CAPÍTULO 17
-No quiere decir nada- resopla mi padre al salir de la habitación de Itachi.
Casi amanece, hace una hora que instalaron a Itachi en una habitación privada y hasta ahora sólo mis padres lo han visto. Suelto un suspiro y miro a Sakura que se quedó dormida en uno de los sillones de la sala de espera.
-La llevaré a casa.
-Sí, será lo mejor. ¿Podrías verificar si hay señales de Obito?- gruñe frustrado.- Intenté contactarlo toda la noche pero ni siquiera entraban las llamadas. Izuna me dijo que dejara a Shisui con él unos días más para no asustarlo.
Asiento en silencio y procedo a despertar a Sakura. Anoche sus papás llegaron apenas quince minutos después que nosotros y a pesar de las insistencias de su padre, Sakura no quiso ir a casa. Ambos se retiraron y Asuma les siguió, por orden de Kizashi. Desde entonces, la preciosa chica que ahora se apoyaba adormilada sobre mí para caminar había permanecido al lado de mi familia sin permitir que mis padres la enviaran a descansar. Al final, el sueño la había vencido.
Al salir, paré un taxi y nos trasladamos hasta mi casa. Durante el trayecto, Sakura seguía dormitando sobre mi hombro y sus manos sujetaban firmemente las mías. En cualquier otra situación esto me habría avergonzado, pero ambos estábamos cansados y ella había tenido que soportar más que yo. Apenas llegamos a mi domicilio, despedí al taxista pagando. Sakura apenas y puso resistencia cuando la desperté para bajar del auto y entrar a casa.
-¿Obito?- pregunté a la nada cuando entramos. Busqué a mi hermano con la mirada en la planta baja o algo que me indicara que había estado ahí después de que mis padres y yo salimos corriendo de casa. Pero todo estaba igual.
Subí las escaleras con Sakura a cuestas. No pesaba tanto como había imaginado, y tomando en cuenta que todo el cuerpo me dolía por el cansancio, me resultó gracioso pensar que estando completamente activo sería como cargar a un niño pequeño. Quería verificar que Obito no estaba en su habitación por lo cual me atreví a acostar a Sakura sobre mi cama. Cuando me erguí, ella despertó casi por completo.
-¿Sasuke?- jadeó sutilmente.
-Sakura, te traje a mi cuarto. Duerme un poco más, iré a buscar un par de cosas. Ya vuelvo- sonreí mientras me alejaba de la cama, pero su mano me detuvo.
-¿Puedes prestarme algo de ropa?- me enterneció el hecho de que ahora hablaba con los ojos cerrados. Era como una niña.
-Seguro. Mis pijamas están en el tercer cajón de la cómoda.- con dicha información, Sakura me soltó mientras se erguía lentamente sobre mi cama.
Salí de la habitación cerrando la puerta tras de mí. Si Obito andaba por ahí no quería que viera a Sakura cambiándose. Pero tú la viste cambiarse incluso antes de... Gruñí callando a mi voz interior. Yo era yo. Punto.
Bajé en silencio las escaleras y, en el segundo piso, me encaminé hacia la habitación de Obito. Toqué un par de veces la puerta sin recibir respuesta, y al abrir la puerta me encontré con su habitación vacía y su cama perfectamente tendida. Así que no ha llegado. Vaya sorpresa...Regresé sobre mis pasos, pero me detuve en las escaleras. Tenía hambre, y seguro que Sakura también querría algo para mordisquear. Bajé por algo de leche y galletas y regresé a mi habitación.
-Sakura, ¿sigues despierta...?- pregunté en voz baja al tiempo que traspasaba la puerta, sólo para llevarme una gran sorpresa al encontrar a Sakura de pie usando únicamente mi sudadera azul, su ropa interior y un par de calcetines mullidos que tenían años escondidos en mi cajón. Casi se me caen las provisiones de las manos.
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¿Importa? - Shotacon - SasuxSaku
FanficÉl nunca había experimentado algo igual, nunca, en sus catorce años de vida. Sabía que su cuerpo estaba cambiando, incluso ya era más alto que los idiotas de sus amigos. Y una que otra chica se sonrojaba al verlo, pero a él le daba relativamente igu...