Kunais, que en realidad apuntaba a la niña.-

-Itachi los desvió, dejando K.O a los tres en menos de un minuto. Uno de ellos, antes de morir, susurró estas palabras “No pueden... haber testigos...” -

¡Woah! -La pequeña se sorprendió, bajándose de mis brazos, yendo hacia Itachi, tirando de su ropa.- ¡Eres increíble! ¿Puedo llamarte papá? -Preguntó alegre poniendo carita chibi.-

-Itachi me miró sin saber qué decir, yo simplemente asentí.- Claro. -Dijo mientras se dibujaba una linda sonrisa en su rostro, haciendo que me sonrojara. ¡Era demasiado Kawai! -

¿Y a ti Mamá? -Me preguntó. Yo enseguida asentí, cogiendo a la pequeña en mis brazos, achuchándola.-

¿Cómo te llamas? -Le pregunté acariciando su cabello marrón.-

Yumiko. -Respondió alegre, con una linda sonrisa.-

¿Por qué te estaban persiguiendo? -Preguntó por otro lado Itachi.-

Atacaron a mi aldea y mataron a todos los aldeanos, mi hermano me dijo que huyera y encontrara a alguien, que él se iba a reunir conmigo después. -Dijo algo seria al recordarlo sin quitar la mirada de su 'papá'.- ¡Pero luego vendrá a buscarme! -Exclamó esbozando una alegre sonrisa.-

-En ese instante adoré la ignorancia de los niños. La abracé con más fuerza, mientras cerraba los ojos.- Nosotros seremos tu familia. -Dije mirándola con cierto apego y cariño, a lo que Yumiko asintió feliz.-

-Volvimos a la cueva, mirándonos raros los demás. Yumiko se bajó de mis brazos, yendo hacia ellos, parándose enfrente de los Ex-Akatsuki.-

¿Sois amigos de Papá y Mamá? -Preguntó con una sonrisa mientras los examinaba de arriba a abajo.- Soy Yumiko y tengo siete años. ¿Y ustedes?

¡Itachi! ¿Qué le has hecho a Kaoru? ¿Y esta cría? ¡No me digas que.... ! -Dijeron frustrados Hidan y Deidara mientras que Sasori se agachó para estar a la altura de Yumiko, presentándose mientras ignoraba a los otros dos.-

¡No le habléis a Mamá y Papá así! -Dijo pegandoles una patada en la rodilla a Hidan y Deidara, inflando sus mejillas.-

Nos la encontramos en medio del bosque, y yo seré su madre. -Dije acariciando la cabeza de la pequeña.-

¡Entonces yo el padre! -Exclamó con alegría Hidan, a lo que Dei le contradijo, diciendo lo mismo que él.-

Papá es él. -Señaló a Itachi, yendo hacia él, tomándola en los brazos.- Papá es más guapo que todos ustedes. -Sacó la lengua, en forma de burla.-

Maldita cría... -Susurró Hidan enfadado, pero no por el comentario sino por la sonrisa de ganador que tenía Itachi en el rostro.-

Vamos, es hora de dormir, Yumiko-Chan. -Dije feliz. Ahora sabría lo que es ser madre. La niña se bajó, agarrándome de la mano, acompañando me hasta donde había una cama. Nos acostemos juntas, pues no la iba a dejar sola con los ninjas que había por ahí. Finalmente nos dormimos.-

El Mundo Ideal De Kaoru. | Naruto Shippuden |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora