SIN NINGUNA GRIETA°

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En las películas y en los libros de terror siempre muestran esos pueblos que se ven perfectos, con gente común por fuera, pero sin embargo mientras más te adentras te das cuenta que tienen secretos, que la gente no es normal y que con la más mínima grieta todo puede ir derrumbándose todo lo que habían tratado de ocultar se descubre.

Esta era mi película de terror pero yo lo estaba escribiendo, y no era una opción mostrar alguna grieta, tenía que ser perfecta tanto por fuera como por dentro, tenía todo lo que cualquier mujer estaba buscando, no podía perder la oportunidad de ser feliz, no cuando yo sabía lo que era perder, y también cuanto dolía.

- ¡Mamá! - gritó Sebas al verme, y corrió hacia mis brazos para darme un cálido abrazo.

- ¿Me extrañaste? - pregunte acariciándole el rostro

- ¡Uf! Un montón de aquí al infinito

Sus ojos se iluminaron mientras sonreía genuinamente.

- Ya veo - dije dándole un beso en la nariz

- Oye cabecita de calabaza, ¿y a mi no me extrañaste? - dijo Mía abriendo los brazos

- ¡Tía Mía! - corrió a abrazarla, mientras Mía lo agarraba a besos.

Sebas había llegado muy temprano al aeropuerto junto a Ashley, ya que nuestro vuelo salía a las 8 a.m

- ¿No hubo contratiempos? - pregunté

- Sebas vomitó - lo acusó Ashley apuntándole

- No, mamá la tía Ashley vomitó todo el viaje, desde que subió al avión - dijo Sebas imitando su acusación

- Niño chismoso - le gruñó ella sacándole la lengua mientras Sebas la imitaba

- Que infantiles - bufó Mía, mientras yo reía

Hoy comenzaban nuestras verdaderas vacaciones, los chicos nos iban a estar esperando en París, bueno solo iban Jimin, Jungkook, Jin y Suga, los demás vendrían después, o eso fue lo que dijeron.

El viaje fue un poco pesado, mas que todo para Ashley, amaba viajar, pero odiaba los aviones, llegamos a París como a las 6 de la tarde, cuando salimos del avión, Mía le entrego a Sebas un gorro negro que le cubría casi todo el rostro, era de esos que le encantaba usar a Suga.

- Cuando salgamos, no mires a nadie, solo miras al frente y nunca, pero nunca bajes la mirada - dijo Mía agachándose a acomodarle los cordones.

Sebas solo asintió sin decir nada, lo notaba nervioso y algo inseguro, el odiaba tener tanta gente a su alrededor, desde que nació había tenía problemas con eso.

Cuando salimos, habían muchas fans, así como también periodistas, miraba de reojo a Sebas, el me tenía agarrado de la mano, mientras íbamos saliendo su agarre se hacía cada vez más fuerte, pero nunca cambió la expresión de su rostro, estaba serio y no bajaba la mirada tal cual le había enseñado Mía, por más que se este muriendo de miedo, jamás lo iba a hacer notar, la verdad es que yo le había enseñado hacer así, no quería que a mi hijo lo lastimaran como a mi, el era un niño muy cariñoso con las personas a las que tenía confianza, sin embargo con otras era muy frío y serio.

Mientras fue creciendo note que tenía problemas a la hora de comunicarse, lo llevé a muchas terapias, siempre dijeron que era algo psicológico, yo solo no quería que el se pareciera a mi, odiaba el pensar que el escuche estas voces que siempre rondaban en mi cabeza, odiaba la idea de que el sea una persona insegura al igual que yo

Nos hospedamos en uno de los mejores hoteles en París, solo porque Jin dijo que ahí tenían la mejor comida, al llegar habían bastantes fans y periodistas afuera del hotel, al primero que vimos fue a Jin que se encontraba en recepción, como siempre preguntando a qué hora llevaban la comida a su habitación, Sebas corrió a abrazarlo mientras él abrió los brazos como un tonto ni bien lo vio, alguien se paró atrás mío, y sentí sus manos cubrir mi rostro, por un momento pensé que era Suga, aunque recordé que el no haría eso, así este borracho, agarre las manos que me tapaban el rostro, y sentí los pequeños dedos de Jimin.

I BELIEVE IN YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora