4.-Dragones

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Dabka se giró en dirección a donde estaban los demás, Lok se encontraba de pie frente al herido dragón, mientras Sea le ayudaba a limpiar sus heridas.

-¿Dónde está la cazadora?-Preguntó Gali al ver a Dabka aproximándose. Mientras se acercaba, Dabka la miró sin decir ni una palabra-¿La dejaste ir? ¡Mira lo que le hizo a este dragón!

Gali señaló hacía el suelo, donde yacía el lastimado chico, siendo atendido por Sea. Dabka se acercó a Lok.

-¿Pudiste averiguar algo?-Lok le hablaba serio

-Nada concreto, pero no está buscando a los dragones.-Le enseñó la espada que había recuperado de la batalla con la cazadora-Deberías ver esto.

Lok tomó la espada y enseguida sintió que algo no andaba bien con ella. Pasó su mano por el filo de la espada y de inmediato supo lo que había mal en ella, cosa que le hizo abrir los ojos, alarmado.

-Es sangre humana- Dijo Lok, visiblemente alterado-Y no de cualquier humano, es sangre de virgen.

-Exacto, tu sabes que al entrar al sistema de un dragón lo neutralizan por completo.-Dabka hablaba con el ceño fruncido.-¿Qué estarán buscando?

-No lo sé, pero estos trucos son bastante sucios, incluso para los cazadores-Lok apretó los labios, pensativo.

-No quieren dragones, quieren el conocimiento que ellos tienen-Una voz masculina débil hablo desde el suelo, era el dragón joven que se había incorporado con las heridas limpias por la ayuda de Sea-Quieren a mi padre.

-¿Por qué nadie estaba peleando? Los encontramos a todos en su forma humana.-Cuestionó Gali

-No hubo advertencia, nos tomaron por sorpresa. Para cuando me di cuenta e intenté transformarme, ya habían puesto un hechizo anti-transformatio. Sólo pude sacar mis alas antes de que nos atacaran-El dragón miró entonces a Dabka, y sus ojos denotaron respeto-Excepto él. Él si pudo usar su transformación, ¿Cómo es posible?-Quiso saber.

-Al parecer, los dragones dorados no lo saben todo-Se burló Dabka, con sorna.

-Oh si sé quien eres, pero no sé exactamente qué eres-Dijo el chico, levantando una ceja.

-¿Cuál es tu nombre?-Preguntó Lok entonces, tratando de evitar que Dabka entrara en detalles.

-Me llamo Etán, soy el hijo de El Alfa dorado, próximo en la línea heredera-Dijo, y mientras inclinaba la cabeza, añadió-Y ustedes son la siguiente línea de Jefes de cada reino, ahora mismo, en título de guardianes.

-Estás en lo correcto, Príncipe dragón- Asintió Lok, afirmando sus palabras.-Lo qué me lleva a la siguiente pregunta, ¿Dónde está tu padre?

-Mi padre es un anciano ya de muy avanzada edad, apenas puede sostenerse a sí mismo y está ciego. Así que está escondido en la parte subterránea de la cueva, su aura está oculta a otros seres para que no puedan encontrarlo-Etán se había incorporado completamente, su ojo ciego había quedado con una pupila gris claro y una cicatriz enorme le atravesaba a través del ojo, gracias a la ayuda de Sea.

-¿Qué quieren los cazadores de él?- Preguntó Dabka

-Están buscando un pergamino, o algo así me pareció entender.-Dijo el dragón dorado.

-¿Podemos hablar con él?- Preguntó Sea adelantando los pesamientos de Lok.

Etán la miró con intensidad, sus ojos dorados escanearon de arriba a abajo el cuerpo de Sea, mientras Lok se removió incómodo, hasta que finalmente añadió:

-Me has salvado de morir de una manera terrible al limpiar mis heridas y mi ojo, Guardiana del agua, es algo que nunca podré terminar de agradecerte.-Y una vez dicho esto, hizo una breve inclinación de respeto, muy significativa en lenguaje dragón que sólo Dabka pudo entender, para posteriormente añadir:-Claro que pueden hablar con mi padre.

ELEMENTALES: La primera caceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora