I BELIEVE IN YOU

MONSTRUO°

El había roto mi corazón, había terminado de matarme, sabía que algún día lo haría, sin embargo me quedé hasta que lo hiciera, llámenlo masoquismo, yo todo este tiempo lo llamé amor.

El me hizo sentir como una loca, me hizo sentir como si estuviéramos terminando por mi culpa, se que poco a poco me estoy matando, el nunca supo quien era yo en realidad, en mi rostro se formó una sonrisa estúpida, no tengo otra opción que reír en este punto, Mía siempre me pregunto el porqué me seguía quedando, a pesar de todo lo que el me había hecho, a pesar de todo lo que había sufrido, y yo estoy como "supongo que nunca me ame a mí misma", "supongo que nunca lo hice".

Sus palabras fueron muy hirientes -"Cuanto más te amé más miserable me volví" - aún resonaban en mi cabeza esas 8 palabras, pues si, quizás sea como el lo dice, puedo entenderlo ahora, quizás no merezco ser amada, no entiendo porque las lágrimas siguen cayendo, ya no puedo soportar ser tan débil.

Me acosté en la cama de Suga, la cual era tan oscura como su personalidad, el aún no llegaba, y yo no quería irme de ahí, estaba demasiado ebria como para caminar, y estaba tan destrozada como para dejar de llorar, y en toda mi desgracia, prometo que será la última vez, la última vez que llore por el, la ultima vez que sufra por el.

La noche era fría, la primera Nevada de lo que iba del año, y estaba sola, sola como siempre, tenía miedo y muchas lágrimas en los ojos, y no había nadie que me ayude a ser valiente, acomode las piernas en mi pecho y me hice un pequeño ovillo, escuche sonar la puerta, pero no me moví ni un centímetro, sentí la mirada de Suga desde lejos, después de varios minutos el se acercó a mí, acarició mi cabeza y le dio un beso, Yoongi podía ser una persona oscura y un completo imbécil cuando quisiera, pero, también tiene aquella forma apaciguadora y retraída con la que uno podía encontrar refugio bajo aquel ademán de frialdad y aburrimiento.

- Me iré mañana - susurré

- Mañana saldremos de viaje - respondió

- Ahh.. - conteste sin importancia

- ¿Tienes algo que decirme? - preguntó

- ¿Qué tiene ella que no tenga yo? - dije agarrando su mano, el guardo silencio un momento, quizás analizando cual sería la palabra correcta

- Problemas - dijo al fin, eleve mi mirada hasta sus ojos oscuros y el me observaba con cautela, escupí una sonrisa sarcástica mientras su mirada se hacía aún más misteriosa

- El ni siquiera dijo adiós... - murmuré

- ¿Cuánto bebiste? - cambio de tema

- Lo suficiente para olvidarme de él - respondí, el solo me observó, intentando decir algo pero sin tener el valor - ¿Quieres echarte conmigo? - ofrecí haciéndome a un lado, para que el se echara en mi lado.

Estaba acomodada en su pecho por varios minutos, toda la habitación estaba en silencio, podía sentirlo un poco tenso, quizás por lo cerca que estábamos, el había confesado su amor por mi, solo unas horas atrás, era muy egoísta de mi parte hacerle eso, pero era a la única persona que tenía a mi lado mientras todo en mi se estaba desmoronando.

- ¿Porqué no dejas de amarme?

- Me cuesta mucho dejar de hacerlo

- Perdón

- ¿Porqué?

- Por no amarte como tu lo haces

- Supongo que estoy pagando mi pecado, por enamorarme de una mujer que no debía

De mi rostro surgió una sonrisa estúpida, me hacía bien estar con Suga, por pequeños instantes me hacía olvidar todo, su manera fría y distante de ser, me gustaba, sus respuestas eran cortas y concisas, pero llenas de amor, amor que yo no correspondía.