NIGHTMARE°

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Salí de ese lugar a pasos agigantados mientras Jungkook venía corriendo detrás mío, busqué el carro con la mirada, sin éxito alguno.

- Maldita sea Jungkook, donde pusiste el auto - grité, haciendo que el parara en seco detrás mío, abriendo sus grandes ojos

- Está detrás de eso- dijo apuntando un camión algo destrozado - Pero ¿porque me gritas? - pregunto, mientras yo caminaba ignorando sus palabras

Llegue al carro, abrí la puerta y me senté con rabia, vi a Jungkook sentarse algo asustado y suspirar

- Lo siento, no quise gritarte - dije aguantando mis lágrimas, el voltio a mirarme y agarró mi mano

- Si te hace sentir mejor, hazlo - dijo en un tono calmo

De regreso al hospital un doctor hablaba con Mía, cuando el se alejó, ella colocó su mano en la boca mientras sus lágrimas caían sin parar, aceleré mi paso, poco a poco comencé a correr, el cuerpo me temblaba, mis ojos comenzaron a cristalizarse, tenia miedo, tenia mucho miedo de lo que me podría decir.

- ¿Qué pasó? ¿Qué te dijo? - dije acercándome a Mía, ella no respondía solo lloraba - Que te dijo Mía, respóndeme - grité agarrandola de los brazos tirando de ella varias veces

- El me dijo...- sorbió su nariz y continuó - El me dijo que nos preparemos para lo peor - mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas, tenia la boca abierta, se había formado un nudo en mi estómago, y respiraba con dificultad

- Camila... Camila, perdóname, yo no lo cuidé bien, fue mi culpa - dijo Mía  arrodillándose ante mí, mis lágrimas empezaron a salir y me derrumbé junto a ella y la abracé

- Dios no lo alejes de mi, no te lo lleves - grité tan fuerte como lo era mi dolor

¿Cómo puedes prepararte para la muerte de tu hijo?
¿Cómo ver morir a la persona que diste la vida?
¿Porqué no puedo dar yo la vida por el?
¿Porqué me haces esto Dios?
¿Qué de malo hice con mi vida?
¿Qué de malo te hice para que quieras hacerme tanto daño?
Tenía tantas preguntas sin ninguna respuesta ni explicación alguna.

Estaba sentada en el mismo lugar por horas, mirando la misma puerta blanca algo vieja y desgastada, esperando que alguien salga.

Y aunque al mundo entero decía que no existía esa esperanza del que tanto hablaban, dentro de mi corazón lo sentía, quería que alguien salga y me diga que se recuperará, que todo está bien, o quizás que alguien me levante de esta horrible pesadilla.

- Usted es la mama de Sebastián Dammert? - pregunto una enfermera sacándome de mis pensamientos

- Si, ¿paso algo? - respondí nerviosa

- Su hijo.... creo que necesita verlo - respondió, la seguí hasta una habitación y me entrego una bolsa

-Ponte esto- indicó

Seguí a la enferma por los pasillos de la sala de cuidados intensivos, llevaba puesto una bata azul, cubrebocas, guantes desechables y una gorra azul esas que se ven en las películas, todo el lugar tenía un olor penetrante a desinfectante y alcohol, se paró en seco frente a una puerta blanca y volteó a mirarme.

- El está consciente, no le muestres miedo, dale paz - dijo y al terminar abrió la puerta

Me quedé por un momento en la puerta, cargandome de valentía, yo le tenia mucho miedo a los cuartos de hospitales pero necesitaba ver a mi hijo, inhale fuertemente llenando de aire mis pulmones y entré.

Entonces..

Me di cuenta que había sido en vano coger tanto aire cuando mis pulmones dejaron de funcionar al ver a Sebas, el estaba echado en una camilla con sábanas blancas, desnudo, solo tenía un pañal, me tape la boca y ahogue mi sollozo, en su pecho habían unos chupones que se dirigían hacia unas máquinas, su cabeza estaba envuelta con vendas, en cada brazo habían intravenosas, en un dedo tenía un pulsioxímetro que emitía una luz suave de color rojo, llevaba un respirador artificial, tenía algunos rasguños en el  rostro, el tenia los ojos cerrados, se veía tranquilo, sus pestañas eran largas y rizadas, pude fijarme en sus pecas casi invisibles, estiré mi mano para acariciarle el rostro, y el abrió sus enormes ojos encontrándose con los míos.

I BELIEVE IN YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora