- Estás muy guapa, Hermione.- Dijo Harry a la muchacha cuando se reunieron en el restaurante en el que habían quedado en verse.
- Muchas gracias, Harry.- Respondió con una sonrisa.
- Hermy.- La saludó su amiga pelirroja, abrazándola.
- Hola, Ginny.- Correspondió ella estrechándola entre sus brazos.
- Hola, Hermoine.- Saludó Ron, con tímida sonrisa, acompañado por su chica.
- Hola, Ronald.- Saludó de vuelta.- Buenas noches, Monique.- Añadió dirigiéndose a la acompañante del pelirrojo.
- Buenas noches, Hegmione.- Dijo la chica con una agradable sonrisa.
Monique era una adorable y joven muchacha francesa. Tan solo tenía 18 años, pero ya se había graduado en la escuela mágica de Beauxbatons con las mejores notas de la historia, lo que le había posibilitado una beca para hacer las prácticas en el Ministerio de Magia que ella eligiera de toda Europa; y había escogido el Ministerio de Londres. Allí conoció a Ronald Weasley, y la chispa saltó entre ellos como una llama inagotable. Desde entonces eran inseparables.
- ¿Y qué tal todo en la clínica?- Preguntó Harry, mientras troceaba la carne del plato que le habían servido.
- Todo bien.- Explicó la castaña limpiándose la boca con la servilleta.- Por suerte cada vez más magos confían en la medicina muggle, lo que nos está proporcionando muchos pacientes. Y, por lo demás, nada nuevo. ¿Qué tal vosotros por el Ministerio?
- Bien. Como siempre. - Dijo, el chico, mirando alrededor para ver que nadie les estuviera prestando atención, entonces bajando la voz casi hasta un susurro, siguió contándole a su amiga.- Seguimos con la búsqueda de mortífagos, como ya sabes.- Ante este comentario la castaña solo asintió, acercándose al chico para no perder detalle.- Hace unos días corrió el rumor de que habían visto a Malfoy por el Londres muggle. Inmediatamente mandamos unos cuantos aurores a la zona para ver si lo encontrábamos, pero no hubo suerte. Fue como si se lo hubiera tragado la tierra.
- Vaya, pues sí que es escurridizo. - Comentó la chica, también en voz baja, como si la información recibida le pillara por sorpresa.- De todas formas, puede que tan solo fuera un rumor. Quiero decir, ¿Malfoy por el Londres muggle? - Dijo con una sonrisa cargada de fingida incredulidad.- Creo que antes preferiría estar muerto que tener algo que ver con los muggles.
- Puede que tengas razón.- Admitió el moreno pensativo.- Pero, ¿quién sabe? Tal vez, sepa que vamos a pensar así, y esté aprovechando la oportunidad para campar a sus anchas por la ciudad.
- Tal vez.- Respondió alzando los hombros.- Pero, ¿de verdad crees a Malfoy tan listo?- Interrogó riendo ante tal ocurrencia.
- Es cierto, Harry.- Intervino Ron, para suerte de la leona.- ¿Desde cuándo Malfoy ha demostrado ser inteligente?- Añadió riendo, como si fuera el mejor chiste del mundo.
- ¿Ves? Ronald piensa igual que yo.- Mencionó, sonriendo al pelirrojo, agradecida por su apoyo.
- Puede que tengáis razón, pero igualmente no hay que bajar la guardia.- Insistió el chico de la cicatriz.- En momentos en los que tu vida corre verdadero peligro es cuando más se te agudiza el ingenio. Él ahora mismo es como una serpiente acorralada, y no durará en hacer lo que sea necesario con tal de salvar el pellejo. Creo que no deberíais subestimarlo.
- Está bien, chicos- intervino Ginny –se acabó por hoy el hablar de mortífagos. Vamos a cambiar de tema, ¿de acuerdo?
- Como quieras.- Aceptó, Hermione, sintiéndose agradecida hacia su amiga, ya que no le gustaba demasiado la dirección que estaba tomando la conversación. Hablar demasiado sobre Malfoy podría levantar sospechas. Sobre todo a Harry, que cuando algo le intrigaba nunca lo dejaba pasar por alto.
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Amor Secreto
FanfictionUnos años después de la última Guerra Mágica, Draco Malfoy se encuentra huyendo del Ministerio de Magia para evitar el temido Beso del Dementor. Unos caza-recompensas lo están siguiendo para entregarlo, cuando el rubio es encontrado por Hermione Gra...