Capitulo 6

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Habian transcurrido 2 meses desde que Jimin se habia quedado completamente solo, las clases habian terminado y la idea de visitar a su unica tia en Busan se habian esfumado.

Ahora sentado sobre el enorme sofá  lloraba desconsoladamente en brazos de Jungkook, el chico iba cada tarde para hacerle compañia al rubio.

Jimin se sintió agradecido con él.

—¿Quieres salir a dar un paseo?—preguntó Jungkook limpiando las lagrimas que caían sobre las mejillas de Jimin.

—Creo que me vendría bien salir ¿no?—suspiró cansado.

—Claro, asi podrás despejar tu mente.

—Solo ire a traer un abrigo—dijo Jimin levantándose del sofá.

—No, quedate aqui yo ire a traerlo—se ofreció Jungkook comenzando a subir las gradas.

—Esta bien, está en mi armario.

Jungkook entró a la habitación de Jimin dirigiéndose hacía el enorme armario, tomó el primer abrigo que vió y lo cerró.

Sintió algo de curiosidad y observó toda la habitación encontrándose con una librera con muchas revistas y libros, un escritorio y estante lleno de figuras llegando a la mesita de noche su respiración se cortó por un instante.

Se acercó rapidamente y tomó al muñeco entre sus manos, sus ojos se abrieron aún más ¿será posible?

Dejo al muñeco sobre la mesa y salió rapidamente de la habitación con la respiración agitada.

Bajo las escaleras y se encontró a Jimin a punto de subir.

—¿Estás bien?—preguntó el rubio—estás palido.

—Creo que me voy a enfermar—dijo fingiendo toser.

—Entonces creo que no saldremos, no quiero que te enfermes.

—No—habló rápidamente—estoy bien ¿vamos?—enarcó una ceja.

—Claro, vamos.

Jimin salió seguido de Jungkook, el parque quedaba cerca y solo les tomaba unos pocos minutos caminar.

Al salir se encontraron con las calles cubiertas por hojas secas y como si de un niño pequeño se tratase Jimin comenzó a saltar sobre ellas provocando que aquella sonrisa que se habia apagado hace unas semanas volvierá.

Jungkook solo observaba al chico recoger y tirar las hojas al aire, sonriendo al ver que su amigo se esta divirtiendo por un momento.

Luego de unos segundos retomaron su camino al parque.

Jimin fue el primero en entrar viendo lo desolado que se encontraba el lugar, el clima estaba demasiado frio y ellos eran los unicos que estaban resistiendo el clima.

—¿Quieres subirte?—señalo Jungkook un columpio que estaba cerca de donde se encontraban.

—Ya no soy un niño—dijo Jimin enarcando una ceja—pero como esta desolado, esta vez lo haré como en los viejos tiempos.

—Sube, yo te empujaré.

El menor se subió y en ese momento recordó cuando era tan solo un niño de 4 años.

—Mami empujame más fuerte, quiero tocar el cielo—decía el pequeño sonriendo.

—No puedo cariño, puedes caerte—dijo su mamá con una voz dulce.

—¿Crees que algún dia pueda tocar el cielo?—preguntó el niño volteando a ver su madre.

—Si mi cielo, algún dia lo harás—respondió serena viendo lo inocente que su pequeño era.

—Entonces quiero que ese dia llegué pronto.

¿Porqué su madre lo habia abandonado?

Jimin detuvo con sus pies el columpio y se paró rápido de él, sentándose en la banca con el ceño fruncido.

—¿Pasa algo Jimin?—preguntó Jungkook tomando asiento junto al menor.

—No pasa nada, solo me dio un pequeño mareo—mintió—nos vamos, no me siento bien.

—Esta bien, además esta haciendo mucho frio.

Los dos salieron del parque, Jungkook habia tomado la mano de Jimin para darle calidez, habia observado como el menor temblaba y no quería que este enfermará.

Cuando llegaron a la casa Jimin soltó su mano del mayor y se dirigió a la cocina.

Jungkook se habia quedado en la sala pensando en si el muñeco que habia visto en la habitación de Jimin era el mismo que tuvo cuando tenía 7 años.

Se deshizo de sus pensamientos cuando vió a Jimin cargando 2 tazás de té caliente.

—Toma—le extendió Jimin—para que calientes un poco tu garganta.

—Gracias—dijo Jungkook dando el primer sorbo.

Los dos se quedaron en completo silencio, solo se escuchaba el viento chocar sobre las ventanas y el crujir de las hojas, ninguno decía nada y por lo tanto solo se dedicaban a tomar su té y dejar volar su mente.

Después de varios minutos en silencio Jimin se levantó dirigiéndose a su habitación.

—Si quieres puedes quedarte—habló Jimin—ire a tomar un descanso.

—¿Puedo acompañarte?—cuestionó el mayor.

—Claro.

El pelirrojo dejo la taza sobre la mesa y subió junto con el menor.

El menor se metió a su cama y Jungkook se sentó en un sofá que se encontraba a la par.

Luego de unos segundos Jimin se quedo completamente dormido, el chico inmediatamente se levantó y tomó al muñeco en sus manos.

Salió de la habitación con Yoongi en brazos y bajo hacía la cocina, sacó su celular y marcó el número de su madre.

—Hola hijo—habló una voz dulce al otro lado de la linea.

—Hola mamá ¿te puedo hacer una pregunta?

—Claro hijo, dime.

¿De casualidad tu recuerdas a quien le regale el muñeco cuando tenía 7 años?

—Si, se lo regalamos a la señora Park ¿pasa algo?—pregunto la señora Jeon.

—No nada, adiós mamá—y colgó.

Asustado se dirigió a la habitación de Jimin dejando al muñeco en su posición inicial y luego de envolver al menor salió rápidamente de la casa.

Muchos recuerdos vinieron a su mente, recuerdos que hace mucho no lo atormentaban; sin embargo Yoongi estaba de regreso y sus sueños se verían interrumpidos.

































El chico porcelana [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora