Una encarnizada lucha.

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Durante todo este tiempo he estado entrenando para enfrentarte, y me he vuelto mucho más fuerte. -Dije a Obito, mirándole fijamente.-

Oh, eso quiero comprobarlo yo mismo. Pero quiero luchar con la verdadera, no con su clon. -Bajó del Juubi, pues estaba encima, sobre su cabeza.- La esperaré.

No tardará en llegar. -Susurré mientras miraba a la alianza ninja, sonriendo.-

-Entre el bosque apareció Itachi e Hidan, junto a los rescatados. Shikamaru e Ino fueron a ver a sus padres, abrazando los mientras se emocionaban.-  Ellos nos salvaron junto a vuestra amiga. -Susurró el padre de Shikamaru [No me acuerdo de su nombre] mientras sonreía.-

-Las personas se alarmaron más. ¿¡Cuántos akatsuki había más!? .- Están todos de nuestro lado. -Dijo Naruto ante la inquietud de la gente.- Lo sé, algo me dice en mi interior que son de confianza. -Sonrió observando a su alrededor.-

-Poco tiempo después aparecí, mi verdadero yo, haciendo que mi clon desapareciese, yendo de camino a Obito.- Itachi, lo siento, pero ya sabes qué hacer. -Le dije en susurro a Itachi mientras avanzaba yo sola hacia mi enemigo.- Madara... -Dirigí mi vista hacia arriba, el susodicho estaba sentado en una montaña, parecía que no iba a hacer ningún sólo movimiento, aliviando me.-

-Empecé a correr hacia Obito con la katana en mi mano, pero mis golpes eran inútiles. Como había predecido mandaba las partes de su cuerpo, a las que iba a dar, a una dimensión diferente, llamada ésta técnica 'Kamui'.- ¡Itachi! -Grité a punto de darle en el brazo con mi katana a Obito. Itachi forzó su ojo, mandando mi katana a dónde envió su brazo, dándole en esa dimensión, haciéndole un corte.- ¡Deja de utilizar el Kamui y pelea de cuerpo a cuerpo! -Ordené enojada. No quería que Itachi forzara más la vista, sino se quedaría ciego.-

Como quieras, pero no te arrepientas. -Vino hacia mí en un santiamén, empujando me hacia atrás, hice una voltereta, aterrizando bien. Le lancé varios impulsos de viento, pero los esquivó fácilmente. La lucha consistía en, simplemente, esquivar, atacar, esquivar, golpear, esquivar, jutsu, esquivar y recibir. Estábamos casi igualados, o eso me gustaría decir. Él me ganaba y yo empezaba a ceder pero no podía rendirme, no ahora.-

¡Déjate de tonterías y acaba ya! -Ordenó Madara a lo que Obito se puso más serio. Comenzando a doblar el ritmo de sus ataques que yo esquivaba.- Tsk... Lo haré yo. -Madara se puso de pie, y ordenó al Juubi hacer una Bijuudama, el ataque que destruyó la base.-

No... Aquí no... -Estaba tan distraída preocupando me por la Bijuudama que Obito me clavó una katana en el lado derecho del estómago, cayendo de rodillas al suelo, aún viva. Por suerte sobreviviría si me dejaba así, sin atacarme más.- Mierda... -Obito cogió un kunai, alzándolo y bajándolo, hacia mi cuello. Itachi lo paró con otro, dándome tiempo para deshacerme del arma clavada.-

Maldito... -Susurró Obito a Itachi que lo miraba indiferente.- Jé... -Saltó, quedándose en la cabeza del Juubi, observando como iba a afectar su ataque.- ¡Adelante!

-El Bijuudama fue disparado hacia toda la alianza. Me coloqué enfrente de todos, reteniendo el ataque con una barrera, que durante poco tiempo podía sostener. Tenía que pensar en algo rápido pero no se me ocurría y ya estaba en mis límites. Por mala suerte mi barrera se hizo trizas. En el último segundo el ataque desapareció por arte de magia, quedándonos todos atónitos. Una extraña persona apareció delante de las personas, siendo el héroe que nos había salvado.-

M-Minato... -Susurré mientras Itachi me sujetaba para no caerme.-

El Mundo Ideal De Kaoru. | Naruto Shippuden |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora