[Teen Idle] brallon/joshler

Joseph's house.

♡tyler♡

Se dejo caer en el suelo junto al plato de comida que su abuelo había dejado allí, bebió del vaso de agua.

El sentimiento que ocasionaba el hecho de que su única compañía fueran aquellas zanahorias y el trozo de carne era horrible. Y, producto del hambre, terminó solo con un plato, un vaso, una cama, un escritorio y cuatro paredes de cemento.

Extrañaba a Josh, ¿estaría bien? ¿habría encontrado a Jordan?

¿Habría regresado?

Según sus cálculos habían pasado cuatro largos días desde que había tenido permitido salir de su habitación. Y, si no se equivocaba, esa misma noche tendría permitido salir a cenar con el resto de la familia.

-¡Robert Joseph!-El grito de su abuela lo sacó de sus pensamientos y se puso de pie de forma inmediata al verla bajar por las escaleras. La mujer miro el plato vacio de comida.-Jovencito perturbado, espero que hayas reflexionado sobre tus pensamientos y actitudes erroneas.

El castaño asintió sin relajarse, su espalda estaba recta y su mirada al frente.

¿Qué era eso? ¿Un reformatorio o su propia casa?

-Es increíble que después de todo lo que hacemos por ti y tus hermanos no lo agradezcas, niño.-Lo miro con el ceño fruncido.-Lo único que haces es comerte nuestra comida, y siento que Zack la merece mucho más que tú. Pero, bueno, cariño, confío en que en tu reclusión hayas dejado a Dios entrar en tu alma.

Sintió su estómago revolverse y unas impresionantes ganas de vomitar ante las palabras de la señora.

-¿Me devolverá mi teclado?-Cuestionó en un susurro sin hacer contacto visual, la anciana lo miró con una ceja alzada.

-Lo doné a la iglesia, querido, le darán un mejor uso. Pero toma esto.-Le tendió su celular, con la batería muerta.-Tus cuadernos, uhm, eso es otra historia.

Se sintió demasiado decepcionado al saber que su cuarto permanecería igual que en ese momento. Pero le dio una triste y penosa sonrisa a su abuela, quien acarició su mejilla.

-Sé que volverás a ser un chico ejemplar, te espero para la cena en cinco minutos.-Avisó antes de volver a salir.

(...)

Con su corazón latiendo rapidamente, salió siendo lo más discreto que pudo. Y corrió.

Corrió con todas sus fuerzas mientras finas lágrimas salían de sus ojos.

La cena había sido tranquila, no había comido más que un bocado, pero en ningún momento había dejado de sonreírles a sus hermanos. Ellos estaban bien, estaban felices, y él sabía lo que comentaban los vecinos.

"Oh, que amorosos abuelos! Que familia tan tragicamente bella."

¿Por qué Tyler debía ser el error en la ecuación?

Llegó a su destino e ingresó, cerrando la puerta violentamente detrás de él antes de deslizarse hacia el suelo. Abrazó sus rodillas e intentó calmar su respiración, oyó pasos acercarse y levantó su vista.

-¿Josh?-Murmuró con su voz rota, frunciendo el ceño al ver a una completa desconocida que lo observaba con los ojos bien abiertos, un poco asustada.-No eres Josh.

-No.-Susurró sin acercarse mucho más al adolescente.-¿Conoces a Josh?

-Claro que si, ¿cómo no voy a conocerlo? ¿Quién eres y qué haces aquí?

-¿Y a Dallon? ¿y Brendon?-Siguió cuestionando, el otro asintió secando sus lágrimas.-Por casualidad, ¿eres Tyler?

En ese momento, el castaño puso su mejor cara de confusión total. ¿Por qué demonios había una niña en la casa azul que conocía a todos sus amigos? ¿De tanto se había perdido durante su castigo?