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Taehyung


"Taehyung, acepto. ¡Seamos novios!".

No dejaba de leer el mensaje, Yoongi había aceptado. ¡¡Había aceptado!!

Es decir, ¡tengo novio y es Min Yoongi!

¡¡Todo está empezando a mejorar en mi vida!!

— ¡Auch! — Jimin golpeó mi nuca.

— Estúpido, eres un estúpido, un estúpido borracho.

— Ya dije que lo sentía — abulté mis labios.

— ¡¿Cuándo dijiste que lo sentías?!

— Bueno, no, no lo dije...

— ¡Dios! Tienes una mujer en tu sótano atada a una silla y a cara descubierta. ¡¿Cómo fue que llegarte a esto?!

— Ahm... Pues...












Yoongi me había rechazado, pero no me había rechazado por mi, sino por su ex, la muy maldita que le rompió el corazón.

Cuando Jimin se fue, estuve horas tirado en mi cama, al despertar ni siquiera quería cenar, sólo quería despejar mi mente.
Recogí mis llaves y fui al club más cercano para beber algo.

Estaba en la barra, ya algo pasado debo admitir, cuando una mujer se acercó y pidió su bebida.

¿Cerveza? — rió. — ¿Vienes a un club a tomar cerveza? — se sentó.

¿Qué con eso?

Una cerveza es tan simple, puedes comprarla en el almacén de la esquina y sentarte a beberla en tu vereda o en una plaza. Sin embargo vienes a un club y te sientas en la barra como si fuera un simple bar. — comentó.

También voy a restaurantes finos y pido arroz con huevo, ¿cuál es el problema?

Que puedes hacer eso en tu casa, no vas y pagas para que alguien más lo haga.

Todo se puede hacer en casa, pero de vez en cuando se siente bien que alguien más lo haga por mi. Por ejemplo, podría mastubarme en mi sillón, o pagarte a ti para que lo hagas. — la miré, de hecho, la castaña era bastante atractiva.

¿Qué manera sutil de llamarme protistuta es esa? — rió sin ofenderse. — No te alteres, es sólo que me recordaste a alguien que hacía exactamente lo mismo.

¿Ah sí? ¿Quién? Tal vez me lo encuentre y paguemos para escuchar la misma música de mi playlist en alguna discoteca.

Volvió a reí echando la cabeza hacia atrás, me recordó a Jimin. — Lo siento, pero él ya no hace esas cosas, ya sale muy poco. — bebió.

¿Y eso? ¿Se quedó inválido o pobre?

Ja, según él, todo es a causa mía. Estúpido...

Ah, ¿algún ex?

Mi ex, mio — sonrió de lado.

Bueno, sí, es lo que quise decir.

Lo digo literalmente, él me pertenece — divagó — El estúpido aún sigue apegado a mi, aún lo tengo en la palma de mi mano — me miró — si le digo que corra, correrá; si le digo que quiero tal cosa, me la dará; si le digo que lo amo, me creerá. — sopló una risa — Según él, le hice trizas el corazón y aún así, me permite usarlo ¿Habías visto algo más estúpido? ¿Habías visto algo más patético? No lo niego, fueron unos buenos cinco años, él nunca me hizo faltar nada... Pero los años siguientes a nuestra separación, fueron aún mejores, porque tampoco me hace faltar nada y ahora puedo acostarme con quien quiera, sin sentir culpa o temer que me echen a la calle.

Con razón no te ofendiste cuando te llamé protistuta. Aunque, eres peor, ellas por lo menos tiene el honor de ganarse lo que le dan por su trabajo. — suspiré — las mujeres pueden ser tan perras y manipuladoras.

Tomar oportunidades es inherente al género. Ah, si conocieras a Yoongi, también te aprovecharías de él.

Oh no, tú no dijiste eso.

La miré sin creerlo. ¿Era ella? ¡¿Acabo de encontrarme con la ex de Yoongi?!

No me mires así. El hombre aparenta ser un malote, pero es de los que le deja alimento en la vereda a los perros callejeros. Ahora que lo recuerdo, siempre se juntaban esas alimañas en la puerta de casa, qué horror — mi sangre hervía, ella seguía divagando — Es de esos a los que ves y te cruzas de vereda por miedo a que saque su machate y te asesine — rió —  pero va y se sube a un árbol para alcanzarle a un maldito niño llorón su gatito, en medio de nuestra cita, ¿puedes creerlo? — rió — Oh, Yoongi no lo demuestra, pero tiene gran debilidad por los niños, el maldito se derrite ante uno. "No soporto cuando un mocoso llora" dice de mala gana, pero no es el ruidoso llanto el que lo molesta, no lo dice, pero sé que le molesta qué el niño esté triste. Para él, la niñez no debe ser triste, ja. Creo que quedó traumado porque sus papás lo dejaron tirado dentro de una caja o algo así. Yo... — me acerqué a su oído y susurré.

Ya cállate, te espero en mi auto. — deposité un beso en su cuello y lo lamí, ella lanzó un suspiro y me alejé.

Di unos pasos y la sentí caminar detrás mío.

Luego de un juego de toqueteo y besos dentro del auto camino a casa, que casi me hace vomitar (no por ser mujer, sino por ser ella), llegamos a mi departamento y nos bajamos, aun besandonos como perros en celo.

Entramos y ella retiró su abrigo.
Se acercó para seguir besandome y pasé mi mano por su nuca. Cuando se acercó a mis labios, tiré de sus cabellos hacia atrás y de un impulsó la lancé al suelo fuertemente. Ella gritó, pero calló cuando su cabeza golpeó el suelo.














— Ya luego la até en la silla y te llamé.

— ¿Yoongi te dijo que se llamaba Suran?

— Nah, lo leí en su documento de identidad. — señaló la billetera abierta en la mesa.

— Tzz, tenemos un gran problema aquí.

— ¿No podemos simplemente matarla?

— ¿Estás loco? Sabes que no. ¿O vas a ir tú y la vas a matar?

— No, yo... No quiero matar a nadie. Fue sólo un tonto impulso, lo siento... -en serio lo sentía, nos metí en un embrollo.

— Tae, si tu padre se llega a enterar... Dios, te meteras en problemas. Si haces algo ilegal fuera del trabajo, sabes bien que él no te cubrirá. No hacemos estas cosas, Tae.

— Lo sé, lo sé, lo sé. — sacudí mis cabellos.

— Entonces, simplemente la obligamos a callar — Jungkook entró a la casa.

— ¿Qué rayos haces aquí?

— Venía a hablar con Tae de algo que me enteré, pero... Escuché su conversación. Por cierto, deberían cerrar bien la puerta

— Me cago en la... — Jimin fue hacia la puerta y la cerró con llave. — Jungkook, tú no te metas, yo lo arreglaré

— Ah ¿y cómo? Yo puedo hacer que ruegue y suplique. No dirá nada. — sonrió malicioso.

Miré a Jimin.
— Habla con Tae lo que tenías que hablar, yo voy a abajo a ver qué tanto sabe esa chica sobre él

—No, no, no, no, ¡yo quiero ver! — dijo como niño travieso y bajó las escaleras antes de que Jimin pudiera detenerlo.

— ¡Jungkook! — corrió tras él y los seguí.

Cuando bajamos, Jungkook estaba pasmado frente a ella y ella tenía los ojos bien abiertos. Eh, yo le había puesto sólo una mordaza, tal vez debí tapar sus ojos también, pero ya me había visto, así que no tenía gracia, hasta ahora que ambos se vieron.

— ¿Qué pasa? — preguntó Jimin

— ¿Suran? — nos miró y la señaló con una sonrisa — Yo la conozco.

Mi novio es un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora