Cuando Sea y Lok se presentaron al día siguiente a la escuela, tuvieron que dar muchas explicaciones sobre dónde se encontraban sus dos amigos.
-Dabka está en coma, tuvo un accidente de auto y lo trasladaron a la ciudad dónde está su familia- Lok le explicaba al director aquella mentira, que tenía, de cierta forma mucha verdad. Bueno, Dabka en realidad si estaba en coma por un accidente, ¿no?
-Eso es horrible... ¿Tendrás algún número con el que pueda comunicarme con alguien de su familia? -El Director parecía preocupado e incrédulo a la vez.
-Si, claro. Es el número del abuelo de Dabka. Es un poco anticuado así que tal vez no conteste a la primera- Lok estaba confiado, sabía que el gran Tefrá no usaba teléfono móvil y allá donde estaba nunca le llegaría la señal. Además, había prometido venir al día siguiente para encargarse de que Dabka no tuviera problemas.
Gali, por otro lado, tendría muchos más problemas.
Para empezar, Gali no venía de una familia privilegiada, había ganado su puesto en los guardianes trabajando duro y fue elegida, así que a su familia nunca se le permitiría salir sin un motivo más sólido. Además, su delito conlleva que merece castigos, así que nadie vendría a ayudarla.
Sea se encargaría de hacer lo que pudiera para que Gali tuviera los menos problemas posibles cuando regresara. O que al menos tuviera la suerte de poder regresar.
-Bueno Lok, gracias por darme aviso de esto, eres un buen amigo- El director le dio una palmadita amistosa en el hombro y le indicó que era libre de irse si así lo quería.
Lok agradeció y salió por la puerta tranquilamente, viendo que Sea ya estaba afuera, esperando su turno.
-¿Qué es lo que piensas decirle?- Preguntó Lok en voz baja.
- La verdad no tengo ni idea, pero algo se me ocurrirá- Respondió Sea en un susurro, justo cuando el director salía a indicarle que pasara.
Lok miró con preocupación a Sea, sabía que un movimiento en falso y los cuatro estarían en grandes problemas, y no querían tener que acudir con alguien que tuviera que ayudarlos con ese problema.
Salió de Ahí y se fue entusiasmado porque tendría clase de historia, y personalmente para él, la historia humana era de lo más interesante, aunque claro, no despreciaba su historia propia.
La historia de su mundo era, en realidad, mucho más interesante de lo que cualquiera pudiera pensar, pero lo más emocionante era que a pesar de tener una leve idea de lo que había pasado, aún había muchos misterios dentro de la misma.
No sabían con exactitud cómo habían ocurrido algunas guerras, algunos sucesos importantes, algunas incógnitas que nadie había podido resolver hasta ese momento.Quizás, en el futuro, podrían saberlo todo.
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Sea y Lok pudieron reunirse hasta la hora del almuerzo, el día había resultado ser uno de esos en los que no tenían ni un momento libre.-¿Cómo te ha ido con el director?- Preguntó Lok mientras se sentaban
-Ha sido bastante estresante, pero al fin encontré una excusa para cubrir a Gali- Sea se llevó un montón de papas fritas de las dos órdenes que había pedido en la cafetería - Le dije que estaba en un estado de shock y depresión por el accidente de Dabka, y viajó a su ciudad para vigilar que mejorara pronto. Ya sabes, el director llegó a verlos juntos.
- Qué gran excusa, nunca se me hubiera ocurrido- dijo Lok divertido con los cachetes llenos de Sea- Deberías comer más despacio, la comida no se irá.
-Mmm es que tu no entiendes, las papas fritas son el mejor invento de la humanidad- dijo ella como si fuera lo mas obvio del mundo y Lok fuera un tonto por no saberlo.
Él rió enternecido, Sea siempre había sido bastante extrovertida y gustaba de mostrar lo que sentía, y usualmente era todo amor y dulzura.
-Y, ¿El collar era para ti?- Le dijo Lok recordando el collar que Dabka dejó para Gali.
-Eso creo. Lo tomaré como una ofrenda de paz entre Dabka y yo. Ya sabes, equilibrio entre fuego y agua.-Dijo Gali tocando el collar que tenía puesto.
-Ya veo
De pronto, la mirada de Lok se clavó al otro lado de la estancia, a espaldas de Sea, y se quedó duro como una piedra.
Sea lo miró extrañada y confundida, era muy raro que Lok actuara de esa forma, y antes de que pudiera preguntar que era lo que estaba viendo, la respuesta llegó sola a sentarse a su lado.
-Hola, Sea.
Lok no dejaba de verlo estupefacto y confundido, pues se suponía que él no debería estar ahí.
Sea, por otro lado, se quedó mirándolo sin saber qué decir, las palabras no llegaron lo suficientemente rápido a su cerebro para decir algo, pues verlo ahí con su sonrisa brillante y completamente sano era algo que no esperaba. Definitivamente los dragones tenían algo de lo que los demás carecían para curarse tan rápido.-Ethan, ¡qué gusto verte!- habló Sea cuando pudo por fin recuperarse del Shock.
-Si, que sorpresa - Hablo Lok finalmente.
-No era mi intención interrumpirlos o causarles inconvenientes, pero la verdad es que tenía que venir - Dijo Ethan sonriendo apenado.
-No te preocupes, no es ningún inconveniente y no nos molesta en absoluto. ¿A qué has venido?- Dijo Sea emocionada.
-La verdad es que tenía que buscar alguna forma de agradecerte por curarme y no podía sacarte de mi cabeza, así que pensé en invitarte a salir, ¿te gustaría?- Ethan dejó ver una sonrisa tímida que derretiría a cualquiera.
Menos a Lok, quién había vuelto a quedarse congelado cuando Ethan dijo aquello.
-¡Si! Por supuesto que me encantaría salir contigo, será un placer - Sea estaba eufórica con el aparente indicio de interés que plantó en Ethan, quién le había gustado desde que lo vio aquél día en la batalla.
-Excelente, ¿Te parece si te recojo hoy por la tarde noche? Ya tengo todo bien pensado- dijo él levantándose visiblemente emocionado.
-Claro, me encanta la idea. Ya tengo que irme a clases, ¿me acompañas?- Dijo Sea, al tiempo que se levantaba.
-Claro- Ethan le tendió su brazo y ambos se fueron hasta desaparecer al cruzar la entrada de la cafetería.
Mientras tanto Lok seguía sentado sin terminar de procesar lo que había pasado, y con un hueco enorme en el estómago, producto de la desilusión.
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ELEMENTALES: La primera cacería
FantasyUna cazadora. Un grupo de cuatro elementales. Una cacería brutal. Cuando un grupo de elementales conformado por una ligera chica de aire, una escurridiza chica de agua, un ardiente chico de fuego y un pacífico chico de tierra se ven envueltos en una...