TRES MESES DESPUÉS
Estuve al borde de la muerte, y aunque no tenía ganas de morir, tampoco tenía un solo motivo para estar viva, el miedo me consumió por completo, ¿pero miedo a que?, tampoco lo se, ya ni siquiera se quien soy, no me reconozco, estos tres meses quizás me ayudaron mucho con la adicción, pero no me encontré en ningún lado, no encontré a la mujer que solía ser antes que mi vida se destruyera.
Las horas pasaron lentas, los días fueron una eternidad, encerrada en cuatro paredes la vida para mi era distinta, tuve tiempo de pensar en cada mínima cosa que había hecho, en todo lo malo y bueno que me había sucedido, tuve tiempo de odiar, llorar, tuve tiempo para todo, menos para olvidar. Y es que todo el daño que había causado y que me habían causado, no era fácil de superar y menos de olvidar.
Esta semana completé 90 días de tratamiento por mi adicción a las drogas, no podría decir que estoy sana, ya que una adicción es una lucha de por vida y muy difícil, pero estaba recuperada.
O era lo que yo creía.
Con respecto a la ansiedad y a las voces dentro de mi cabeza llevaría un tratamiento ambulatorio, y aunque aveces los escuchaba por las noches trataba de ignorarlos, siempre había pensado que era un tipo de trastorno emocional, sin embargo Alicia, mi doctora, me dijo que definitivamente no era algo normal, pero que tampoco era una enfermedad.
"Todos los acontecimientos traumáticos que tuviste en tu vida generaron sentimientos complejos que se han personificado en una voz."
Esas habían sido las palabras exactas que había usado para definir mi locura, y es que por supuesto yo sabía que estaba loca.
La brisa del atardecer en el campo era relajante, el sonido vacilante de la pequeña laguna que rodeaba la cabaña retumbaba suavemente en mis oídos, había tenido un día pesado, mi descanso durante tres meses ya había acabado, y mi vida había vuelto a tomar su rumbo.
La brisa comenzó a golpear más fuerte, haciendo estremecer de frío mi cuerpo, di por última vez una mirada al hermoso paisaje, llené de aire mis pulmones y un montón de hojas secas golpearon mi rostro haciendo que lo esconda dentro de mis manos, una risa peculiar se escuchó desde mis espaldas que me llevó a voltear rápidamente.
Era el, el chico de las interminables y hermosas cartas, que cada día hicieron más bonita mi estancia en rehabilitación, sería mentir si no aceptara que mirarlo a los ojos era como estar admirando el más precioso atardecer
— Hola — dijo sin dejar de sonreír
En ese momento me di cuenta que había estado deseando con todas mis ganas volver a verlo.
Me había idealizado su sonrisa cientos de veces, aún cuando me sentía destruida, aún cuando mis ganas de renunciar se hacían presentes, estaba el.
— ¿Pasa algo? — me observó curioso
— ¿Cómo? — pregunte confundida, no había escuchado nada de lo que dijo, el sonrió sin despegar sus labios y posó su mirada en el paisaje que hacía unos minutos yo observaba.
— Te extrañé mucho —dijo
Mi corazón se paralizó tan pronto como las palabras se repitieron en mi cabeza.
— No llame porque quería que también me extrañaras — sus ojos me encontraron y sonrió abiertamente
¿Que debía decir?
¿Cómo se responde a esto?
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I BELIEVE IN YOU
Teen Fiction- " ELLA INCLUSO INTENTO TENER UNA SOBREDOSIS Y QUITARSE LA VIDA " - Jin En ese momento me di cuenta que la vida no era para todos, yo estaba sumida en el dolor, no existían días que yo no estuviera drogada o ebria, tirada en el piso frío del baño e...