Capitulo 7

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Lágrimas comenzaron a derramarse una vez más por mi rostro.

La recepcionista lo notó y se acercó.

-¿Qué sucede cielo?- preguntó alarmada.

-Mi abuela... -balbuceé- falleció.

Señalé con el dedo la foto de ella y fue cuando la cara de la empleada volvió a tornar la misma expresión de antes.

-¿La señora Fizzie?- preguntó ablandecida por un tono nostálgico.

-Así le decía mi madre... ¿la conoció?- pregunté sorprendida.

-Por supuesto, ella era muy querida en el pueblo. Era una abogada importante- suspiró sonriendo.

-¿Enserio?- no lo podía creer.

-Claro.

Tenía tanto dolor y confusión. Bien, Fizzie había fallecido, y para colmo, había vuelto a Cheshire en vano.

Carla, la recepcionista, no dejaba de preguntarme acerca de mí.

Finalmente me decidí y le conté la misma historia que la noche anterior le había contado a Harry.

-Cecilia, ¿no haz pensado que tu abuela puede haber dejado una herencia?- preguntó de repente Carla- no quiero sonar entrometida, pero no era un secreto que Fizzie era la abogada mejor pagada de Cheshire.

-No lo sé. ¿Cómo puedo averiguarlo?-.

-Pues debes ir al banco, con documentos o pruebas de que tú eres su nieta, y te dejarán revisar la bóveda con sus cosas- respondió.

Y así lo hice, después de agradecerle y pedirle indicaciones de cómo llegar, me dirigí al banco.

Al llegar, hablé con la cajera, quien me pidió los documentos de identidad, identificación y toda mi maldita historia.

Luego de una condenada hora, se dignaron a dejarme pasar.

Yo tenía dos apellidos, el paterno y materno. Desafortunadamente, el padre de mi madre, es decir, mi abuelo, no había podido reconocer legalmente a mi mamá, por lo tanto ella tenía el apellido de mi abuela. Es decir que yo tenía el apellido de mi madre, y a la vez el de mi abuela. Lo sé, una historia confusa. Lo importante es que, que mi segundo apellido fuera "Raymond" me facilitó bastante las cosas.

Entré a un salón realmente elegante, y se acercó un hombre de aspecto jovial.

Me entregó una especie de caja de plata.

Con una mirada me incitó a que la abra.

Estaba nerviosa, nuevamente allí estaba a punto de descubrir mi futuro.

Decidida abrí la caja.

{Narra Harry}

-¿Señor Styles?- repitió algo molesto el profesor Bennet.

-¿Sí?- pregunté algo desorientado.

-¿Qué sucede? Ha estado toda la hora distraído. Le agradecería si presta un poco más de atención a la clase. Es su carrera de la que estamos hablando- me reprochó.

-Bien- respondí cortante.

No podía dejar de pensar en Cecilia. ¿Qué estaría haciendo ahora? Ya habían pasado dos horas desde que la había dejado en la municipalidad. ¿Volvería a casa? ¿Y si tomaba sus cosas y se iba sin despedirse?

"¡Ya basta Harry!, deja de torturarte y presta atención a la clase"

La clase de derecho transcurrió lenta y aburridamente al igual que el día.

Al salir de la universidad, me dirigía al campus cuando la ví.

Cecilia estaba apoyada con una malteada sobre el capó de mi auto.

-¿Qué haces aquí?- pregunté con una sonrisa.

-Es una larga historia, así que toma- me entregó otra malteada y nos subimos al auto.

-¿Y bien?- reiteré curioso una vez dentro del coche. Ella estaba seria.

-Mi abuela falleció hace unos cuantos años- dijo frunciendo el ceño.

-Oh cuanto lo siento Ceci, enser... -me interrumpió.

-Ya sé que lo sientes, y yo también estoy mal. ¿Pero qué puedo hacer? Me han pasado demasiadas cosas malas en la vida. Debo dejar esto atrás y superarlo como lo he hecho con el resto.- me paralicé- bien... mi abuela dejó una herencia de medio millón de dolares en mi nombre.

¿Quien te crees que eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora