¿Importa? - Shotacon - SasuxSaku

Capítulo 8

CAPÍTULO 8

SASUKE

Sakura me arrastró hasta lo que sus padres humildemente llamaron jardín trasero. Empezaba a sentirme inferior ante tal extravagancia, y eso que nuestras familias estaban casi al mismo nivel económico.

Aquel lugar parecía más un parque que un jardín casero. Había dos piscinas casi unidas. Sakura me explicó que una era de mayor profundidad que la otra pues había ocasiones en las que sus padres hacían fiestas ahí. Alrededor de dichas albercas había varios camastros y palapas.

Más atrás de las piscinas se alzaba una palapa de mayor tamaño con una gran mesa al centro. Ahí se encontraban nuestras familias. Shisui se encontraba encantado jugando con los perros guardianes y sus crías. Eran demasiados. Pude distinguir algunas razas: pitbull, pastor alemán, rottweiler, doberman y tres Gran Danés. Sakura siguió mi mirada.

-A mi padre le encantan los perros. Todavía faltan tres bulldog que seguro están en su cita semanal con el veterinario. Mi madre y yo somos más de felinos. Tengo 2 gatos dentro de la casa- murmuró orgullosa.

-Eso es grandioso. Papá odia tener animales. En algún momento Shisui hacía berrinches por tener un perro, pero nunca se lo concedieron. Ahora no querrá irse nunca de aquí- solté una risita y Sakura se quedó viéndome fijamente.

-¿Sabes? No sonríes lo suficiente, vives enojado con tus hermanos. Al menos con el mayor y puedo asegurar que con tu otro hermano mayor también. En serio, sonríe más. Justo como ahora, te ves encantador- y ahí estaba otra vez ella. Robándome las palabras, ni siquiera pude pensar en una respuesta antes de que ella se adelantara hasta nuestros padres.

Pude sentir la mirada de Obito fija sobre mi rostro al acercarme, pero intenté ignorarlo. Él era muy observador, más que Itachi, pero era menos fastidioso. Al menos por ahora, mi orgullo seguiría intacto.

-Papá, tomaré un baño y en un momento más los acompañaré de nuevo. Madara, Mikoto, en un momento estoy de regreso- sonrió dulcemente Sakura.

-Seguro, Sakura.- le devolvió mi padre la sonrisa.

-Adelante, cariño- mi madre desbordaba miel cuando tenía la atención de Sakura. Rodé los ojos.

-Con permiso- exclamó Sakura, haciendo una reverencia. Levantó su cara y me guiñó un ojo para mi sorpresa. Después se adentró de nuevo en su casa.

-Sasuke, Obito. Quisiera hablar con ustedes- nos llamó Kizashi. Ambos nos acercamos a la silla donde él se encontraba.- Madara y yo hemos sido amigos de toda la vida. Crecimos juntos y a pesar de que nos distanciamos hace algunos años, queremos retomar nuestros antiguos lazos y unirlos lo más que se pueda.

-Por eso- prosiguió mi padre detrás de nosotros- nos gustaría que Sakura se uniera con alguno de ustedes. Sé que aún Itachi no está presente y hablaré de esto con él después, pero me gustaría que tuvieran en cuenta lo que deseamos- me miró fijamente por unos segundos antes de proseguir.- Sasuke, realmente pensé sólo en Obito o en Itachi para esto, pero al parecer tú te has ganado la estimación de Sakura antes de que siquiera supieras que esto pasaría.- después desvió su mirada a Obito- Aunque tampoco es que ya esté todo decidido. Sakura no sabe nada de esto.

-Mi hija puede llegar a ser un poco... difícil- añadió Kizashi.- Por eso, si tú, Obito o Itachi se encuentran interesados en ella, pueden intentar ganarse su cariño. Sasuke, tampoco me imaginé que podrías ser rival para tus hermanos mayores, pero al parecer me equivoqué...

-Oye, espera. Deténganse los dos- exclamé sonrojado- ¿De qué demonios hablan? ¿Planeas casar a tu hija en contra de su voluntad? ¿Qué clase de padre eres?- susurré molesto.