Ethereal ✔︎joohyuk。2018

11 Flee away

El menor no tenía experiencia con el sexo entre hombres, así que con toda la vergüenza del mundo colocó un vídeo porno gay mientras estaba en la bañera. No quería ser malo con Minhyuk ni que fuera incómodo para alguno de los dos así que se vio varios de esos con un sonrojo intenso en las mejillas. Después de la ducha él pensó que quizás estaba preparado, al menos mentalmente.

Probablemente no sería la primera vez de Minhyuk con un hombre pero aún así Jooheon llevó mucho lubricante a la cabaña.

Cuando eran las ocho y ya tenía que ir a pasar por Minhyuk, su Hyung entró a su habitación y lo paró colocando una mano en su pecho.

Hyunwoo no era tonto, lo había descubierto.

—Eres el mejor, Honey —le dijo con una falsa sonrisa en su cara—. Gracias por lograrlo.

—Sí... —respondió Jooheon—. Iba a decírtelo ahora, Hyung.

—No te preocupes. Mingi sale con Kihyun, él me dijo que Minhyuk y tú habían planeado pasar la noche en la cabaña. Eres el mejor —volvió a repetir Hyunwoo—, creí que no lo lograrías, pero al parecer debo aprender a confiar más en mi Honey.

Jooheon asintió y ambos salieron de la casa. El corazón del menor latía demasiado rápido y sentía arcadas.

—Haz las cosas como acordamos, Honey —Hyunwoo palmeó la espalda de Jooheon—. Perdón si alguna vez te confundiste o algo, terminará pronto, Honey. Jamás volveré a pedirte algo como esto, lo juro.

Jooheon no podía notar la falsedad tan amarga de su Hyung, su Hyung era como un héroe para él. Nunca podría verlo como alguien malo.

Cuando Jooheon pasó por la casa de Minhyuk a recogerlo, este se veía radiante. Su cabello rubio oro estaba ondulado y abierto al medio como la primera vez que lo vio, llevaba una camisa de color lila algo suelta y unos jeans blancos. Se veía sumamente puro y encantador.

—Está muy guapo, señor Lee —comentó el menor.

—Usted también, señor Lee. —Minhyuk se sonrojó ante la situación.

Sus apellidos eran el mismo y le daba la sensación de estar casados.

El corazón de Jooheon latía con culpa y remordimiento. Él sabía que todavía podía correr y decirle a Minhyuk que huyeran lejos, lejos, a Europa, o Sudamérica. Que podían estar juntos pero muy lejos de la influencia de su Hyung. Pero tenía un problema, su Hyung le había dicho que confiaba en él. No podía defraudarlo.

Cuando llegaron a la cabaña Minhyuk suspiró feliz, halagando lo extremadamente bonito que se veía todo.

—Minhyuk —dijo Jooheon cuando estaban comiendo la cena que su madre había preparado para esta noche—. Después de esta noche —empezó lento—, quiero que sepas que estaremos más unidos que antes. Quiero que te sientas especial, porque lo eres.

Jooheon era un gran mentiroso, de la noche a la mañana. Su corazón dolía pero las palabras salían solas.

—Te quiero como nunca quise a ningún otro hombre —Y si eso era una mentira, ni siquiera Jooheon lo sabía.

El menor se acercó a besar los labios ajenos, Minhyuk suspiró durante el pequeño beso.

—Eres encantador, Jooheon. Realmente me encantas.

Los ojitos llenos de adoración brillaron una vez más. Jooheon tenía miedo de que ese brillo desapareciera algún día. Pero lo dudaba, porque Minhyuk tenía una buena vida ahora.

Jooheon y Minhyuk comieron el postre, y luego, entre besos se dirigieron a la habitación. El menor tenía que apurarse, su Hyung entraría por la ventana del baño a las diez y media y ya casi daban esa hora.

En el camino Minhyuk iba desnudando el cuerpo de Jooheon, primero la chaqueta y luego la corbata, pero este lo detuvo.

—Minhyuk… —dijo suave, tirando con cuidado al mayor en la cama, sobre los pétalos.

Con lentitud, le quitó los zapatos y los calcetines. Luego le quitó todas las alhajas que llevaba, anillo a anillo, pulsera a pulsera. Cuando se hubo desecho de todo ello, besó los labios de Minhyuk.

—Soy algo inseguro —murmuró Jooheon y era cierto—. Me gustaría que apagásemos las luces...

—Claro que sí, Joohoney, cualquier cosa para que estés cómodo.

—Así estaré más cómodo —mencionó mientras apagaba todas las luces y cerraba las cortinas, asegurándose de que no se vea absolutamente nada.

Jooheon volvió a la cama. Él quería ser por lo menos quien desnudara al mayor. No quería darle ese privilegio también a su Hyung.

Lentamente, Jooheon pasó las manos por las caderas de Minhyuk, desabrochando el pantalón con cuidado y deslizándolo por las piernas. Se tomó el tiempo para abrir, botón a botón, la camisa lila dejando el pecho blanco al descubierto. Escuchó un breve murmullo del mayor, diciendo que estaba fresco. Minhyuk lo ayudó en su tarea por quitar completamente dicha camisa, quedando ahora sólo en su ropa interior.

Las manos de Jooheon recorrieron la figura de Minhyuk desde las axilas hasta debajo de las caderas.

—Eres pequeño —rio el menor, suave.

Jooheon quería llorar de odio a sí mismo.

—Si te hago daño sólo golpéame y huye —soltó sin gracia, pero con una pequeña risa triste después.

Minhyuk asintió mientras acariciaba la cara de Jooheon.

—Nunca me lastimarías, Joohoney, no digas eso.

Jooheon odiaba que Minhyuk confiara tanto en él.

«Golpéame, ódiame y huye lejos» quiso gritarle.

—Te quiero, Min —soltó a cambio—. Iré a buscar algo al baño.

Cuando Jooheon entró al baño y encendió la luz, su Hyung estaba sentado en la bañera leyendo algo en su teléfono. Le tocó el hombro y le señaló la habitación, informándole que ya podía salir. Hyunwoo le sonrió tan feliz que Jooheon lo odió por primera vez en su vida.

Si su Hyung lo quería tanto, ¿por qué le hacía esto? No lo entendía.

Antes de que Hyunwoo salga con una botella de lubricante en su mano, Jooheon lo detuvo.

—No puedes ir, él es mío —quiso decir—. No lo dañes, él es mío —pero no soltó nada.

A cambio, moduló con sus labios "cuídalo" porque no tenía la voz para decirle que no tenía el derecho de acostarse con Minhyuk.

La luz fue apagada, y la puerta fue cerrada. Hyunwoo salió y Jooheon se quedó dentro.