Capitulo 00

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Una mujer con su pequeño hijo en brazos, lagrimas cayendo sobre su demacrado rostro, la vida no habia sido fácil y su cuerpo lo demostraba, con pasos lentos se dirigió a la habitación de su pequeño, cuidadosamente lo acostó en su cama y deposito un casto beso en la mejilla del menor.

—Mami no te vayas—dijo el pequeño tallandose los ojitos.

—Mi amor, lo siento tanto—dijo la mujer rompiendo en llanto sabía que en un futuro se arrepentiría por lo que estaba a punto de hacer.

—Mami no llores—se levantó el pequeño acercándose a su madre—
sabes que no me gusta verte llorar—el niño tomó las mejillas de la mujer entre sus manos limpiando cada lagrima que caía sobre su rostro.

La mujer no pudo evitar seguir llorando, le partía el alma ver a su pequeño hijo ser tan inocente que no se daba cuenta de lo que sucedía a su alrededor, lo amaba con todo su corazón pero ya no podia más con su vida, habia decidido dejar al pequeño en manos de su abuela, sonaba cruel decir que estaba abandonando a su hijo.

Sabia que si se quedaba con el niño, este solo tendria desgracias en su vida.

—Sabes hay un regalo que quiero darte—la mujer sorbio su nariz y sonrio enternecida al ver a su hijo adormilado.

—¿Un regalo?—chilló el pequeño de la emoción, estaba curioso por saber que era.

—Si—respondió, alejo un poco la silla y detrás de la mesita de noche sacó una caja cubierta de una tela negra.

—¿Que es? ¿puedo abrirlo ahora?—dijo el niño bastante entusiasmado.

—Abrelo Jimin.

Jimin con un brillo en sus ojitos, quitó con delicadeza la tela negra dejando ver a un muñequito de porcelana, con emoción lo saco de su caja y con sus pequeños deditos talló el rostro del muñeco, nunca habia apreciado uno con esas facciones era simplemente hermoso, su cabello color rubio claro, sus expresivos y brillantes ojos, sus labios delgados, el color palido como la porcelana, habia sido tallado a la perfección y a los ojos del pequeño Jimin era un muñeco que debia ser cuidado y amado, era una pieza de arte.

—¿Te gusta?—preguntó viendo como su pequeño abrazaba al muñeco con alegria.

—Es muy bonito—dijo Jimin cerrando sus ojitos y abrazando con delicadeza al muñeco.

—Tienes que cuidarlo muy bien, es muy frágil—mencióno la mujer.

—Si lo cuidaré mucho, gracias mami— dice Jimin regalándole una sonrisa a su madre.

—Dime ya tienes un nombre para tu muñequito?

—Si,se llamara Yoongi—respondió el rubio colocándolo en la mesita de noche con mucho cuidado.

El pequeño Jimin poco a poco cerró sus ojitos hasta quedar profundamente dormido,con una sonrisa dibujada en su rostro y la mujer con lagrimas en los ojos dejo un ultimo beso en la frente de su pequeño, dejo una carta explicando su partida, sabia que Jimin no comprenderia muy bien pero deseaba con toda su alma que su hijo fuera feliz sin ella, entendia que seria dificil pero conocia el gran corazón que poseía el pequeño y esperaba que algún dia él pudiera perdonarla.

[♡]

10 años despúes

Jimin se encontraba en su escritorio escribiendo un informe que entregaría la siguiente semana,siempre habia sido un excelente estudiante, obtenia las mejores calificaciones y su conducta era impecable, un chico de alma inocente, amable, pura y divertida con un gran corazón y esa era una de las razones por las que era amado en su escuela.

Todos los dias da su mejor sonrisa siendo positivo, pero en ocasiones cuando el cielo se tiñe de negro su rostro es bañado por lagrimas llenas de nostalgia, la noche le recuerda el dia en que su madre lo dejó con su abuela y jamás regreso, ahora comprende las razones, no la odia simplemente le duele que lo haya dejado, pensaba en que si ella le hubiera explicado desde un principio lo que sucedia él hubiera sido un niño bueno,no se hubiera apartado de su lado, pero luego entraba en razón, en esos tiempos solo era un niño que disfrutaba de la vida sin ver mas álla de la realidad.

Cada noche antes de dormir toma entre sus brazos a Yoongi, el muñeco de porcelana que su madre le habia obsequiado, aún lo conservaba, habia regalado todos sus juguetes menos a su preciado muñeco, desde el dia que su madre se lo dio él lo habia cuidado con total esmero, sabia que ese no solo era un juguete común que luego que haber disfrutado de su compañia tenia que ser desechado, algo en su interior le decia que Yoongi era real.

—Eres tan hermoso Yoongi—un bostezo salió de sus labios y cayó dormido con Yoongi en sus brazos.

Yoongi habia estado con Jimin desde los 7 años, pero todo ese tiempo el muñeco lo habia ignorado hasta hoy.

Recuerda la ultima vez, él se encontraba en la casa de un niño llamado Jungkook, pero luego de que el niño fuera enviado a estudiar al extranjero paso a manos de la madre de Jimin.

Con algo de dificultad se deshizo del agarre de su amo, tratando de no despertarlo, camino hasta la ventana donde se podia apreciar la luz brillante de la luna.

Yoongi era un muñeco que no contaba con sentimientos, no recuerda lo que sucedió,divagando en su memoria solo recuerda que despertó siendo un muñeco de porcelana en la habitación de un pequeño niño.

[♡]

Al dia siguiente Jimin despertó con una enorme sonrisa, era sabado lo que significaba no ir a clases, aún un poco somnoliento se sentó en el respaldo de su cama y su vista divago por toda la habitación hasta que dio con los ojos vidriosos de Yoongi, el muñeco estaba en la mesita de noche, recordó haberse quedado dormido con Yoongi en sus brazos se extraño en un principio, pero luego recordó que por alguna razón la señora que lo cuidaba lo habia sacado de entre sus brazos y lo habia colocado en su sitio.

Lo tomó entre sus manos y lo abrazó acariciando las hebras rubias del hermoso muñequito, sentia un gran amor hacia él, aunque sabia que solo era un muñeco de porcerlana sin vida, siempre que tenia la oportunidad lo trataba como si fuera real, le contaba todos sus secretos sin que este pudiera contestarle y aunque ya fuera un joven el jugaba con él, disfrutando cada momento con Yoongi.

Una dulce voz lo llamo desde la parte baja y Jimin con una gran sonrisa dejo a Yoongi en la mesita no sin antes depositar un beso en la frente del muñeco y salio casi corriendo de la habitación dejando al muñeco completamente solo.

Una de las cosas que Yoongi disfrutaba en todo el dia era cuando Jimin se iba de la habitación o dormia no soportaba verlo feliz siempre como si la vida fuera color de rosas o un mar de arcoiris, lo detestaba.

—No entiendo como puede sonreir tanto—pensó el muñeco con fastidio.

La vida para él no habia sido facil y ver que Jimin era feliz lo enfermaba de algún modo, odiaba no poder sentir nada hace mucho tiempo que no lo hacia y solo pasaba su tiempo amargado, deseaba algun dia poder volver a sentir de nuevo y talvez asi ver la vida de otro color, asi como Jimin la veia.







El chico porcelana [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora