14 Sex toy

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Cuando la pareja volvió de su viaje al pueblo vecino todos sus amigos habían notado lo felices que estaban. Jooheon estaba más radiante y libre que antes y Minhyuk era un sol en máxima potencia.

Pero eso fue sólo antes de que el gran huracán arrasara con la vida de todos.

—Hey, Honey —llamó Hyunwoo cuando Jooheon salía de su ducha.

—¿Qué sucede, Hyung?

—Quería hablar contigo. Te espero en el jardín. —Señaló hacia afuera mientras salía de la habitación.

Jooheon se cambió tranquilo y, cuando estuvo listo, salió fuera para ver qué era lo que su Hyung necesitaba de él. Si se trataba de otra de sus peticiones, se negaría rotundamente.

—¿Qué pasa? Aunque yo también quería hablar contigo. —Jooheon recordó que iba a pedirle a su Hyung que el juego debía terminar.

—Quería preguntarte algo —dijo Hyunwoo con las manos detrás de su espalda.

[Llamada saliente]

Ambos hermanos estaban sentados en las escaleras de la puerta trasera.

—¿Sobre qué, Hyung?

—Sobre Minhyuk —soltó—. Quería saber si estabas enamorado de él. Han salido por demasiado tiempo y se fueron un fin de semana lejos. Eso no hacen los amigos, Honey. Yo creía que no eras gay.

En la otra casa, mirando por la ventana estaba Minhyuk, él no entendía por qué Hyunwoo le había marcado al teléfono si estaba teniendo una conversación con el hermano menor. Pero no cortó, no tenía nada que hacer y esos dos estaban hablando sobre él.

Jooheon aún no estaba listo para afrontarlo a su familia. Si bien ellos ya sabían que salía con un hombre, era muy distinto para Jooheon que Hyunwoo lo supiera de verdad. Mucho más si su hyung parecía enojado, escéptico, aterrado y asqueado.

Jooheon no lo entendía. Jooheon no reconocía a Hyunwoo.

—N... No soy gay, Hyung.

—Entonces, Honey —dijo elocuente—. Nuestro juego ya acabo, puedes terminar con él cuando quieras.

—¿Qué? —Algo en el corazón de Jooheon saltó de emoción—. ¿Ya no quiere acostarse con él?

—No —dijo sin ganas—, fue bueno pero no como esperaba. Pero, Honey... Es mejor que termines con él porque me da como... awk, eso —hizo una expresión de asco.

—Hyung, usted me pidió que saliera con él y que lo ayudara a meterse en sus pantalones. ¿Ya no quiere hacerlo? ¿Por qué?

Minhyuk, desde el otro lado, apretó el teléfono contra su mejilla.

—Porque me da asco, Honey. A demás tú también vas a alejarte de él ahora porque ya lo hicieron, ¿verdad? ¿Te acostaste con él el fin de semana, Honey?

—Sí, pero, Hyung, ¿entonces, si entendí bien, usted ya no va a acostarse con Minhyuk nunca más?

—Exacto —asintió Hyunwoo, y tentó con fingida indignación—. Una vez más, Honey. ¿Tú eres gay?

—¿Qué? —chilló Jooheon, su voz tembló antes de continuar—. ¡Claro que no, Hyung! ¡Sólo salí con Minhyuk porque usted me lo pidió! ¡A mí no me gustan los hombres! ¡Nunca me gustaron los hombres y nunca me gustarán! ¡Minhyuk era un juego sexual, como usted dijo!

En su casa, mientras Minhyuk miraba por la ventana, dejó el teléfono caer al suelo y miró con tristeza en su rostro lo que su novio estaba diciendo.

Su novio Jooheon, el mismo Jooheon del que se enamoró acababa de decir que nunca saldría con un hombre. Había dicho que no estaba enamorado de Minhyuk y que nunca lo estaría. Su hermano Hyunwoo había dicho que le daba asco porque al parecer se acostó con él.

Las manos de Minhyuk temblaban mientras se limpiaba las lágrimas de la cara. ¿La única vez que se acostó con Jooheon fue el fin de semana? ¿Las anteriores veces había estado con su hermano mayor al que conocía sólo de vista?

Jooheon sólo salió con él porque su hermano mayor se lo había pedido y al parecer era un juego de ambos.

Minhyuk se sentó en su cama. Aún en shock. Recordó la primera vez en la cabaña, y los flashes de esa noche que habían sido extraños lo golpearon dándole fuertes bofetadas. La luz estrictamente apagada (en cada ocasión), la sutil diferencia en los besos, las manos que lo tocaban con una sensación diferente. En su momento Minhyuk lo atribuyó a que era su noche especial y todo se sentiría diferente por lógica.

«¡En tu cara, imbécil! ¡Ellos estaban jugando contigo!» le dijo su mente «Hyunwoo abusó de ti y se lo permitiste» repitió.

Se sentía violado. Atacado.

Minhyuk lloró en su cama porque no tenía ganas de salir fuera, ignoró profundamente las llamadas que le hizo Jooheon porque no quería verlo. ¡No tenía nada que ver con ese monstruo! ¡Ese monstruo que alimentó su gusanito de la felicidad para convertirlo en una hermosa mariposa y luego lo prendió fuego!

Ese monstruo que había hecho un complot con su hermano mayor para jugar y aprovecharse de él.

Minhyuk no había abierto su corazón jamás de esa forma, ni siquiera con su primera novia (quien había sido el mejor romance de su vida, hasta que llegó Jooheon a reemplazarla). Porque Jooheon fue incluso más allá de eso convirtiéndose en su salvador, su ángel, pero resultó ser todo un farsante.

Hoseok tocó la puerta de Minhyuk antes de entrar a la habitación. Cuando vio a su mejor amigo tirado en la cama con la cara roja y las lágrimas cayendo como cascadas, se acercó a él todo aterrado.

—¿Qué zuzede, Puppy? ¿P... p... por qué lloras? —la voz de Hoseok se quebró—. Min, Puppy, po... por favor di... dime qué te paza.

El cuerpo de Minhyuk convulsionaba y lloraba a gritos, desahogándose ahora que tenía un hombro para llorar. Los sollozos apremiaron el cuarto, las lágrimas mojaron su almohada y las caricias de Hoseok en su cabeza eran de poco consuelo. Sentía que nada arreglaría su corazón. Ni siquiera el propio Jooheon podría hacerlo con uno o mil perdones.

Ethereal ✔︎joohyuk。2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora