CAPÍTULO 6
SAKURA
La persona frente a mí sonrió amigablemente tras presentarse, pero de un momento a otro se desplomó en el piso. Corrí a auxiliarlo, y al acercarme a él noté un considerable olor a alcohol y cigarros. Genial, el hijo mayor era un fiestero borracho.
-Obito, despierta- lo llamé, sacudiéndolo un poco. Poco a poco recobró la conciencia y se irguió lentamente.
-Perdona, perdona... Tengo que... Descansar...-susurró levantándose y encaminándose hacia las escaleras.
Dudaba que pudiera llegar bien a su habitación, así que lo seguí interponiendo unos metros de distancia entre él y yo. Lo último que necesitaba era que se lastimara, y aunque mi trabajo no incluía cuidar del mayor, al menos me aseguraría de que llegara con bien a su habitación.
Lo seguí a través de la tenue luz de los pasillos, hasta que se detuvo frente a una puerta y se adentró en ella. Suspiré profundamente y me dirigí hacia la sala, cuando recordé el ofrecimiento de Sasuke. Ya era muy tarde, y apuesto a que sus padres llegarían después de que saliera el sol, y no me apetecía tomar una siesta en el sofá, que aunque era cómodo, quedaba un poco expuesta.
Volví a subir y localicé las puertas frente a la gran habitación de Sasuke. Abrí cada una de las puertas para ver cual era la diferencia entre una y otra, pero me di cuenta que sólo cambiaba la decoración. Por lo que me adentré en una de ellas, la cual se manejaba en distintos colores pastel. Me recordaba a mi casa.
Me acomodé dentro de las cálidas cobijas que la recubrían y me dejé vencer por el sueño.
SASUKE
Cuando abrí los ojos, no encontré nada fuera de lo común. Hasta que llegó a mi mente el recuerdo de una chica de cabello rosa, me levanté de un brinco y casi arranqué la puerta al abrirla. Abrí la primera puerta y la encontré vacía. Sentí el corazón a punto de desbocarse, sino la encontraba en la segunda habitación bajaría corriendo a buscarla. Todo temor se disipó cuando vi una pequeña mata de cabellos rosados sobresaliendo de las cobijas que envolvían un pequeño bulto en medio de la cama. Sonreí y miré el reloj, eran casi las 9 de la mañana.
Decidí dejarla dormir un poco más, tal vez le gustaría que le preparara el desayuno... El cereal con leche me quedaba delicioso. O eso decía Shisui. Bajé las escaleras lentamente, aguzando el oído por si de casualidad mamá y papá ya estaban en casa. De ser así, no tardaría en escuchar las risas de Shisui, pero encontré todo en silencio.
La habitación de mis padres se encontraba vacía, por lo que decidí asomarme en la de Shisui. Él ya se encontraba despierto, y apuesto que estaba esperando a que mamá entrara a levantarlo. Al verme, sonrió y se sentó en su cama.
-¡Hermano!
-Shisui, buenos días.- dije sonriendo, acercándome a la cama.
-Mami no ha venido a levantarme- murmuró al tiempo que levantaba los brazos para lo cargara.
-Oye, ya estás grande como para que te cargue- reí suavemente mientras lo alzaba- Lo sé, anoche fue de fiesta con papá y aún no regresan. Pero, tenemos compañía- susurré misteriosamente. Sabía que eso despertaría su curiosidad.
-¿Karin vino a cuidarnos?- me preguntó de manera curiosa.
-Karin no, vino otra chica y sólo a cuidar de ti- dije torciendo un poco el gesto. Él me ignoró y volvió a preguntar:
-¿Cómo se llama?
-Su nombre es Sakura- respondí sonrojándome un poco ante el recuerdo de la noche pasada. Él me sonrió con alegría.
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¿Importa? - Shotacon - SasuxSaku
FanficÉl nunca había experimentado algo igual, nunca, en sus catorce años de vida. Sabía que su cuerpo estaba cambiando, incluso ya era más alto que los idiotas de sus amigos. Y una que otra chica se sonrojaba al verlo, pero a él le daba relativamente igu...