Capítulo 8 - "Nuevas oportunidades"

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*La chispa del destino – "Nuevas oportunidades" *

*Aarón narrando (papá de Sophie)*

Olivia enmudeció e intento ponerse de pie, pero fue inútil. Sus piernas fallaron y su cuerpo terminó golpeando con fuerza el suelo. Salí disparado del sillón y me arrodillé a su lado. Por un segundo la idea de ella lastimándose me paralizó, necesitaba revisarla de pies a cabeza para ver si estaba ilesa.

Era un alivio ver que su cuerpo no tenía ni un solo rasguño, pero ella no estaba ilesa, su corazón estaba destruido. Su miraba se apago mientras comenzaba a llorar desconsoladamente; y lo único que fui capaz de hacer, fue envolverla con mis brazos en un desesperado intento de hacerla sentir a salvo.

Quería encontrar las palabras justas para poder reconfortarla, para lograr sacarle un poquito de ese dolor, pero, ¿qué se le dice a una madre a la que le arrebatan a su hija durante 20 años? ¿Qué decirle a una mujer a la que le negaron el derecho de conocer, criar y amar a su bebé?. Ninguna palabra era suficiente, sabía que nada que salga de mi boca iba a emendar esta situación de mierda en la que estábamos metidos.

-Yo lo siento Liv, lo siento muchísimo- me sentía como un idiota, era un escritor reconocido y lo mejor que pude decir fue eso, como si pedir perdón fuese a reparar todo el daño causado.

-¿Ahora si me crees?, ¿ahora si crees que Sophie es mi hija?-

Fui incapaz de responderle, porque simplemente era incapaz de hablar. En ese momento, sentía como la ira en estado puro circulaba por mi torrente sanguíneo. Los últimos años de mi vida habían sido una farsa.

Jamás ame a mi esposa, pero me quede y fui un esposo y padre ejemplar por nuestra hija. Fui tan idiota que permití que la oportunidad de ser feliz se escape de entre mis manos, y todo por nada. El infierno que viví fue inútil e innecesario, ahora sabía que Sophie era mía y de Olivia, Eleanor no tenía nada que ver.

Fue inevitable que me invada la utópica idea de que podríamos haber sido una familia feliz. Podría haber sido un hombre pleno al lado de la mujer que amaba criando a una pequeña que nació como fruto de ese amor. Pero por culpa de la avaricia y el egoísmo de una persona, nosotros éramos dos adultos miserables cuyos sueños estaban destrozados.

¿Con qué clase de persona me había casado? ¿Qué clase de madre le di a Sophie? Eleanor era alguien atroz, fue capaz de mentir, secuestrar, amenazar y orquestar una mentira tan buena que resistió intacta 21 años.

A Olivia se le escapo un sollozo que me sacó de mis pensamientos y me arrastró de nuevo a la realidad. Era un egoísta, estaba ahí sentado pensando en todo lo que yo había sufrido mientras que Liv se veía completamente devastada, incluso asustada. La esperanza que irradiaba ayer, hoy parecía esfumarse. ¿Ella pensaba que yo no iba a permitir que vea a Sophie?. ¿Cómo me quede callado y permití que piense algo así?, necesito borrar ese miedo inmediatamente, ella no se merece volver a sufrir nunca más.

Perdió en vida a su hija y la lloro durante dos décadas, pero eso se termina hoy mismo, Eleanor no va a volvernos a arrebatar ni un solo segundo más.

-Liv, vamos- me puse de pie y le ofrecí mi mano para ayudarla.

- ¿A dónde queres ir?- ella me miró con confusión.

-Si te parece bien, me gustaría ir a mi casa. Quiero que desayunes con Sophie y conmigo- Varias lagrimas brotaron de sus ojos, pero por primera vez, eran lagrimas de felicidad.

-¿En serio me dejarías verla?...pensé que ibas a querer esperar-

-Es tu hija, esperaste 20 años para poder verla; no quiero que esperes ni un segundo más. Solamente te pido que tengas paciencia y me des tiempo para poder contarle la verdad de a poco-

La chispa del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora