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Yoongi


— ¡Jungkook, estás loco! — se separó de Taehyung y apretó de nuevo la navaja en mi cuello.

— ¡Deja de llamarme loco o lo lamentaras!

— ¡Vete directo a la mierda, no me apuntes con esa porquería!

— Jungkook, dije que volvería, así que no hay necesidad de seguir aquí, vámonos. — Taehyung tomó su brazo, él mordía su labio, supe que quería llorar. Sé que él no quiere estar con Jungkook y hace esto por mí, pero aún así...

— ¡Así es! ¡Desaparezcan, me dan asco los dos!

— ¡Jaja! ¿Oíste eso, Taehyung? — lo miró — Le das asco. Tanto que te amaba y ahora le das asco. — se acercó a él — ¿Ves? A mi jamás me darías asco.

Aproveché eso para levantarme con silla y todo, y correr hacia él.
Cuando mi cuerpo dio contra el suyo, Tae se corrió del camino y Jungkook cayó hacia delante, su cabeza impactando contra la mesa y luego al piso.

— ¡Ayúdame! ¡Desatame! — Taehyung corrió hacia mí y se dispuso a soltar mis nudos. — ¡Rápido, rápido!

Jungkook trataba de levantarse, ese golpe lo aturdió.

— ¡Listo! — la silla cayó al suelo —¡Vete de aquí!

— ¡Iré a la jodida policía! — tomó mi brazo

— ¡No, a la policía no, esto no lo van a cubrir, él irá a la cárcel.

— Ay, no me digas. Y yo que pensé que si iba a la policía lo iban a llevar a Disney world. Gracias, Tae, ¡evitaste una jodida tragedia!

— Sé que esto no está bien, pero yo casi acabo en la cárcel y él no dijo nada, no puedo traicionarlo así.

— No serás tú, seré yo.

— Seré yo si te dejo.

— Apartate de una vez. — me zafé — una cosa es secuestrar a alguien no estando en tus cinco sentidos, otra es asesinar e intentar matar, estando consiente. — lo señalé — no hagas esto más difícil, no provoques que me crea que el beso fue real.

— ¡No lo fue!

— ¡Entonces deja de defenderlo! — un cuchillo se clavó directo en mi brazo — ¡Aaaaaahhhhh! — sostuve la zona. Jungkook estaba boca arriba con sangre en la cabeza.

— ¡Vas a morir!

— ¡Corre! — Taehyung me empujó hasta la puerta y se puso frente a Jungkook cuando éste se paró. — ¡Basta, Jungkook, basta!

Traté de abrir la puerta, pero claro, estaba con llave.
— ¡Ayuda! — tal vez alguien de afuera me oiria.

— ¡Cállate! — escuché el grito y me moví. Por suerte, o sino la navaja que ahora estaba clavada a la puerta, estaría en mi nuca.
Jungkook había tirado al suelo a Tae y me atacó por atrás. Lo empujé, cuando vi que mi novio se paró, y chocó sobre él. Taehyung sujetó sus brazos.

— ¡Corre!

Corrí por el pasillo hasta la habitación. No había lugar por donde esconderme en la casa, pero sí había una ventana en el cuarto.
Aparté las cortinas y vi que la ventana tenía barrotes. ¡¿Cuándo accedí yo a ponerle barrotes?!

Me desesperé, no había donde ir, así que sólo fui hasta el armario y me escondí allí.

No hice ruido y pude escuchar el forcejeo y gritos entre esos dos.

Luego, el silencio.

Min Yoongi... — Dios, deja de pensar Yoongi, él te encontrará — Puedes correr, pero no esconderte, mucho menos de un asesino profecional, lo sabes, ¿no?

Ya está aquí, ya está en mi cuarto.

¿Cómo me metí tan profundo en esto? ¿Cómo fue que enamorarme de un asesino terminaría por dictar mi sentencia de muerte?
Cerré fuertemente mis ojos.

Un, dos, tres por ti, Min Yoongi. Ya deja de pensar.

Abrí mis ojos y ahí estaba él, pude verlo por el espacio que había entre una puerta y la otra... Y él también lo hacía, su ojo oscuro me miraba fijamente y con sed de sangre.

Él abrió la puerta y nuestro destino se selló.

— ¡Ah! ... Hi-Hijo de p-puta... — se fue hacia atrás.

— ¿Q-Qué... Qué?  —miré cómo retrocedía. Ni siquiera sabía en qué momento tomé el cuchillo de mi brazo ni cómo se la clavé en el pecho. Pero ahí estaba, Jungkook cayendo a la cama, largando sangre por la boca.

Trató de hablar, pero la sangre atorada se lo impidió. En segundos, estaba muerto.

— No... — escuché, ya que no podía salir del armario, estaba paralizado. — ¡No, Jungkook! — vi a Taehyung correr hacia él e iba a sacar el cuchillo.

— ¡No lo hagas! — se volteó rápido.

— ¡Yoongi! — corrió hacia mí, sacándome del closet y dándome un abrazo. — Dios, estás bien, estás bien.

— Tae... Tae... Maté a tu hermano.

— Fue en defensa propia, lo sé. Yo... Lo besé, sé que es confuso para ti, pero-

— Fue para distraerlo, lo sé. Supongo que tienen su historia... O algo así...

— Te amo, Yoongi, te amo.

— Y yo a ti... Pero el pecho está ardiendome, mi dedo duele como el demonio y perdí bastante sangre. Sin mencionar que el cadáver de Suran está largando olor.

— Oh, está bien, esta bien, llamaré una ambulancia. — se separó de mí y fue al comedor.

Yo me senté en la cama, estaba muy mareado y me recosté.
Mi cabeza quedó apoyada en el cuerpo de Suran y a mi lado estaba Jungkook.

Una completa locura.
Una que no sabía si había terminado o acababa de comenzar.

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⏰ Última actualización: Mar 15, 2020 ⏰

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Mi novio es un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora