DARK DAYS PT 2°

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Corría por un bosque oscuro lo único que alumbraba era la luz de la luna, las ramas golpeaban mi rostro con fuerza mientras escuchaba a Sebas gritar

- MAMAAAA - retumbaba en mis oídos mientras buscaba con desesperación a mi hijo, no sabía bien que estaba pasando, solo corría tratando de encontrarlo

- SEBAAAAAAS - grité con todas mis fuerzas, esperando que pueda escucharme

- MAMAAAA, POR FAVOR AYUDAMEEEE - lo escuche gritar aún más fuerte.

Corrí y corrí hasta encontrarlo, su cuerpo yacía sin vida en aquel bosque frío, la sangre salía de a montones por debajo de su pequeño cuerpo, corrí a abrazarlo mientras mis lágrimas corrían por mis mejillas, hundí mi rostro en su pequeño cuerpo, comencé a escuchar risas en eco a mi alrededor, levanté mi cabeza, pero no veía a nadie, volví a mirar a mi hijo y no estaba, las risas se hacían cada vez más fuertes, me tapé los oídos con fuerza, me estaba volviendo completamente loca.

¿Qué era lo que pasaba conmigo?

- CALLENSEEEE - grité muy fuerte

- COMO TE ESTA YENDO CON TU ANSIEDAD - escuché que murmuraron cerca de mi oído, volteé al instante y no había nadie, nuevamente tapé mis oídos, no pasaba nada era solo una pesadilla, esto acabaría en cualquier momento

- TUS DEMONIOS ESTAN VOLVIENDO CON MUCHA MAS FUERZA - volvieron a murmurar - YA NO TE ESCONDAS, NO SIRVE DE NADA.

En ese momento abrí mis ojos sobresaltada, entre sudores y los latidos de mi corazón, entendí que todo había sido una pesadilla, sin embargo estaba en una habitación totalmente blanca hechada sobre una camilla del mismo color que las paredes, ambas muñecas las tenía vendadas, tenía una intravenosa que me dirigía hacia una bolsa de suero, me senté y sentí un dolor insoportable en ambas muñecas, vi a Mía apoyar la cabeza en un rincón de la camilla, parecía dormida, estaba encerrada nuevamente en un cuarto de hospital, los latidos de mi corazón comenzaron a desesperarse, mi cuerpo empezó a temblar, quise bajarme de la camilla, y caí con todo el peso de mi cuerpo hacia mis manos, haciéndome gritar de dolor, Mía vino corriendo hacia mi, no entendía lo que me pasaba, solo quería salir de ahí, no resistiría ni un minuto más.

- Sácame de aquí por favor - rogué

- Camila, no podemos, porfavor tienes que ser valiente - contesto

- No Mía, quiero largarme de aquí, no puedo estar aquí - grité, y comencé a morderme las uñas desesperadamente

- Camila, cálmate - dijo y empezó a gritar - Doctoooor - haciendo que vengan como 4 enfermeros

Me rascaba la cabeza, e intentaba quitarme las vendas,  no quería estar más ahí, estos enfermeros me agarraron y empecé a gritar que me soltaran, Mía lloraba en una esquina de la habitación, mientras yo rogaba por su ayuda, me inyectaron algo por la intravenosa, que al poco tiempo deduje que era un sedante, mi cuerpo comenzó a relajarse, mientras murmuraba por ayuda, y caí dormida nuevamente.

Cuando volví a abrir mis ojos me encontraba en mi habitación, todo parecía cambiado, mi madre estaba sentada en uno de los sillones que tenía ahí, estaba leyendo una revista en la  cual la portada era yo, hice una pequeña queja al levantarme aún llevaba puesto las vendas en ambas muñecas, mi madre corrió hacia mí encuentro, dejando la revista en el sillón .

- ¿Estas bien princesa? - preguntó

- ¿Cuánto tiempo dormi? - pregunte ignorando su pregunta

- Desde el día que te levantaste, son dos días - respondio esquivando mi mirada

- ¿Que leías? - volví a preguntar

I BELIEVE IN YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora