Nueva Familia.

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-Me desperté debido a que me estaban agitando débilmente, abrí los ojos, encontrándome con el rostro de mi 'hija' algo apurada. Me senté sobre la cama, preguntándole que qué le pasaba, a lo que ella respondió.- Mamá, quiero ir al baño.

Te acompaño. -Dije agarrándola de la mano, saliendo al bosque, esperando a que Yumiko terminase. Luego volvimos a la cueva, preparando algo para desayunar.-

Está muy bueno todo, madre. -Dijo manchándose la boca de guisado y de postre una manzana.- Quiero darme un baño, mami. -Dijo feliz mientras terminaba de comer.-

Aquí cerca hay un lago. Pero antes hay que comprar unos bikinis. -Dije sonriendo. ¡Ahora sabía lo que era ser madre! Cumplir todos los caprichos de su hija, pero aún así, no me disgustaba la idea.-

|Fuimos a un pueblo algo lejos, llevándola en mi espalda durante el trayecto y al volver. Tardamos en llegar de nuevo a la cueva, pues la pequeña se entretenía en hablar con niños de igual edad o en acariciar algún animal que encontraba. Durante ese tiempo los demás se despertaron, haciendo sus quehaceres.|

Itachi, Yumiko y yo nos vamos a dar un baño en lago. -Dije avisando antes de salir, oyendo me los demás varones.-

-Al llegar me aparté un poco, desvistiéndome y poniéndome el bikini, al igual que la niña. El mío era azul cristalino y el de Yumi rojo. Nos lancemos de lleno al lago, jugando a echarnos agua o perseguirnos. A la visita al pueblo no sólo compré los bikinis, sino que cuatro bañadores para los chicos y toallas suficientes por si ellos querían aprovechar también el día.-

¡A que no me pillas! -Dijo mientras nadaba  lejos de mí.-

No te alejes mucho, Yumiko-Chan. -Avisé mientras nadaba detrás de ella, abrazándola contra mí.- Te pillé jajaja.

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Oye, vamos a espiarlas. -Dijo un pervertido Hidan mientras se imaginaba mi cuerpo desnudo.-

¡Sí, sí! -Asintió igual Deidara.-

Yo prefiero bañarme con ellas. -Añadió el pelirrojo, mientras se estaba cambiando al igual que el azabache.-

¡Nos unimos! -Dijeron el Jashinista y el artista, cambiándose.-

-Una vez listos fueron hacia el lago, metiéndose de un salto los únicos salidos del grupo, saltándonos agua.-

¡Oye! -Me quejé enviándoles el doble de agua con la ayuda de mi hija.-

¡No lo hicimos a posta! -Se excusaron. Itachi y Sasori entraron lentamente en el agua, siendo los más calmados del lugar.-

¡Mami! -Exclamó mientras agarraba cada uno de mis pechos, dándole un apretón como si fuera algo raro o nuevo.- Qué grandes...

-Al decir eso todas las miradas se fijaron en mí, bueno, no en mí sino en mis pechos, como si quisieran averiguar si lo que decía la chiquilla era verdad o mentira. Yo rápidamente me aparté, respirando rápidamente hasta echando humo por las orejas, sonrojada y muerta de vergüenza.- ¡N-No digas eso!

Tienes buen gusto, Niña. -Dijo con una sonrisa de lado Hidan.-

-Me escondí, saliendo del agua, adentrandome en el bosque avergonzada. Me senté en una rama, apoyando mi espalda en el tronco, en bikini. Di un suspiro hondo.- Madre mía... ¡Qué vergüenza! ¿Y ahora cómo los miraré a la cara? -Me dije a mí misma mientras cerraba los ojos y cantaba una canción que retumbaba por el lugar.- Estrella solar de rojo color, tuve un sueño donde me sentía mal, lloraba y gritaba así... Oh mis ojos rojos. Estrella solar perdida estás, ¿quieres encontrar el camino de los demás? Mis sueños evocan dolor... Con desesperación. [La canción es Natsuhiboshi en español. Es de Naruto, de cuando era pequeño. Buscadla, es muy bonita :3 ]

-Cuando me calmé fui a reencontrarme con ellos. Sasori e Itachi estaban en la orilla, sentados. Les hice compañía, apoyando mi cabeza en el hombro de Itachi, susurrándole.- Mira qué bien se lo está pasando nuestra hija, Itachi. -Me salió de lo más natural, como si me estuviera dirigiendo a mi marido, pero me daba igual, ese ambiente no me lo arrebataría nadie.-

Eso parece. -Sonrió, mirándome con dulzura. Sasori ahí estorbaba e incluso se sentía algo incómodo, pero siguió.-

-De pronto hubo una explosión dentro del lago, levantando agua y algunos peces que había. Me puse de pie enseguida, adentrándome para buscar a Yumi. No la vi hasta que se disipó toda el agua, estaba en los brazos de un ninja, junto con otros cuatro.-

Oh, bonitas vistas. -Musitó uno de ellos, pero poco le duró pues le pegué una patada en el estómago, haciéndole volar por los aires. Me moví rápidamente hacia el individuo que tenía a Yumiko, por suerte ésta estaba desmayada. El ninja me apuntó con un kunai en la frente, deteniéndome en seco, teniendo el arma afilada casi rozándome.-

Pareces que sabes moverte. -Dije quieta sin quitarle la vista de encima.-

Oye tíos, esta jovencita es para mí. Id a por los otros. -Dijo mientras sonreía de manera divertida. Se movió rápidamente, lanzándome el kunai, que por suerte lo evité con el viento. Le di una patada en el brazo, haciendo que soltase a la chiquilla, cogiéndola en mis brazos, sujetándola fuerte.-

Lamentarás haberme enfrentado, mira hacia allí. -Señalé donde estaban los demás. El ninja se quedó boquiabierto, sus compañeros estaban muertos, sólo quedaba él.-

A lo mejor moriré, ¡pero te arrastraré conmigo, preciosidad! -Gritó haciendo unos sellos, alborotando el lago entero. Envié a Yumiko a Itachi, trasportándola sobre el viento. Unas raíces marrones y verdes me agarraron de los pies, empezando a arrastrarme para el fondo del mar. Antes de eso, acabé con la vida del enemigo, clavándole mi katana en el corazón, pero el jutsu se llevó a cabo.-

¡Ah! -Grité, intentando cortar las raíces con mi arma, cosa imposible. Me desesperaba y no podía aguantar mucho la respiración. Itachi vino en mi ayuda, proporcionándome oxígeno a través de un beso. No era un momento para ponerme ñoña o algo así. ¡Mi vida corría peligro! Por suerte me soltaron, sólo tenía que ir hacia el fondo, cortándolas desde dónde vinieron.-

Gracias, Itachi. -Respiré el hermoso y maravilloso oxígeno, ahora pensando en el beso.-

El Mundo Ideal De Kaoru. | Naruto Shippuden |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora