Narra Jack
Subí las escaleras rápido. Estaba seguro de haber oído voces procedentes del piso de arriba y no estaba dispuesto a subir con Anabel siendo consciente de ellas. Andé por el pasillo hasta llegar a mi habitación. Pegué la oreja en la puerta en un intento de descifrar algunas palabras.
-Si....oh vamos, no hay nadie...te espero...adiós- dijo una voz al otro lado. ¿Esa era..?
Abrí la puerta encontrándome con mi prima desnuda sentada en mi cama mientras jugaba con uno de sus mechones de pelo rojo. Sus ojos de abrieron como platos, al igual que los mios. Cogió las sábanas de la cama y tapó su cuerpo con estas.
-¿Que haces aquí?- dijo ella un tanto asustada.
-Creo que eso debería preguntártelo yo- me crucé de brazos.
-Pensé que como no estábais no te importaría que trajera aquí a Owen para... ya sabes- se encogió de hombros sonrojada.
-Claro, no me importaría que te follaras a uno de tus muchos ligues en mi cama. Total, luego cambias las sábanas tss- la miré serio- Porque las cambias ¿no?
-Bueno...- bufé- Dvería habértelo dicho, lo siento- suspiró.
-No hagas más estas cosas Tiffany, me estropeas los planes joder.
-¿Tu ibas a..- no la dejé acabar.
-Es mi novia, todo cambia.
-Sigue siendo sexo Jack- rió.
-Pero es mi verdadera cama, no la de mi primo- bufó.
-Lo siento joder. Te prometo que no volverá a pasar.
-Ven aquí anda
Abrí los brazos dejándole claro lo que quería. Pasó sus brazos por mi pecho y me abrazó. Puse mis manos en su diminuta cintura y la pegué a mi. Todo estaba bien hasta que el sonido inesperado de a puerta nos sorprendió.
-Eres..eres...¡Te odio!- dijo entre sollozos mi chica.
-¿Que? Anabel ella es..- no me dejó acabar la oración.
-¡Se muy bien quien es!- gritó- Ella me hizo odiarte.
Y ahí lo entendí todo, creía que era aquella chica que nos separó. Ahora que lo pensaba Tiffany era bastante parecida a ella, tanto que si no fuera mi prima diría que es la misma persona. Tenía el pelo largo y rojizo, las mejillas ligeramente rosadas, su estatura esta pequeña comparada con la de ambos y la forma de sus ojos era idéntica. El sonido de sus pasos me hizo saber que se había ido. Corrí tras ella mientras gritaba su nombre pero parecía no importarle. La multitud que había en la calle me hizo imposible encontrarla.
Narra Anabel
Entré en la oscura pero llena cafetería. Busqué a Álvaro con la mirada y lo divisé en una mesa cerca de la barra. Me acerqué a él y tomé asiento.
-¿Que ha pasado?- dijo mientras tomaba mi mano. La aparté rápidamente.
-Jack estaba con...
-Vaya, parecía buen chico- hizo una mueca.
-Yo también creía que lo era- sollocé.
Realmente no sabía que hacía allí. Tenía ganas de estar sola, pensar en todo y tomarme una gran taza de chocolate caliente mientras las lágrimas caían por mis mejillas. ¿Cómo podía ser tan idiota? Pensaba que él era diferente al resto, que cuando decía que me quería no mentía.
-¿Owen?-dijo mi acompañante.
-¡Hey!
No sentía interés por ver a aquel chico así que mantuve la mirada fija en la mesa. Un teléfono fue dejado en esta, al parecer el del tal Owen.
-¿Que haces aquí?- dijo Álvaro.
-Había quedado con una chica pero al parecer ha ocurrido algo con un familiar y no va a poder verme.
La pantalla del pequeño aparato se encendió. Vagamente desplacé mi mirada hasta esta. Mis ojos se abrieron como platos. Había una foto de aquella zorra junto a un nombre: mi nena.
-¡Es esa zorra, Mery!- fruncí el ceño.
-¿Mery? Es Tiffany, la chica con la que me acuesto.- ese nombre me sonaba.
-¡No, es ella! Iba conmigo al colegio.
-¿Juntas? Me extraña, tiene unos años más que tu- fruncí el ceño.
-Has dicho que tenía problemas con un familiar, ¿sabes con cual?
-Si, su primo Jack.
Sentí algo en mi estómago y en el corazón. Quería ver a Jack para disculparme, lo necesitaba.
-Soy tan idiota- dije riendo. Cogí mi bolso y corrí a la puerta.
-¡Anabel! ¿Donde vas?- dijo Álvaro.
-¡Voy a buscar a mi chico!- grité mientras salía.
Mi chico. Si, era solo mío.
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La sonrisa de Anabel
Roman pour AdolescentsHola, me llamo Jack y amo con locura a una chica, pero ella no debe saberlo. ¿Por qué? Una simple razón: me odia.