21

319 56 13
                                    


Jimin

El tipo daba gracia, debo admitirlo.
Sentado ahí, miraba por la ventana como si quisiera memorizar el camino o reconocer hacia donde lo llevaba.

"Taehyung no fue el último en estar con Lee, fui yo"

Después de que dije eso, fue preso del nerviosismo y su uña, víctima del canibalismo. Juraría que se hubiera tirado de auto en ese instante si no se hubiera puesto el seguro.

— ¿Estás bien? — sonreí con empatia — Te notó algo nervioso — me miró con una mueca, como pensando si contestar o no. Ah~ me encanta jugar así con los demás.

— ¿Bromeas? A-Acabas de decirme que fuiste el último en estar con Lee. ¡El tipo está desaparecido! ¡Y encima pones el seguro a la puerta! ¡¿Cómo no voy a estar nervioso?! ¡Siquiera sé si me llevas a la casa de Kim!

— Relajate, el seguro es automático, es para los niños — reí — Y te dije lo de Lee para que no sigas pensando de mi pequeño Taehyung le hizo algo.

— ¿Y-Y tú?

— ¿Yo?

— ¿Qué le hiciste a Lee?

Lo miré — Mi trabajo, lo trozé en pedazos y los esparcí en varios lugares.

Rió nervioso — Mientes.

Frené el auto en una esquina. Él observó hacia afuera, ahí no había rastro de gente alguna, por lo que me miró desesperado — En todo el rato que llevamos juntos, ¿en qué te he mentido? — lo miré tranquilo.

Se alejó lo más que pudo y apoyó su cuerpo contra la puerta, sujetando el picaporte — No es po-posible que me cuentes esto. ¿P-Por qué con-confesarias algo así frente de mi?

— Ya te lo dije, porque hace rato llevas pensando que Tae es un mal tipo y no lo es, él es un ángel.

— ¿E-Entonces qué eres tú?

— ¡Soy el mismísimo demonio! — grité acercándome a él con mis manos en forma de garras, pero deteniendome a centímetros.

— ¡¡Aaaahhhh!! ¡¡No, no, no, noooooo!! — al parecer su método de defensa ante cualquier peligro, a demás de pegar un grito pitoso (qué no niego que espante a alguien por lo irritante), era subir una de sus piernas hasta su pecho, con una mano al frente (como si fuera a detener al atacante con su ki) y la otra cubriendo su cara.

Empecé a reír con ganas, cayendo sobre su regazo, para sostenerme de sus pies. Es inevitable cuando río, siempre caigo hacia abajo — ¡Dios, eres todo un caso!

— ¡No te burles, imbecil! — me empujó de nuevo a mi asiento. Traté de verlo a la cara, pero mis ojos se cierran al reír, así que no pude ver claramente — ¿Entonces todo era mentira?

— Sólo la parte en la que soy un demonio — sequé unas lágrimas que salieron entre las risas — Taehyung es un asesino profesional, es su trabajo, no es algo que haga por gusto, yo limpió el desastre y toda posible huella — dije serio.

— ¿Vas a matarme?

— Yo no soy asesino. A demás, ¿por qué lo haría? Creo que me caes bien, de todos modos.

¿Esbozó una sonrisa cuando mencioné lo último o es mi imaginación? — ¿Por qué me lo dirías si no fueras a matarme? ¿No temes que los acuse?

— Hasta este punto ya te habrás dado cuenta de que tenemos a los policías de nuestro lado. Hoseok, no somos gente mala, es sólo nuestro trabajo, acabamos con tipos que se lo merecen, no vamos por la calle matando a cualquiera. Por eso te lo digo, no malgastes más tiempo en intentar acusarnos, sólo terminarás exponiendote y siendo un grano en el trasero para la organización de Kim Namjoon. Supongo que habrás oído hablar de él — asintió aún en su consternación — Te digo esto para que te resignes. A demás, Taehyung y yo dejaremos esto, tu amigo no corre peligro alguno, y si tú te pones al margen, tampoco lo harás.

Quedó un momento en silencio mirando hacia al frente, con la mano cubriendo su boca, su mirada era seria, como si analizara todo.

— Pero... Los niños Kim, son sádicos o ¿no?

— ¿Qué dices?

— De niños, el tal Jungkook y Taehyung torturaban animales o algo así. Es más, Taehyung mató a su gatito
— me miró — gente así no está bien de la cabeza. Y mi amigo está en su casa ahora mismo.

— No sé cómo te enteraste de la historia del gato, pero te aseguro que Tae sólo actuó de esa manera para que el gato dejara de sufrir. Él amaba mucho a ese animal.
En cuanto a Jungkook... — miré al frente y apreté el volante — él no es mucho de asesinar... Él se encarga de obtener información mediante la tortura, es un sádico de mierda. Tal vez sí debas cuidarte de andar a su alrededor.

— Él chico que te gritó hoy en la casa...

— Era él, maldito puerco. Yo no tengo dónde quedarme, entonces vivo en esa casa. Pero él también, y dios, es tan insufrible — suspiré — ese chico está mal en serio.

—¿Cómo vives en la misma casa? ¿No temes que te haga algo? — se oía verdaderamente preocupado —Dios, mi hermana vive al lado... —susurró.

— Cómo te dije, sólo nos encargamos de tipos que se lo merecen. Sin importar que nos paguen, no atacamos a gente porque sí.
Jungkook no me hará nada, porque sabe que no debe tocarme, soy algo así como parte de la familia. — me alcé de hombros.

— ¿Y estás seguro de eso? Mira lo que hizo con el gato que su propio hermano tanto quería... — lo miré confundido, oh oh, creo que algo picó en mí. Eso era verdad, ¿qué tan seguro estaba de que no me haría nada? Nunca lo sabría.

— Cómo sea, ¿entiendes lo que acabo de decirte?

— ¿La advertencia que me diste? Fuerte y claro, señor.

— Hoseok, no fue una advertencia. —suspiré y arranqué el coche para empezar a conducir.

Luego de un rato de silencio, volvió a hablar — Supongo que, como me veo obligado a asumir esto y tomarlo de una manera menos seria, estoy libre de coquetearte, ¿no es así? — me miró de lado y sonrió.

— Ah, tal vez, pero no soy gay, lo siento.

— ¡¿Qué?! ¡Has arruinado por completo mi HopeMin!

Reí — ¿Qué? ¿Resulté ser el pasivo? Ten por seguro que no dejaría que metieran algo en mi trasero.

— Podemos ser MinSeok, no te preocupes, soy muy versátil. — sonrió amplio y juraría que brillaba como un sol.

— Nunca pasará.

— Nunca digas nunca ~

Frené el coche, mi sonrisa aún se mantenía. Sea como sea, con este chico, parecía que la alegría nunca te faltaría — Llegamos — Anuncié y en cuanto el seguro se salió, Hoseok corrió hasta la puerta, me bajé y lo seguí, su amigo salió enseguida.
Me dijo algunas palabras que me hicieron sonreí, pero mi sonrisa se esfumó cuando vi a Taehyung salir de la casa con lágrimas en los ojos.

— ¿Tae? ¿Qué pasa?

— No soy bueno para él... — lloró y lo abracé — No soy bueno...

Mi novio es un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora