CAPÍTULO 2
SASUKE
Entré a mi habitación, dejándome caer en la gran cama. Me quedé observando el techo durante un largo rato. ¿Cómo esa chica podía afectarme tanto? Y además, yo me estaba comportando como un idiota. La dejé abajo, sola. Ni siquiera le indiqué correctamente la ubicación del baño. Necesitaba tranquilizarme y bajar, empezar desde cero. Mi corazón seguía latiendo con fuerza, podía sentir los latidos recorriendo mi cuerpo, necesitaba aire fresco.
Me levanté perezosamente, me acerqué al ventanal y lo abrí. Me dejé caer en la esfera-sillón colgante que tenía flotando sobre la pequeña terraza. Me tomaría dos minutos para calmarme y después bajaría de nuevo. Me quedé observando la luna llena y segundos después saqué mi celular, tomé una fotografía de la gran esfera lunar. No sé por qué, pero su luz aplacaba mis temores e inseguridades.
-Saku...ra...- susurré. Su nombre me sabía dulce... No, no, no. Debía dejar de alucinar con ella. Simplemente me pilló por sorpresa el hecho de que es bastante joven. Y linda, muy linda. Como una princesa de cuentos. Pero sólo eso. Suspiré pesadamente y cerré los ojos. Sólo dos minutos...
SAKURA
Sasuke desapareció por las escaleras en un instante, lo incomodé sin querer.
-Eres una estúpida, Sakura.- susurré mientras me encaminaba hacia el sillón, me senté y observé que sobre la mesa central había un portarretratos, lo tomé y miré detenidamente cada rostro. Recordaba perfectamente al señor y señora Uchiha, pero nunca tuve la oportunidad de conocer a sus hijos. Al parecer ser altos era una característica familiar, la foto parecía reciente pues en el rostro de Sasuke no había mucha diferencia con el que vi hace rato.
El joven más alto y de cabello corto debía ser Obito, me reí, por su expresión parecía que acababa de vomitar. Casi tan alto como él, otro chico con el cabello corto del lado derecho y en melena del lado izquierdo, aunque la melena le llegaba solo al inicio de su oreja. Mostraba una sonrisa más lobuna, traviesa, él debía ser Itachi.
El niño pequeño, en brazos de su padre, sin duda era Shisui. Con suaves ondas en su cabello, a diferencia del alaciado perfecto del resto de los Uchiha, su rostro aún de bebé era redondo y con unas pestañas enormes. Era un niño precioso, me moría de ganas por conocerlo. Suspiré, eso sería imposible, al menos esta noche.
Por mi culpa, Sasuke huyó de mí. Seguramente ahora me odia. Esta en esa edad donde los chicos no toleran a las chicas a su alrededor. Joder. Deje la fotografía de nuevo sobre la mesa y me recosté, cerré los ojos y, sin querer. El sopor y el calor de la casa me vencieron poco a poco.
SASUKE
Abrí los ojos escandalizado, tomé mi celular. Genial, me dormí alrededor de 20 minutos. Seguramente Sakura piensa que soy un grosero. ¿O habrá venido a buscarme? Sé que no se irá hasta que lleguen nuestros padres, pero... Salí rápidamente de mi habitación, intenté aguzar el oído por si escuchaba algo, pero todo estaba en silencio. Cuando llegué al pie de la escalera, la busqué con la mirada y comencé a sentirme nervioso. No, ella no nos dejaría solos.
-¿Sakura?- murmuré indeciso, pero sin recibir respuesta. Me acerqué a la sala y, para mi alivio, la vi recostada en el gran sillón. Me acerqué lentamente, procurando no hacer ruido, hasta arrodillarme y colocarme frente a ella. Lo que vi, no tenía comparación.
Su rostro adoptaba un aura angelical cuando dormía, y su peinado se había aflojado un poco. Pero sin duda, lo que me sorprendió fue ver la blanca piel de su abdomen. Sentí la acumulación de sangre en mi rostro. La posición en la que dormía era bastante descuidada, con un brazo pasando por encima de su cabeza, y el otro colgando del sillón; una de sus piernas flexionada hacia arriba y la otra estirada sobre el sillón, por lo cual su chamarra era jalada hacia arriba y sus jeans hacia abajo.
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¿Importa? - Shotacon - SasuxSaku
Fiksi PenggemarÉl nunca había experimentado algo igual, nunca, en sus catorce años de vida. Sabía que su cuerpo estaba cambiando, incluso ya era más alto que los idiotas de sus amigos. Y una que otra chica se sonrojaba al verlo, pero a él le daba relativamente igu...