I BELIEVE IN YOU

MARCACION "S"°

Resistir
De eso de trata.... ¿No?
🥀

+18

Al llegar a la habitación, encontré a Jimin hechado en la cama con su celular, aun tenia la misma ropa, me observo y sonrió ampliamente, dejo su celular en la cama y se acercó a mi con su típica tranquilidad.

- Me bañaré - le dije

- Ya te preparé la Tina - dijo tomando un mechón de mi cabello.

- ¿No se supone que yo debería hacer eso para ti? - dije acariciándole el rostro

- Yo también puedo hacerlo, hoy quiero bañarte - esbozó una sonrisa pícara

- No seas tonto Jimin - sentí que mi rostro comenzaba a calentarse.

- ¿Porqué? Seras mi esposa muy pronto, debería intentarlo ¿no crees?

Amaba esta parte de el, juguetón con una mirada llena de picardía, siempre que yo me ofrecía el se ponía tímido, pero cuando el comenzaba a tener el control las cosas cambiaban radicalmente.

- Jimin-shi, ¿quieres morir? - reí

- Hace tiempo no me dices eso - sus dedos recorrieron mi rostro sin dejar de sonreír

Hace un tiempo no estaba sintiéndome bien, hace un tiempo las voces habían vuelto a rondar por mi cabeza.

Negué, no era momento de pensar en eso, hoy solo quería disfrutar de Jimin.

- ¿Entonces si quieres? - lo miré y su sonrisa se hizo aún más grande haciendo que sus ojos desaparezcan por completo

- Sería un honor morir en tus brazos bella dama

Recordaba esas palabras, recordaba ese momento.

- ¿Aún recuerdas eso?

- Como olvidar el día que firmé mi sentencia de muerte

- ¡Oye¡ - me queje y le tire un golpe en el brazo, sus carcajadas resonaban por la habitación

- Lo siento, lo siento - vociferó entre risas y me envolvió en sus brazos - No sabes cuánto te eché de menos - murmuró

- ¿Por eso quieres bañarme? - dije acomodada contra su pecho

- Si, y después hacerte el amor en esta cama

Una pequeña electricidad recorrió mi cuerpo, hacia ya un tiempo que no hacíamos el amor y en verdad lo necesitaba, necesitaba de él, necesitaba sus labios recorriendo mi cuerpo, sus manos tomándome como suya.

- Aún tendré que pensarlo - dije alejándome de el con una mirada inocente.

El me observo con una cierta oscuridad pervertida, esa que solo yo conocía.

Me acerqué al baño tomándolo de la mano y me quedé perpleja al ver como estaba decorada.

- ¡Wao! - fue lo único que pude decir

- ¿Te gusta? - inquirió

Volteé a observarlo, el estaba acomodado en el marco de la bañera con los brazos cruzados sintiéndose orgulloso por su arduo trabajo.

El adorno que desprendía de las velas eran realmente deliciosas, habían pétalos de rosas que posaban en la espuma de la bañera así como en el piso de este.

- Mira acá hay algo - apunte preocupada a la bañera

El se acercó a zancadas y cuando estuvo tan cerca lo empujé dentro de la tina, el se levantó empapado lleno de espuma, y yo reí a carcajadas, amaba arruinar su romanticismo.