EL VESTIDO DE NOVIA°

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Mi cuerpo no reaccionaba ante las palabras de Jimin, me senté en el piso, apoyándo la espalda en la tina, el estaba sentado en el piso mirando sus manos, su cabello caía tapando sus ojos, vi algunas lágrimas caer al suelo, después de un momento de silencio el volteo a mirarme, tenía los ojos rojos y pude visualizar sus ojeras, tenian un color medio morado, el no había estado durmiendo bien, estaba más que segura que sus insomnios eran culpa mía.

— ¿Porque no me llamaste? — pregunto — Prometiste hacerlo

Una lágrima rodó por sus mejillas y mi pecho se comprimió.

— Lo siento, solo estuve tratando de olvidarte — dije esquivando su mirada

— ¿Y lo lograste? ¿Lograste olvidarme? — pregunto y solo negué con la cabeza

Era imposible hacerlo, tan solo respirar me recordaba a él, en la forma tan hermosa que suba y baja su pecho cuando esta agitado.

— Siento que tu ya no eres la misma

En realidad nunca te conoció, nunca fuiste la persona que el creía.

Ni siquiera yo sé quién soy.

— Todo lo que vez es todo lo que soy — respondí fría

— Perdóname

¿Qué?

— ¿Porqué sigues pidiendo perdón  después de lo que escuchaste? Yo debería pedir perdón

— Yo te perdonaría mil veces, porque eres tu — dijo y se acercó a mí

Sentirlo cerca hacia que quiera llorar.

— Nada vuelve a ser igual dos veces Jimin — dije aún mirando el suelo

— No perdemos nada intentándolo

¿Porque tenía que ser tan optimista?
Acaso ¿no podía ver dentro de mi? Yo estaba rota.

—Jimin, bese a tu mejor amigo, ¿no me odias por eso?

El bajo la mirada, agarró mis manos y volvió a llorar

— No podría odiarte, por más que quisiera hacerlo, el siempre estuvo enamorado de ti, y yo lo supe desde el momento en el que te vio, sin embargo no me importó, no me importaron sus sentimientos, e hice todo lo posible para que te enamoraras de mi, el no tiene la culpa, el no tiene la culpa de que yo sea un imbécil contigo

Osea Jin...
Suspiré muy fuerte, necesitaba tiempo para procesar toda esta información, solo quería alejarme de ellos.

— Jimin...

— No — me calló

Boté el aire que había estado guardando en mis pulmones, por las puras había suspirando tan fuerte.

— Por favor no acabes con esta historia de amor, mírame a los ojos — dijo agarrando mi rostro y llevándolo a unos centímetros de los suyos — No me dejes, no dejes que me marche, no dejes que muera sin ti

Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, yo la amaba tanto, amaba cada centímetro de él, yo tampoco podía vivir sin él, pero ¿cómo íbamos a vivir?, si ambos nos habíamos lastimado,  la desconfianza existiría todos los días en nuestra relación, yo sabía que nada sería lo mismo, sabía que no funcionaría, sin embargo solo lo abracé, lo abrace tan fuerte que mis lágrimas empezaron a salir por montones, sentí que el también lloraba, los brazos de el me sujetaban tan fuerte mientras ahogaba su llanto en mi cuello.

Estuvimos así por mucho tiempo, ambos sentados en el suelo frío de un baño de hotel, abrazados, y llorando como dos niños que habían perdido a su mascota, el me soltó y se alejó un poco de mí.

I BELIEVE IN YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora