{Narra Cecilia}
Desperté por la luz del sol que se filtraba entre las cortinas. Ya era tarde, y lo sabía.
Consciente de que había pasado la mejor noche de mi vida, noté que los brazos protectores que me habían rodeado toda la noche, ya no estaban.
Me senté en la cama, y tallé mis ojos. Bostecé, y me dirigí al baño. Diablos, tenía mal aliento. Casi me caigo de trasero al piso al descubrir una notita sobre el lavabo.
"Supuse que te gustaría lavarte los dientes, y cepillarte el cabello así que aquí te dejo ésto- Harry" al lado de la nota, había ambos cepillos. El de dientes y el del cabello, ambos rosas. "Aww, qué lindo" pensé. Mientras cepillaba frenéticamente mis dientes recordé una conversación que había tenido con un amigo cuando tenía 16 años.
FLASHBACK
-¿Sabes cuando un chico va enserio?- dijo uno de mis mejores amigos, John.
-No, ni me interesa- dije mientras terminaba de pintar sus dibujos.
Bien, nunca había sido buena dibujando, palabras dulces para explicar que mis dibujos daban asco, pero amaba colorear, con lo que fuera, lápices, crayolas, acuarelas. John, en cambio, era un excelente dibujante. Y por las tardes, nos reuníamos en el parque bajo el árbol, mientras yo pintaba los dibujos que el hacía a mi pedido.
-Vamos Ceci, a veces pienso que eres lesbiana- dijo sonriendo burlonamente.
-Piensa lo que quieras, yo estoy segura de que tu eres gay- ambos reímos.
-No, ya. Te daré consejos pequeña perdedora, por si algún día consigues un novio- si cualquiera hubiera escuchado o visto nuestra manera de comportarnos con el otro, hubiera pensado que nos odiábamos, pero los insultos eran parte de nosotros. Nunca había insultado a John enserio, lo trataba con naturalidad.
-Cuando un chico te lleva flores es porque quiere quedar bien- explicó- créeme que no hay buenas intenciones de niño educado detrás de eso.
-No me digas genio, ¿y tú como sabes de hombres?- volví a preguntar sarcástica sonriendo mientras coloreaba el crepúsculo sobre mi hoja.
-Callate lesbiana, y dejame terminar de hablar- se rió y lo interrumpí.
-Vamos al punto Johnny, estoy aburriéndome-.
-Bien, sabrás que un chico va enserio si te ofrece espacio en su casa.
-¿Espacio?- pregunté distraída.
-Espacio. Y no me refiero a que te vayas a vivir con él. Estoy hablando del principio de la relación. Si tu vas a su casa, pasas una noche con él, y luego recoges todas tus cosas y te vas, quiere decir que no va enserio.
Enarqué una ceja.
-Dame un ejemplo de cómo saber cuando uno va enserio y ya-.
Pensó durante un instante.
-Por ejemplo, si dejas tu cepillo de dientes eso quiere decir que si va enserio. Piénsalo, si tu cepillo está ahí es por qué pasaran más noches juntos.
-O quizás para no despertarte y pasar todo el día con un aliento sofocante- reímos- eres un idiota, ¿tanta explicación para decirme semejante estupidez?
Pasó un brazo por mi hombro.
-Lo sé pequeña loser, nunca tendrás novio con esa actitud-.
-¿Y tu si lo tendrás?- reímos.
FIN DE FLASHBACK
Extrañaba a Johnny. Era un gran amigo. Pero en éste momento no me ayudaba. ¿Harry iría enserio? Maldito cepillo de dientes. ¿Pasaría más noches aquí? Ni siquiera eramos nada, solo tuvimos sexo, nada más. Me acosté con un tipo que conozco hace una semana, ¿qué tiene de malo? todo el mundo lo hace, ¿porqué yo no?
Bien, decidí silenciar por un rato mis reproches internos y concentrarme en lo que me esperaba en el día. Eran las 11:00am.
