Breakfast.

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☆sophie☆

El hecho de despertar en una habitación bastante decente, en silencio y con el lindo calor no tan sofocante del sol sobre tu piel es una de las pocas cosas lindas del verano. Y para la castaña se sentía como el mismisimo paraíso.

Observó por la ventana como el cielo era de un lindo color celeste mezclado con las suaves nubes. Aún seguía sentada con sus piernas cruzadas sobre el colchon que sería su cama a partir de ahora, estaba infinitamente agradecida con Josh por eso.

Habían congeniado bastante bien, al igual de como lo había hecho con Jordan en su momento, y principalmente era porque los mayores se veían a ellos en la niña. Pensaban en como les hubiera gustado que alguien los ayudara, así que lo hacían.

¿Sophie tenía miedo?

Claro que lo tenía, temía el hecho de causarles problemas a personas tan amables como Joshua y sus amigos.

Pero suspiró despejando los malos pensamientos antes de ponerse de pie y salir de la habitación, notando como la puerta de al lado seguía cerrada, lo que significaba que el chico de cabello azul aún no había salido. Dandole así tiempo para estar sola, aunque eso no siempre era bueno.

(...)

♧brendon♧

Otra vez no había dormido más que una hora de corrido, el día anterior había tenido problemas, serios problemas con su padre. Todo su cuerpo se sentía agotado y sentía que estaba casi fusionado con la suavidad de su colchón, pero simplemente no obtenía el descanso que necesitaba.

Salió del cuarto observando a su padre en la cocina desayunando, el adulto corrió la mirada al notar su presencia y Brendon se hizo más pequeño en su lugar.

-Voy a salir.-Dijo con un hilo de voz.

-No te metas en problemas, y mantenme al tanto. No hagas que me preocupe.-Pidió, estaba bastante sobrio, su voz era grave y aspera.

-Claro, papá.

No esperó una respuesta y salió de la casa, tomando una gran bocanada de aire antes de comenzar a caminar. Las calles estaban poco concurridas al ser las ocho de la mañana de un viernes en pleno junio. Su estómago hizo un extraño ruido pidiendo comida.

Ahí es cuando notó que todo lo que había entrado en su cuerpo en los últimos dos días era café, redbull y un par de papitas.

Eso explicaba porque se sentía tan mal.

Sin darse cuenta, ya estaba tocando el timbre de una casa que conocía bastante bien. Y una señora abría la puerta mirandolo con preocupación.

-Brendon, son las ocho de la mañana, ¿Qué-?-Se interrumpió a si misma cuando el chico alzó la mirada.-Oh, cariño, ¿qué te-

-Buenos días, señora Jackson. ¿Está Dallon despierto?-Murmuró incómodo, la mujer selló sus labios para no preguntar más antes de hacerle una seña para que pasara.

-Supongo que está en su cuarto despierto, lo escuché haciendo ruido hace un rato.-Soltó una vez que el azabache estuvo dentro.-¿Desayunaste?

-No realmente...-Respondió con la mirada baja.-Pero no se preocupe, usted-

-Nada de eso, le avisaré a Dall que estás aquí y vendré a prepararte un buen desayuno.-Sentenció antes de ir hacia el pasillo donde estaba la habitación de su hijo.

Brendon sonrió con dulzura, ante la actitud maternal de Anne, le hacía recordar a su madre.

Minutos después, la mujer volvió dandole una cálida sonrisa al menor antes de sacar las cosas para comenzar a hacer waffles. Él iba a reprochar, decirle que no era necesario y que un plato de cereal era más que suficiente, pero sabía que la gran Margaret maestra de la cocina casera no estaría satisfecha con darle unos nefastos cereales.

[Teen Idle] brallon/joshlerWhere stories live. Discover now