Capítulo 7 - "Mentiras que se desmoronan"

36 12 16
                                    


*La chispa del destino – "mentiras que se desmoronan"*

*Aarón narrando (papá de Sophie)*

Cuando por fin estuvimos sentados en ese bendito avión, fui capaz de suspirar aliviado al sentir como mi cabeza se calmaba y mis músculos se relajaban por primera vez en tres días. Era increíble como en tan poco tiempo mi monótona vida había mutado para transformarse en un infierno. Y es que demasiadas cosas estaban pasando al mismo tiempo, la disolución de mi matrimonio, la traición, y esa amenaza que se coronó como mi peor pesadilla.

Mi hermano no era un buen hombre, era peligroso, y no podía tomarme a la ligera las palabras que soltó aquella noche. El quería destruirme, y yo estaba bien con eso, no me importaba si algo me pasaba a mí, pero me aterraba la idea de que alguien que amo salga perjudicado.

Me gire para observar como Sophie dormía profundamente en el asiento de al lado, esa pequeña era mi vida entera, y por nada del mundo iba a permitir que Maximiliano le haga daño. Se sentía tan mal mentirle, no decirle que podía estar en peligro, pero, tenía que hacer lo posible para que ella sea feliz. Y yo estaba completamente seguro de que Soso no iba a poder estar en paz si tenía que mirar sobre su hombro a cada segundo.

Sabía que la mejor solución era poner la mayor distancia posible entre Sophie y mi hermano trastornado. Connecticut fue una buena opción, pero no fue casual ni desinteresada. Como Maximiliano dijo, solamente existen dos personas a las que amo, mi hija es una, pero la otra, es Olivia. La última vez que la vi fue hace 21 años, y jamás fui capaz de perdonarme a mí mismo el haberla dejado atrás, pero en ese momento, la vida y un millón de circunstancias se interpusieron entre nosotros. Irónicamente, la misma vida que nos separó, nos reunía nuevamente dos décadas más tarde.

El avión aterrizo y cuando finalmente nuestros pies tocaron el suelo de Connecticut, volví a sentirme un adolescente enamorado. Una oleada de nervios me invadió, estaba desesperado por llegar a la casa y tenerla frente a mí una vez más; pero cuando llegamos, Olivia no estaba por ningún lado.

Después de ayudar a Sophie y Alma, fui a mi habitación frustrado, ¿Por qué ella no estaba esperándonos?, no esperaba respuesta alguna a mi pregunta, pero para mi sorpresa, la encontré en el lugar menos pensado. Un pequeño sobre estaba en mi almohada y yo no tenía duda alguna de que esa era su letra.

"Aarón: Se que prometí estar presente para recibirlos, pero cuando el momento llego, me sentí incapaz de quedarme para cumplir esa promesa. Realmente lo siento, pero no podía estar ahí, no quería invadirlos.

Sin embargo, me gustaría muchísimo que aceptes cenar hoy conmigo en nuestro sitio preferido. Voy a estar esperándote a las 21 hs, hay tantas cosas de las que necesitamos hablar.

-Con amor, Olivia."

Sonreí como un idiota mientras releía su nota un millón de veces, decidí mirar el reloj para saber cuánto tiempo tenia para arreglarme y me quede pasmado, eran las 20.30, si no me daba prisa no iba a llegar a tiempo.

Le avise a Alma y salí corriendo de la casa , me subí al auto y en menos de 20 minutos ya estaba en el lugar acordado. Después de estacionar decidí mirar a través de los amplios ventanales del lugar buscándola, y cuando finalmente la visualice mi corazón se detuvo durante unos segundos; estaba sentada sola en una mesa de dos y traía un precioso vestido color oliva que resaltaba su cabello rojizo.

Entre al lugar y me acerque a su mesa, ella levanto su vista y se quedó mirándome a los ojos; estaba tan preciosa como siempre, pero tenía algo diferente, su miraba no tenía ni el brillo ni la luz que poseía 21 años atrás. Se veía tan vacía, tan cansada. Me quede congelado cuando abandono su silla y se lanzo a mis brazos, se sentía como si necesitase ese abrazo para seguir respirando.

La chispa del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora