Capitulo 10

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El viento soplaba tan fuerte que Yoongi al verse amenazado por esa corriente de aire se aferro al brazo de Jimin, provocando que el contrario diera un respingo al sentir contacto con el brazo ajeno.

—¿Tienes frio?—preguntó el rubio 

El pelinegro asintió.

Jimin se sacó la bufanda que llevaba puesta sobre su cuello para colocarla en la del mayor quien sonriente la acepto, inmediatamente percibió el olor a frutas que emanaba la bufanda, ese olor característico del menor.

—Nos iremos a casa, no quiero que te refríes por mi culpa.

Tomaron el camino más corto y en cuestión de minutos ya se encontraban dentro tratando de calentarse soplando sus manos y envolviéndose con las sabanas que Jimin había dejado en uno de los sofás.

—¿Quieres una taza de chocolate?

Yoongi asintió.

—Ya regreso, si quieres puedes tomar un descanso.

Jimin se dirigió a la cocina y Yoongi se acostó viendo en dirección al techo, así se quedo pensando en todo lo que había sucedido horas atrás y preguntándose que había salido mal para haberse quedado sin voz.

No sabía que sería de su futuro y mucho menos si debía buscar su destino, en ese momento lo único que escuchaba era su respiración y los fuertes golpeteos de su corazón.

¿Sería un buen momento para regresar a esa tienda y así liberarse de esa cadena que lo ataba a la desgracia?

Si lo hacía tendría que dejar a Jimin para no regresar jamás pero en su interior existía ese sentimiento extraño que tan solo una vez en su vida había experimentado.

¿Existía una oportunidad de amor para él?

¿Que tanto tenía que sacrificar para al fin tener felicidad?

Y entre tantas preguntas una lo hizo estremecer su cuerpo ¿quien era su fuente de felicidad? la respuesta era Jimin.

Ese chico era el único que lo acompaño durante ese proceso en el que se sentía inservible y frustrado, en ese lapso de tiempo fue el único que le brindo un amor dulce y puro.

La idea de quedarse con él lo emocionaba aunque dudaba de si el chico quisiera vivir junto a él ya que recién comenzaban a conocerse y desconocía los sentimientos del rubio.

El olor a chocolate inundo sus fosas nasales y se sentó al ver a Jimin ofrecerle una taza con una enorme sonrisa.

—Te traje unas galletas, espero te gusten las hice yo mismo.

Yoongi tomó una y cuando está llego a su papila gustativa no evito un sonido de disfrute al sentir una explosión de sabores, era única.

—¿Te gusto?

El mayor asintió.

—Entonces te daré más, quiero que comas bien, mientras vivas conmigo te haré todo lo que tu quieras, mi pago será tu presencia junto a mi.

Nuevamente ese sentimiento extraño atacaba su corazón y estomago ¿que has hecho conmigo Jimin? se preguntaba el pelinegro. 

—Iré a mi habitación a traer unas cosas, sigue comiendo.

El menor subió a su habitación en busca de una libreta y un lápiz, en todas esas horas no sabía que pensaba el chico y quería saberlo por lo que esa era la única solución para comunicarse con él.

Bajo con lo que necesitaba encontrándose a Yoongi viendo hacía su dirección con ojos brillantes situación que le pareció extraña.

—¿Pasa algo Yoongi?

Él negó.

—Traje esta libretita y un lápiz para que podamos comunicarnos, en estos momento es la única forma de hacerlo—le extendió

Dejo la taza a un lado y tomó lo que Jimin le estaba extendiendo, solo que ahora no tenía la más mínima idea sobre que escribir, de solo pensarlo su mano temblaba.

—¿Crees que sea un buen momento de hablar sobre lo que paso esta mañana? aún no entiendo que sucedió.

El contrario suspiro y comenzó a escribir de manera torpe unas cuantas palabras.

"Te lo contaré, solo dame tiempo, mi cabeza aún da vueltas"

El rubio leyó lo escrito y simplemente sonrió.

—Esperaré todo el tiempo que quieras, pero por favor no me dejes solo ¿si?

"No te dejaré Jimin, es una promesa"

¿Porqué estaba mintiendo?





























Gracias por leer
Pido perdón por no haber actualizado :(


El chico porcelana [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora