Johnmark • Be My Boyfriend

six

¿Bailamos?

En los dos días después en el colegio había sido un poco más tranquilo, no había tantas miradas aunque la mayoría de las clases Mark y Johnny habían estado separados.

Al medio día Mark garabateaba aburrido sobre su cuaderno, el salón había quedado vacío ya que todos se encontraban en la clase de educación física pero él había conseguido librarse gracias a un permiso que Johnny se había encargado de enviar a la profesora de deportes en donde
solicitaba que él pudiera faltar a esa clase por una lesión en sus pies.

Mark consideró que había llevado demasiado lejos las pequeñas ampollas que se le habían hecho en los pies al estar practicando el "caminar" durante dos tardes seguidas pero también le
agradecía al muchacho que lo librara de esa clase. No porque no le gustara el deporte si no porque hacía demasiado calor como para correr 5 vueltas debajo de ese abrazador sol.

—Mark —escuchó un susurró cerca de la ventana que daba al pasillo pero cuando volteó no vio a nadie, decidió ignorar eso y siguió haciendo líneas en la hoja que probablemente había
dejado de ser blanca gracias a todos los garabatos—. Mark —volvió a escuchar y esta vez sí logró divisar una cabeza castaña.

—¿Jeno? —preguntó con su vista en la ventana. El chico castaño se asomó lentamente como si temiera que lo vieran.

—¿Estás solo? —preguntó el chico dejando ver solamente sus ojos pardos.

—Sí, anda ven, no tienes porque esconderte —le presionó Mark contento de tener a alguien para poder hablar o mínimo escucharlo hablar.

Jeno se levantó lentamente para después entrar al salón sigilosamente.

—Me voy a hacer viejo contigo —dijo Mark observándolo caminar e imaginando como un caracol lo rebasaba.

—¿Y si viene Johnny? —preguntó tímido.

—¿Qué importa? —dijo con tono indiferente logrando que el rostro de Jeno fuera marcado por la impresión.

—Que es tu novio. Debería importarte.

—Es mi novio —la última palabra le secó la garganta y tuvo que tragar saliva antes de continuar—, pero tener un novio no significa que deba estar con él las 24 horas del día o que esté
preso.

—Pero tu novio no es cualquier chico, es Johnny Seo, el modelo que todas las chicas y chicos aman —«yo no», pensó Mark—. Aun no me creo que sean novios. Es decir, eres guapo pero siempre creí que Johnny preferiría a esas modelos flacuchas de 1.80 de estatura con las que siempre posa. Aun así es maravilloso que estén juntos, lo único es que te extraño y eso que solo han pasado 3 días desde que se te declaró.

Mark vio el rostro de su amigo y vio la pequeña gota de tristeza que había en su rostro, ellos siempre salían a caminar o a perder el tiempo en cualquier lugar después del colegio pero esos últimos tres días él y Johnny se marchaban juntos para convertirlo en el novio “normal” en idioma Johnny, que sus padres esperaban.

—Aun podemos hablar aquí y sin razón para que te escondas. No olvides que yo sigo siendo el mismo Mark que conociste en la secundaria —le recordó y Jeno sonrió.

—Pero quien no sigue siendo igual es Johnny —soltó una carcajada y Mark lo acompañó con una ligera risa recordando lo mismo que su amigo